JULIA LAGE | La música como propósito y poder transformador | ROBERTO GARZA | Abril 2024

ALEJANDRA ARAYA | La valentía de seguir tus sueños | EDUI TIJERINA | Marzo 2024

Por: Edui Tijerina Chapa
Fotografía: María José Carvajal Pedro, Oscar Fuentes, Pedro Ojeda y Cortesía de Alejandra Araya

Foto: Pedro Ojeda


ALEJANDRA ARAYA
La valentía de seguir tus sueños

La conocí comenzando el 2023, fungiendo como conductora de los programas especiales y de la ceremonia de clausura del Festival Internacional de Cine de Lebu, en Chile. Luego me enteré de que en su país es reconocida por su talento como actriz de teatro, cine y televisión. Y ahora, con mucho gusto, recibo la noticia de que ha llegado a México en busca de nuevos caminos, tocando puertas y esperando abrir más ventanas para compartir su calidad interpretativa. 

Esta ocasión, para Ustedes, amigos lectores de “Arte, Cultura y Sociedad”, conversamos con mi ya muy querida y admirada Alejandra Araya.

Cuéntanos, Ale. ¿Cómo comenzó tu camino para llegar a ser lo que eres hoy?

Vengo de una familia en donde ninguno de sus miembros, ni en mi generación, ni en la de mis padres, ni en la de mis abuelos, se han dedicado a la comunicación. 

Este amor por la actuación nace desde mi madre, que, sin trabajar en esta área, siempre le ha gustado mucho el teatro, la lectura y la música. Es la persona más culta que conozco y desde pequeña trató de inculcarme el conocer estas áreas.

Partí bailando en el BAFOCHI (Ballet Folclórico Chileno) en donde descubrí que me sentía “libre” cuando estaba sobre un escenario; pero fue a los 11 años cuando tomé mi primer taller de teatro en el colegio (y donde Humberto Gallardo, gran actor chileno, fue mi profesor) que descubrí que en este lugar me sentía libre y “plena”. Desde la creación de personajes, desde ponerme en la piel de otro individuo y darle voz.

Podríamos decir que desde ese momento descubriste tu gran vocación…

Entonces decidí, a esa edad, que quería dedicarme a eso toda la vida. Decidí, a los 11 años, que quería ser actriz y nunca más dejé de tomar talleres.

Mi círculo cercano siempre me apoyó (mamá y papá), creo que por dos grandes razones:

- Yo vibraba con esto, me veían contenta y con muchas ganas. 

- Soy muy trabajadora y responsable. Creo que vieron que esta decisión era seria y real, y confiaron en que estas dos herramientas podrían traer frutos

Y la vocación llegó para quedarse y seguir desarrollándose.

Exacto. Esta vocación ha logrado desarrollarse gracias al arduo y constante trabajo. Siempre me digo que esta es mi “estrella”, porque ha sido la principal herramienta que me ha llevado a vivir de esto que amo. El hacer constantemente, el dejar que mi trabajo muestre lo que soy; me ha ido abriendo puertas.

Sé que aún falta mucho por avanzar y mucho por seguir profundizando y aprendiendo en lo que hago, pero yo no puedo ser otra cosa en esta vida. Así que trabajo incansablemente a pesar de todas las veces que te dicen que no.

Por fortuna, como refieres, siempre tuviste el apoyo de tus padres.

Mi mamá y papá siempre me apoyaron. Pero por supuesto que recibía “consejos” de otras personas.  

En el colegio era muy estudiosa, de los primeros lugares en la generación, y mis profesores o papás/ mamás de amigos/as me decían: “¿Por qué no buscas algo que te dé una estabilidad? Te vas a perder siendo actriz”. Y es que la inestabilidad de estas carreras es real. Tú no sales de la escuela y te vas a entregar tu currículum a una empresa… eres tu propio jefe, productor, recursos humanos.

Eres tú el que va diseñando el camino. Y es difícil. Te enfrentas constantemente al NO y es muy frustrante. Lo veo incluso en compañeros que ya tienen carreras consolidadas; la inseguridad es un ingrediente más de esta elección y no todos estamos preparados para sobrellevarla. En la escuela nos decían “99% trabajo y 1% talento”. 

¿Y pensaste en hacerles caso? Es decir, ¿Consideraste tomar otro camino? 

Creo que la única vez que me dije “¿Qué pasaría si probara otra opción?” fue en 3 medio. 

Había que elegir un electivo y tomé el científico. Me acuerdo perfecto que estaba en clases de química, en el laboratorio, y estábamos haciendo un trabajo en el microscopio. Me acuerdo de que empecé a sentirme mal y, tal cual, como si fuera una película, recuerdo que miré a toda la sala y vi a mis compañeros vestidos con el delantal blanco, comencé a respirar más agitadamente y corrí a la ventana. Me metí dentro de la cortina, pegué mi cara y mis manos en el vidrio y me pregunté “¿qué estás haciendo aquí?”. Obviamente no me fue bien en esa prueba y al año siguiente entré al electivo humanista.

Luego de egresar del Colegio Antupirén, en Peñalolén, allá por el 2007, comenzaste a estudiar actuación. ¿O fue desde antes?

Bueno, primero primerísimo, a los 11 años, con mi primer taller de teatro en el colegio. Y ya en términos académicos en el Teatro San Ginés (2006), Preuniversitario del Teatro Camino (2007), Taller Anual del Club de Teatro (2008).

¿Y ya como carrera?

Estudié actuación en la Academia de Fernando González Mardones, entre el 2009 y el 2011, teniendo nuestra temporada de egreso en enero de 2012. Posteriormente hice un PET en la Universidad Mayor, para validar la academia y tener un título.

Mi academia no trabaja de la mano con el Ministerio de Educación por lo que sales sin título. No es una obligación tenerlo, pero, finalmente, sí es un reconocimiento a nivel de sistema y para un futuro. Nunca se sabe si habrá cambio de intereses. Este será un respaldo.

Luego he seguido tomando muchos cursos y talleres. Estudie un taller Actuación frente a cámara en Roberto Matus, Taller de Mimo Corporal Dramático (una técnica física), 4 años de Kalaripayattu (Arte Marcial de la India), Taller de Actuación Frente a Cámara para Cine en México, Varios talleres de Actuación para un casting, en fin. Nunca se termina de aprender, y a mí me gusta mucho.

Pues, considerando lo joven que eres tienes ya una larga y firme trayectoria. ¿Qué hiciste al salir de la escuela?

Saliendo de la escuela ¡Uff! Como buena carrera en la que una es la gestora de los proyectos, he trabajado en hartas cosas. Tratando de hacer un resumen: 

En Teatro Deliria, en Teatro Camino como actriz, productora y/o Docente de sus talleres; en Teatro Atanor, de 2014 a la fecha, con nuestra obra “El secuestro de la Bibliotecaria”, en MEGA, del 2016 a 2023, como actriz en 4 novelas. También, de 2017 a la fecha, en Teatro Sentido, siendo la dramaturga, directora y productora de 2 proyectos personales: “Nupaaka, un viaje a nuestros ancestros” y “Operación Pacífico”.

Foto: Óscar Fuentes


Con esta carrera tan enfocada en el arte histriónico, ¿en qué momento diste giro hacia la conducción?

Soy una actriz que ha podido incursionar en la conducción y que ha sido muy feliz.

Esta área la he ido descubriendo pasito a pasito. Me gustan los espacios cercanos, humanos y relacionales. Por lo que, si la invitación es desde ese lugar; lo disfruto mucho. 

He animado espacios importantes como bingos en beneficios, algunas “previas” de funciones y ahora último la Gala de Danza de la Academia de Dagoberto Huerta en Marchigüé (hermosa experiencia) y Festival de Cine Lebu 2023.

¿Con qué tipo de personajes o géneros te sientes mejor actuando?

La verdad, la verdad: No tengo un personaje o un estilo favorito. Por supuesto sí hay personajes que he querido con todo el corazón y otros no tanto. 

En lo que ha sido mi experiencia, sí creo que he tenido más oportunidad de trabajar en género dramático, tanto en teatro como en TV.

Soy una actriz de proceso, de trabajo constante. Y desde ese lugar la parte corporal es un espacio que para mí es fundamental de desarrollar. Siempre parto buscando cómo se proyecta un carácter a través del cuerpo. Por eso amo desarrollarme en espacios donde el cuerpo es muy importante, artes marciales, danza, ahora llevo 2 años aprendiendo Lengua de Señas Chilena.

¿Eres de las actrices que prefieren una ventana expresiva en particular -cine, teatro, TV, streaming- o te concentras en interpretar y punto?

No, no. A mí me gusta ser intérprete. Dar vida a personajes y apuntar a una creación diferente uno del otro. Eso me obsesiona y encanta. De estas cuatro áreas he podido desarrollarme más en 2, que es el teatro y la TV. Así que mi futuro lo estoy proyectando en lograr abrir más puertas dentro del mundo del cine y del streaming. Me encantaría. Estamos trabajando en ello.

Las actrices que admiro, tanto a nivel nacional como mundial, son mujeres de las que he podido admirar su trabajo en estas cuatro áreas desbordando versatilidad. Eso me fascina y obsesiona.

Como conductora y actriz, eres figura pública, ¿Te consideras líder de opinión? 

Sinceramente, no me acomoda el término “líder de opinión”. Más bien, soy una actriz que, gracias al trabajo que ha desarrollado, tiene a su disposición un mayor alcance en términos comunicativos. Y desde ese lugar, desde mi ser actriz, comparto en entrevistas o en mis redes, áreas reales en las que me desarrollo. 

Con eso me dejas claro que tienes muy a la vista tu gran responsabilidad social.

La parte social de mi trabajo es muy importante para mí. Por ejemplo, mi trabajo teatral lo he desarrollado en la creación y participación de obras que apuntan a las infancias. Creo firmemente que ahí se define en gran medida la persona y cuando tú vives experiencias positivas en torno al arte, y con eso, en el tiempo, vas a lograr que esa persona sea un futuro amante de esto que hacemos. De ahí mi primer amor a las infancias y al desarrollo de proyectos que aporten en su educación.

También eres una persona preocupada por el entorno, que promueve el cuidado de nuestro medio ambiente.

Mi obra “Operación Pacífico”, acerca de la contaminación del plástico en los océanos, muestra lo importante que es para mí el medio ambiente. Este documental animado ya tiene dos premios internacionales y ha compartido muchas funciones con adultos y niños.

Por otro lado, estoy estudiando Lengua de señas chilenas, 4 nivel. Otra área tremendamente importante en términos sociales. Tengo certeza de que, desde mi oficio, puedo aportar un granito en educación, y eso me fascina.

¿Hay alguien que consideres tu guía, tu principal mentor?

¡Qué difícil contestar esto! ¿Sabes? Porque he tenido muy buenos profesores, pero también con procesos educativos que me parecen súper violentos. 

Creo que si tuviera que destacar a una persona que para mí es un referente de creación, sería Gustavo Valdivieso, director de Teatro Atanor. Con él aprendí y conecté con el teatro para las infancias y, gracias a su trabajo, conversaciones, dirección y, hoy por hoy, amistad, es que ya voy creando mi tercer proyecto en esta área.

¿Qué consejo te ha marcado? ¿Qué consejo atesoras?

Un consejo que atesoro, que escuché en la escuela y que creo que ha sido muy importante es: 99% trabajo y 1% talento. Así creo que realmente es; se vive de esta profesión siendo una hormiguita constante.

Otra cita que recuerdo de la escuela es “No eres más que tu próximo personaje”. Me parece acertado pensar el camino de esta manera. Primero en términos concretos de tu trabajo, porque vas generando un rol tras otro. Y luego, en términos de exposición, creo que hay que tener una psicología equilibrada en este camino porque o te subes a la nube y te crees lo máximo o puedes deprimirte profundamente. 

Y tú, ¿qué consejos das a quienes quieren seguir tus pasos como actriz?

La verdad, no hay nada más valioso y valiente que seguir tus sueños. La vida pasa tan rápido, que levantarse todos los días a hacer lo que amamos es un auto regalo maravilloso. Si amas esto, inténtalo. No te quedes pensando “qué hubiera pasado si…” Inténtalo con todo el corazón, alma y cuerpo, con todas tus fuerzas. Pese a los malos días que sí habrá.  

Confía en tu proceso, confía en ti. Y trabaja, trabaja mucho, incansablemente, porque es difícil. Pero se puede.

Retomemos tu faceta como escritora de libretos teatrales. ¿Cómo te sientes con la dramaturgia?

Escribo desde la intuición, no te voy a mentir. No tengo especialidad, ni cursos en dramaturgia; simplemente, amo hacerlo. Amo llevar una imagen que tengo en mi cabeza y traspasarla al papel. 

Como señalé antes, he escrito dos proyectos de teatro para las infancias “Nupaaka, un viaje a nuestros ancestros” y “Operación Pacífico”. También he escrito cuentos para la radio, escribo cápsulas educativas para una marca, estoy terminando mi primer cortometraje y, paralelamente, iniciamos un proyecto de audio ficción femenina sobre el deseo y la sexualidad.

Ahora que respondo esta pregunta, me doy cuenta de que he escrito varias cosas efectivamente. ¡Qué alegría! Próximamente haremos un curso para profundizar en esto. 

¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional?

Creo que todos los inicios de proceso en un área desconocida los enfrento y los he sentido como un gran desafío. Por ejemplo, mi primera novela fue un desafío gigante. Yo venía del mundo del teatro y mi relación con la TV era a través de pequeñas cápsulas o cortometrajes universitarios. Fue un proceso muy importante; aprendí mucho, tuve compañeros muy generosos e Isabel Quiroga, siendo un personaje secundario, terminó cerrando la teleserie. Lo atesoro en el corazón. 

Luego, mi primer viaje a México. Empezar de nuevo. Mis deseos de abrir nuevas puertas y de subir un escaloncito. Partió desde cero y terminó siendo un viaje importantísimo en mi vida personal y laboral.

Ahora voy por el cine. Para allá estoy apuntando mi trabajo y energías. Amo lo que hago y quiero seguir creciendo.

¿Cuáles son las principales variables que consideras al aceptar un proyecto?

Dos cosas son muy importantes para mí. Primero, la historia que rodea al personaje, ya que eso se convierte en motivo de estudio, investigación y creación. Luego, el equipo humano. Valoro infinitamente con quién voy a trabajar, porque estaré con esas personas día a día. Me gustan los compañeros que son generosos y que hacen de los rodajes, días de encuentro y profundidad. Creo que con estos 2 grandes elementos se suceden grandes proyectos. 

¿Algún proyecto del que te arrepientas?

La verdad, arrepentirme como tal, ninguno. Porque finalmente tú aprendes de todas las cosas que van pasándote. He tenido malas experiencias sí, pero que me han hecho más fuerte.

Pero sí, hay un proyecto en el que el segundo elemento que mencioné no estaba y fue muy pesado de hacer. Será un secreto que me llevaré a la tumba-

¿Y el que te hace sentir más orgullosa?

Pues, sin duda alguna, “Perdona Nuestros Pecados”, en TV. Para mí, fue el puntapié inicial de lo que hoy son cuatro teleseries en el cuerpo. Me siento orgullosa de mí, de mi crecimiento, de mi constante trabajo, y me siento muy agradecida de las oportunidades y desafíos que la televisora MEGA ha puesto en mi camino.

De no haber sido actriz, ¿en qué otras áreas habrías estado?

Nunca me he visto en otra cosa. Nunca me he sentido no siendo actriz. Lo llevo impregnado en el ADN y, para bien o para mal, toda mi vida la veo en desde la actuación.  

Pero, si tuviera que elegir otra opción, sería enfermera pediátrica.

¿Qué te llevó a la decisión de migrar a México?

Más bien, me gusta decir que quiero que México sea otro espacio laboral. En ello estamos trabajando. Pero en Chile tengo proyectos también.

México es un planeta de diferencia en término de oportunidades laborales. El hecho de que sea un lugar con muchísimas producciones al año, con personajes diversos, con la cultura a flor de piel en las calles, con contactos globales, con formas de hacer mucho más grandes; un lugar donde puedes audicionar para los proyectos (gigante diferencia con Chile); hacen de México una tremenda experiencia para mí.

Mi deseo es ir abriendo nuevas puertas de trabajo, ir caminando y seguir creciendo. Mi primer viaje fue hermoso y hoy tengo mi visa por tres años.

¿Qué has estado haciendo por acá, en México?

Mi primer viaje fue de 6 meses y en ese período pude trabajar en “Triada”, una serie de Argos; tuve un rol en la novela “Mi Fortuna es Amarte” para TELEVISA, hice un videoclip para LANDABUR, músico chileno en México; hice publicidad y me quedé en una película que lamentablemente no pude hacer porque había regresado. Todo esto, además de un llamado para otro proyecto estando en Chile. Eso es mucho para tan poco tiempo, siendo extranjera. 

Quiero permitirme vivir nuevas posibilidades de trabajo en México, aprender en escuelas maravillosas que conocí y crecer.

Pero no estás dejando Chile, tu país.

De Chile no me voy. Es mi hogar y tengo mis proyectos allá. Vamos caminando ambos lugares.

En este momento de tu vida, ¿hay algo de lo que te lamentes?

No me arrepiento de nada de lo que soy. Ni de ninguna experiencia negativa que, por supuesto, he vivido en este camino. Creo que si pudiera retroceder en el tiempo, le diría a esa Ale más pequeña que “todo va a estar bien”, para que ella, quizás; hubiese sido más atrevida en ciertas cosas. Pero, luego, también digo que, si hubiese sido así no sería esta Ale. No sería yo.

¿Sabes? He aprendido poco a poco a confiar en que las cosas tienen su momento perfecto para darse. La vida, en conjunto con mi trabajo constante, así me lo demuestran. Y yo lo agradezco tanto. Con el paso de los años, la vida se disfruta más y más.

Me gustaría que estuviera viva mi nana, mi Cecilia Castro, mi segunda mamá. Y poder compartir con ella todo mi proceso. Pero estoy segura de que está conmigo de la mano siempre.