Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Especial
Espíritu mexicano
El pasado mes de septiembre, reforzamos nuestra
identidad nacional, nuestro
orgullo por ser mexicanos.
Las banderas de diferentes
tamaños invadieron las calles de todas
las ciudades de la República Mexicana
para alegrar el panorama urbano con
el verde, blanco y rojo.
Los que somos mexicanos tenemos
ese espíritu patriótico que nos caracteriza; el ¡Viva México! nos sale de lo más
profundo de nuestras entrañas y entonamos con respeto el himno nacional.
Lo que sí, criticamos a los políticos
mexicanos, detestamos la corrupción
en México, la discriminación y clasismo
que existe entre nosotros mismos ; pero
sí alabamos el esfuerzo y la voluntad de
cada uno de los mexicanos para salir
adelante y enfrentar día a día el reto
de estirar el gasto a fin de quincena
o de mes.
Para los mexicanos no hay un “no
puedo” por respuesta, porque sacamos la casta ante las situaciones más
difíciles, y para muestra está la pandemia, que sacó lo peor, pero también
lo mejor de nosotros mismos, y como
mexicanos podemos decir que si bien
nos desequilibró toda esa situación,
no nos tumbó.
El terremoto de 1985 y el terremoto
de 2017 fueron dos acontecimientos que
dejaron huella la historia de México, en
los que también quedó demostrado que
el pueblo de México resurgió de entre
las cenizas como el ave fénix .
Hay muchas cosas por las que nos
sentimos orgullosos de haber nacido
en esta “tierra bendita de Dios “, como
nuestra gastronomía, nuestra historia,
nuestras bellezas naturales, nuestra
filosofía de vida, por mencionar algunas.
En este sentido, me refiero a que
como dice el dicho: “ no se nos atora
nada” y siempre resolvemos cualquier
problema “a la mexicana”, ya sea de tipo
mecánico o eléctrico, con herramientas
inventadas a veces también por nosotros mismos.
Cuando un extranjero piensa en
México, piensa en los colores, en la
música, en la diversión, en la algarabía, en la amabilidad de la gente, en la
calidez y en otras muchas cosas agradables que hacen que nuestro país sea
un destino atractivo.
Claro que también como mexicanos
tenemos muchas fallas y errores, por lo
que hay que destacar lo bueno y corregir
lo malo; como algunos malos hábitos
que tenemos arraigados como el ser
apáticos, ya que posponemos planes y
proyectos cuando los podemos iniciar
de manera inmediata.
Pero que no se pierda el espíritu
mexicano, que siempre nos acompañen
el verde, blanco y rojo, y que nuestra
sonrisa y sencillez sea el sello distintivo cuando vayamos a otro país, para
que digan: “ mira, ese (a) tiene pinta de
mexicano (a)”
¡Viva México!
irma_idalia@hotmail.com