Foto: Cortesía DETONA
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Bilimbique usado en la Revolución, entre los años 1913 y 1916. |
Irreverente
Los
bilimbiques
Les platico una historia que debido a la “transición” de los escribanos hacia la época digital,
quedó como tradición verbal que pasó de
generación en generación y que hoy cuenta
con una que otra alusión diluida en las actuales
redes sociales. Arre!
Entre 1913 y 1916 mi bisabuelo tenía una tienda
en Múzquiz, Coahuila.
De pronto llegaban al pueblo los carrancistas
con sus uniformes amarillos en busca de trigo.
Para desgracia de mi bisabuelo, los revolucionarios de aquella facción armada comandada
por Venustiano Carranza, lo encontraban y
hasta encostalado.
Para evitar que luego dijeran que se robaban
lo que tomaban, pagaban con papel moneda
que ellos mismos imprimían y que por ende
carecía de respaldo bancario.
Cuando entraban los villistas hacían lo mismo.
Hasta con los “pelones” -los soldados leales al
gobierno- sucedía aquello, pues eran tiempos
de las “monedas de necesidad”, y cada bando
pagaba con su propio dinero.
Su falsificación era masiva y contribuyó a la
pérdida de valor del papel moneda.
Muchos negocios se fueron a la ruina,
pues el “dinero” con que pagaban el trigo
los carrancistas no era reconocido por los
villistas ni por los “pelones” que ocupaban intermitentemente las plazas.
WILLIAM WEAKS
A ese “dinero” se le llamaba “bilimbique”, contracción del nombre del norteamericano que
pagaba a sus trabajadores de la mina Green de
Cananea, Sonora, en tiempos de la revolución.
Eran vales de papel que los mineros canjeaban
por comida y vestido en las propias “tiendas
de raya” del gringo.
La palabra más asociada en el tiempo con
los “bilimbiques”, es la de FALSO.
Abusando de la ignorancia de algunos de mis
interlocutores, cuando se me han puesto bravos por alguna publicación que les dedico, en
persona les he dicho y en la distancia les he
escrito esa palabra -“bilimbique”- aderezada
de uno que otro cumplido.
No lo van a creer, pero algunos -los más supinamente ignorantes- hasta se han disculpado
conmigo por los improperios que antes me
dedicaron, después de dirigirme a ellos con
el nombre de “bilimbiques”.
HACE UNOS DÍAS…
…Cierto tipo se revolcó en el piso porque revelé
ante el respetable público el rol que tuvo como
coordinador de la fallida campaña de Tatiana
Clouthier en busca de la alcaldía de San Pedro
Garza García en el año 2009.
Me llenó de los más bajos insultos, más aún
que las bajezas que usó al dirigirse despectiva
y groseramente hacia la hija del Maquío.
Recientemente se supo que delegó en otro
“bilimbique” igual que él, la dirigencia desenFRENAAda del organismo que fundó para tratar
de derrocar al gobierno de López Obrador.
Está tan confundido, que en el derecho de
réplica que solicitó y obtuvo de uno de los
medios de comunicación donde publiqué mi
artículo revelando su rol al servicio de Tatiana,
éste, su irreverente servidor, es socio.
Su organismo sufre hoy una de las más brutales desbandadas debido a que cada día se
descubren las verdaderas intenciones del
“bilimbique” que lo fundó.
¿De cuántos “bilimbiques” como él estamos
rodeados?
Les propongo algo, queridos lectores: diríjanse
a ellos con el nombre de “bilimbiques”, díganles
así y verán que hasta las gracias les dan.
CAJÓN DE SASTRE
“Si la ignorancia y la falsedad dolieran, muchos
vivirían en un grito”, remata la irreverente de
mi Gaby.
Plácido Garza.
placido.garza@gmail.com
placido@detona.com
Nominado a los Premios 2019 “Maria
Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY;
“Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de
Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información
a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para
prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras.
Como montañista ha conquistado las cumbres más
altas de América