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“Whiplash”: ritmo y vida | MIGUEL OMAR DE LEÓN MUÑIZ | Agosto 2025

“Whiplash”: ritmo y vida

Hace pocos meses volví a ver la “desventura” obsesiva de Andrew con la batería, junto con la dura y polémica enseñanza de Fletcher. Han pasado ya varios años desde el estreno de esta película tan premiada, y creo que sigue provocando discusiones, al menos dentro de la comunidad artística y musical con la que convivo.

Algo que noté es que, cuando muchas personas terminaron de verla, surgió una especie de valoración ética, como si la calidad de la película dependiera de un mensaje pedagógico; como si tratara de indicarnos qué es lo correcto o incorrecto, lo bueno o lo malo. En ese sentido, prefiero adoptar una perspectiva nietzscheana e interpretar su mensaje “Más allá del bien y del mal”.

La película aborda temas profundos y caóticos: la obsesión, la competencia feroz, la muerte y la presión. Bajo mi punto de vista, cualquier músico que se adentra de forma seria en su arte experimenta ese choque con la propia música: un legado tan complejo de comprender y dominar, que a veces obliga a llevar la integridad física y mental al límite.

Algo que me resulta hermoso en esta película es cómo muestra, a mi parecer, las fases del nihilismo en el desarrollo de Andrew como músico:

Nihilismo falso o incompleto: Andrew intenta darle sentido a la música a través de la obsesión y la competencia bruta, dañándose física y emocionalmente con tal de cumplir las expectativas de su maestro.

Nihilismo pasivo: Andrew abandona la música; su vida se vuelve gris, sin un sentido aparente, cayendo en un vacío donde nada parece tener significado.

Nihilismo activo: Andrew, finalmente, se libera. Ya no busca complacer a su maestro, sino que se expresa de forma creativa con una voz propia. No hay competencia, obsesión ni depresión, sino una clara manifestación de vida que surge de sus sentidos y de su corazón. 

Fletcher, por su parte, también vive un desarrollo. Sus métodos son duros, pero siempre deja entrever una sensibilidad oculta y un amor profundo por la música. Como maestro, uno cree que el proceso pedagógico consiste en enseñar, y en gran medida es así; pero el círculo de conocimiento se cierra cuando el alumno enseña al maestro en un acto creativo. Andrew le regala el “Charlie Parker” que Fletcher buscó toda su vida, y eso lo lleva a pronunciar, al final, las palabras que tanto había evitado: “Buen trabajo”.

Whiplash es un filme de calidad musical incuestionable, pero sobre todo porta un mensaje filosófico que nos invita a reflexionar sobre cómo el ser humano, aun cargando con el caos, lo ingrato y lo oscuro, es capaz de transformarlo, de transmutarlo en algo bello: en una expresión inmortal del espacio-tiempo, en sonidos que manifiestan amor a la vida, en música.

Es necesario tener caos dentro de uno mismo para poder dar a luz una estrella danzarina” 

F. Nietzsche, Así hablo Zaratustra. 


Miguel Omar De León Muñiz 
Email: miguelomarguitarrista@gmail.com

Músico y compositor Egresado de la UANL. Cuenta con estudios formales en pedagogía, filosofía, artes y humanidades. Ha sido premiado en diversos certámenes de creación artística por PECDA, CONARTE e ITCA y presentado obras originales en festivales como el Forum Universal de las culturas de la UNESCO, Festival Internacional CERVANTINO (FIC) y Festival Internacional Tamaulipas (FIT).