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La violencia pasiva parece invisible, pero no lo es | PRISCILA FUENTES | Junio 2025

Hacer, decir y pensar

La violencia pasiva parece invisible, pero no lo es

El maltrato generado por la violencia pasiva hacia la mujer es como vivir en una jaula con un techo y sin aire.

La violencia pasiva contra la mujer pudiera parecer algo invisible pero no lo es, es un maltrato serio. Existen casos de mujeres que la mayor parte de su vida matrimonial la han pasado sufriendo violencia pasiva, pero no lo saben, ya que la han normalizado. La falta de respeto que sufren, combinado con tristeza, y disfrazado con carriño hacia esa persona, es la muerte más lenta e inapropiada que vive la mujer.

El maltrato generado por esta violencia es como vivir en una jaula con un techo y sin aire. Es silenciosa y constante, y aun y cuando se pudiera decir que no mata, la verdad es que hace que se pierda la alegría, la confianza, la libertad y las ganas de vivir. 

Dentro de los actos más comunes de violencia pasiva esta la indiferencia, que nulifica al ser humano haciéndolo sentir como si no existiera, sin darle el trato digno, establecido en nuestra legislación mexicana. Existen también las humillaciones, la invisibilización, la violencia económica, los bloqueos personales, las mentiras, los engaños, la manipulación, la culpabilización, la descalificación, la ridiculización, las ofensas, la intimidación, las amenazas, los chantajes, el aislamiento y muchas otras, que parecieran inofensivas y que generalmente son normalizadas por muchas mujeres. 

La violencia contra la mujer en México es generalizada y con el paso de los años ha aumentado. En nuestro país 7 de cada 10 mujeres han vivido un tipo de violencia en su vida y 9 de cada 10 mujeres no denuncian, ni solicitan apoyo. La violencia es un delito que puede ser denunciado y existen órganos oficiales para brindar orientación al respecto. 

El pensamiento común de las mujeres mexicanas es el de: “si no me golpea, no es violencia”, sin embargo, debemos recordar que la violencia es medida a través del “violentómetro”, herramienta didáctica y gráfica que ayuda a identificar y prevenir diferentes formas de violencia, desde la psicológica hasta la física, y en relaciones de pareja, familiares y laborales. Se presenta como una regla que visualiza cómo las conductas violentas van escalando, permitiendo reconocer patrones y señales de alerta y teniendo como objetivo primordial el de la visibilización y concientización sobre los tipos de violencia y sobre cómo son manifestados. 

Otra herramienta que nos ayuda a medir la violencia contra las mujeres en México es la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), constituyendo esta una buena práctica internacional que nos ofrece el diseño, seguimiento y evaluación de políticas públicas orientadas a prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en el país. En su última edición correspondiente al año 2022 clasifica a la violencia contra la mujer en 5 tipos: psicológica, física, sexual, económica y patrimonial, en los ámbitos de pareja, familiar, laboral, escolar y en la comunidad. 

Los datos publicados en la encuesta nos dicen que en el año 2021 las Entidades con más violencia en nuestro país son: Estado de México (78.7%), Zacatecas (59.3%), y Chiapas (48.7%). 

En México, 70.1% de las mujeres de 15 años o más, han vivido algún tipo de violencia al menos una vez en su vida y el 42.8% experimentó violencia en los 12 meses previos al levantamiento de la ENDIREH 2021. La prevalencia de al menos un incidente de violencia (de cualquier tipo a lo largo de la vida) de las mujeres de 15 años y más en México, muestra que aquéllas que experimentan mayor violencia son las mujeres que residen en áreas urbanas (73%), de edades entre 25 y 34 años (75%), con nivel de escolaridad superior (78.7%), que se encuentran separadas, divorciadas o viudas (74%) y las que no hablan alguna lengua indígena y no se consideran indígenas (71%).

En el ámbito laboral, las mujeres en México que trabajan, sufren el tipo de violencia más frecuente, la discriminación laboral, siendo el 18.1% de ellas las que la han experimentado.

Es lamentable el crecimiento desmedido de la violencia contra la mujer que se vive en nuestro país, razón que no hace preguntarnos: ¿Cómo puede ser detenida? La respuesta no es sencilla, pero considero indispensable empezar con el no normalizarla, recordando siempre que la violencia pasiva es el inicio de algo que puede llegar a crecer de manera gradual. También debemos visibilizar cualquier comportamiento violento, orientarnos y aprender a denunciar sin miedo. 

La concientización y comunicación es fundamental en este tema. Seamos sororas, seamos mujeres libres, el vivir con miedo no es una obligación.  


Priscila Fuentes González 

Versada en seguridad pública, criminología, prevención del delito, derechos humanos, constitucionalidad, gobernabilidad, impartición de justicia y políticas públicas en materia de seguridad. En su tiempo libre es Profesora, Doctorante y Pet lover. “Estoy dispuesta a pagar el precio de ser mal entendida, con tal de vivir una vida de adentro hacia afuera y no de afuera hacia dentro”