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¿Cómo suenan algunos problemas de AL en los oídos de los japoneses? | SILVIA LIDIA GONZÁLEZ | Marzo 2013

Por: Silvia Lidia González / Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS), Japón
Fotografía: Especial


¿Cómo suenan algunos problemas de AL en los oídos de los japoneses?

¿Cómo unos jóvenes japoneses que ven películas de Pedro Infante, cantan con Camilo, Julieta Venegas y saben del festival de Viña del Mar encontraron otra forma de música popular en el mundo hispano? Agua, salud, trabajo, igualdad de género…los temas “le suenan” a los estudiantes japoneses que leen noticias del mundo hispano para sus clases. A otro “le suenan” por sus investigaciones sobre los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. Y, finalmente, al ritmo de tambores caribeños, son jarocho y arpas ecológicas, en Japón se confirma que estos temas “suenan” real y milagrosamente en la música de América Latina.

A miles de kilómetros de distancia, importantes centros culturales de Europa, el Instituto Cervantes de Tokio y varias universidades japonesas se han unido para conocer y dialogar con jóvenes de México, Paraguay, Chile y Colombia, que han enfrentado la pobreza y otros problemas sociales, a través de la música.

Como resultado de este diálogo se han producido cinco microdocumentales en los que estos jóvenes han descubierto varias sorpresas: un arpa paraguaya que, en vez cuerdas, suena con agua; una familia de descendientes japoneses que lucha por mantener el son jarocho y los instrumentos autóctonos en México; los cantos y tambores africanos que han ayudado a crecer a los niños de la costa colombiana, y el significado especial del concepto “música popular” en Valparaíso y Viña Del Mar, Chile.

De junio a diciembre de 2022 un grupo de alumnos de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS) investigó sobre diversas iniciativas en América Latina que demuestran cómo se puede hacer música de manera sustentable.

Destacan en ese sentido: el Jardín Kojima (México), la Escuela Popular de Artes y la Fundación Puerto Mestizo (Chile), la Orquesta H2O (Paraguay), y la Escuela Taller Tambores de Cabildo (Colombia).

LOS JÓVENES JAPONESES Y SU APROXIMACIÓN A LA MÚSICA LATINA

Después de Pedro Infante, Julieta Venegas, Camilo y el Festival de Viña del Mar… 


Por: Carolina Imori y Haruka Koiso, con Silvia Lidia González (profesora) Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS), Japón.

¿Qué fue lo que acercó a estos estudiantes japoneses a tan especiales iniciativas musicales en América Latina? El proyecto “En clave de docs: microdocumentales”, apoyado por instituciones culturales de tres países de la Unión Europea: Alemania, Italia y España, que canaliza y coordina el proyecto a través del Instituto Cervantes. Javier Fernández, gestor cultural de este centro, fue un gran promotor de la idea, junto al guionista español Álvaro González Aller, cuya experiencia fue clave para guiar y acompañar a los estudiantes en la producción audiovisual.

Junto a ellos, también participan las embajadas en Japón de varios países latinoamericanos: Paraguay, México, Colombia y Chile. En la parte académica se sumó el profesor Gregory Zambrano, de la Universidad de Tokio, junto a algunos exalumnos de esta institución, convertidos ahora en importantes promotores de la música latinoamericana.

El proyecto se llevó a cabo entre junio y diciembre de 2022, con la participación principal de alumnos y profesores de la Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS). 

Como especialista en subtitulación audiovisual, la profesora Miki Watanabe también colaboró en esta parte con los participantes, que fueron principalmente estudiantes de seminarios de investigación, como los que están a cargo de los profesores Silvia Lidia González y Seiichi Aoto, en KUIS.

El profesor Aoto, jefe del Departamento de Español y Portugués en el área de Iberoamérica, manifestó su gusto por ritmos populares de Latinoamérica, como la salsa y la música pop, pero reconoció que con este proyecto se abrían oportunidades especiales para que los estudiantes pudieran conocer otras interesantes variedades artísticas. “Si yo fuera estudiante, estaría encantado de participar en un proyecto así”. 

Algunos de los participantes corroboran esta idea y su propio interés y gustos musicales. Akemi Suhara, estudiante de inglés y español, considera que la música es una terapia que le ha ayudado en momentos difíciles y le gustó el propósito: “Me atrajo mucho esta idea de participar en un proyecto para una buena causa que es conectarnos con personas de Latinoamérica a través de la música”.

La singularidad del proyecto atrajo a Alexsandra Martínez, estudiante de lengua española, que describía así sus tareas: “Prácticamente entrevistamos a gente que toca música, aun en situaciones de pobreza, para que sus voces sean escuchadas por el mundo”.

Estas jóvenes ya tenían noción y gusto por artistas populares del mundo hispano como Camilo y Julieta Venegas. Sin embargo, sorprende encontrar a Kion Narahara, un japonés de 20 años que mediante el proyecto reavivó sus pasiones sobre la cultura popular Latinoamericana, especialmente el cine de oro mexicano y artistas como Pedro Infante. Tras presentarse al proyecto con un sombrero y una muñeca típica, este joven japonés no dudó en entonar con aires jarochos aquella copla de Balajú, que se fue la guerra: “Ariles y más ariles, ariles del carrizal, me picaron las abejas, pero me comí el panal”. Narahara asegura que, a través de este proyecto, siente curiosidad por utilizar el poder de la música para preservar las tradiciones.


TAMBORES DE CABILDO: EL RITMO DE LA ESPERANZA

Por: Marina Hoshiai, con Silvia Lidia González (profesora) Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS), Japón. 

Cartagena de Indias es un famoso puerto que inspiró al Premio Nobel Gabriel García Márquez. Igual que él lo hizo en la Literatura, actores como Robert de Niro, Michael Douglas y muchos más han recorrido en sus películas las encantadoras calles coloniales de esta ciudad colombiana, llena de colores, flores y música. Es el gran atractivo turístico en el país, pero… ¿qué hay detrás de esa fama? 

Las comunidades más pobres de Cartagena han encontrado una forma de enfrentar sus problemas sociales, rescatar los sueños de los niños y jóvenes, al mismo tiempo que luchan por mantener una tradición viva: los tambores y la música africana.

¿Qué nos heredaron nuestros ancestros y qué podemos heredar a nuestros niños? Esa pregunta de muchos pobladores de La Boquilla ha encontrado respuesta en la Escuela Taller Tambores de Cabildo. En esta comunidad, habitada casi en su totalidad por afrodescendientes, los tambores se han convertido en el centro de un proyecto musical, pero también político, económico y social.

EL TOQUE SOCIAL DE LOS TAMBORES

Rafael Ramos Caraballo es el fundador de esta escuela. Con una larga trayectoria que lo llevó por el mundo acompañando a la famosa Totó La Momposina o poniendo la fuerza de los tambores en variadas producciones, este músico ha logrado consolidar un espacio de desarrollo para los habitantes de La Boquilla. 

Muchos alumnos de la escuela que fundó el maestro Ramos tienen alrededor de 15 años y a esa edad ya entienden los alcances de este proyecto. ¿Cuáles son los ejes en los que trabaja la Escuela Taller Tambores de Cabildo?

En una entrevista especial, Ramos Caraballo explica en detalle que el primer eje es el fortalecimiento de la identidad. Esto se logra rescatando las manifestaciones culturales propias. Por ejemplo: la música del tambor, el ritmo bullerengue, la forma de bailar y de cantar, la cocina tradicional, las actividades de la pesca e incluso la variante dialectal…las formas en que se expresa la gente de esta región.

Además de encontrar su identidad como “boquilleros”, los participantes pueden descubrir su propio carácter. Brenda Orozco canta y toca tambores. Al referirse a su propia experiencia comenta que la escuela cambió su vida. Antes era una niña introvertida, pero gracias a la música ahora puede expresar fácilmente sus emociones.

El segundo eje de esta escuela se relaciona con el contexto político y organización social. Ramos agrega que los integrantes aprenden a organizarse como comunidad, al elegir nuevos líderes que forman parte de un consejo comunitario, de acuerdo con la Ley 70 de Colombia, que respeta el territorio étnico.

 El tercer eje es crear oportunidades de inclusión productiva o emprendimiento. Según sus palabras, se trata de generar empleos o dinero para ayudar en la vida de los participantes. Esto, a partir del capital cultural. Es decir, que se pueden organizar talleres, producir y vender tambores, dar conciertos, preparar alimentos típicos, diseñar vestuarios y así aportar recursos para la escuela.

Por último, el cuarto eje son la inclusión y la diversidad. El maestro Ramos dice que respetan los derechos de todos y se promueve la aceptación natural de hombres, mujeres y personas con diferentes capacidades.

GENTRIFICACIÓN: NUEVAS PALABRAS Y VIEJOS PROBLEMAS

Como una alternativa en una comunidad donde faltan oportunidades para la educación, esta escuela taller se ha vuelto un espacio para alejar a los jóvenes de actos delictivos o entornos de inseguridad.

Los estudiantes también aprenden sobre los problemas de la comunidad y buscan en la playa a jóvenes en peligro de involucrarse en entornos negativos por falta de oportunidades. La meta es invitarlos a integrarse en las actividades que convoca esa iniciativa musical. 

“El impacto de la escuela es rescatar a los niños para que no vayan por malos caminos”, comenta Hernando Ortega Villar, quien se define como un “pescador de toda la vida”.

La pesca es precisamente el principal oficio de muchos pobladores como Ortega. Un gran atractivo para el turismo en Cartagena es la cultura: la música, los vestuarios, la gastronomía, los productos artesanales. La pesca es base para platillos famosos que salen de muchas casas de estas poblaciones.

Sin embargo, estos espacios están en peligro por la gentrificación. Esto quiere decir que la construcción de edificios turísticos como hoteles o apartamentos pone en peligro los territorios y actividades de los residentes originales.

Como resultado de lo sembrado en la conciencia y el gusto musical de estas comunidades, algunos de los integrantes de la Escuela han pasado a ser maestros, junto a Rafael Ramos. Incluso han acompañado a la llamada reina de Bullerengue, Petrona Martínez, reconocida con un Grammy latino al mejor álbum folklórico en 2021.

En el diálogo con integrantes de la Escuela Taller Tambores de Cabildo, los jóvenes japoneses se han sorprendido por la madurez y conciencia social de sus pares, así como la combinación de esa conciencia y actividades sociales, con las voces, el ritmo y la alegría de la música, al ritmo del tambor. 

EL AGUA, LOS ANIMALES, LOS ÁRBOLES… LOS INSTRUMENTOS Y LA VOZ DE LA NATURALEZA

Por: Marina Hoshiai, con Silvia Lidia González (profesora) Universidad de Estudios Internacionales de Kanda (KUIS), Japón. 

¿Dar voz al agua? ¿Sacar música de los árboles o los animales? En Japón esas preguntas parecen alejadas del ámbito estricto del aprendizaje musical. Sin embargo, los proyectos latinoamericanos descritos por estos jóvenes llevan a respuestas sorprendentes.

INGENIO Y CONCIENCIA EN UN INVENTO SINGULAR: EL ARPA DE AGUA

Entre las estudiantes que han dialogado con los integrantes de la Orquesta H2O de Paraguay, Saki Shiraki reconoce la sorpresa de haber descubierto un singular invento de esta agrupación: un arpa de agua.

El ingenio del arquitecto Fernando (Amberé) Feliciangeli, le dio voz al agua por una técnica nueva, logrando crear un arpa que, en vez de cuerdas, suena con chorros de agua. Alexandra Britos es la arpista que tiene el privilegio de tocar tan original instrumento, que reúne dos grandes recursos del país sudamericano: el arpa y el agua. Paraguay, junto a Brasil, Argentina y Paraguay tienen, en el Acuífero Guaraní, la tercera reserva más grande de agua dulce del mundo.

Pero aún hay mucho por hacer para que el agua llegue a gran parte de la población. Es un recurso vital que tenemos que cuidar. Así, el mensaje “escuchemos al agua” mueve a estos jóvenes paraguayos a seguir al director William Aguayo, tocando instrumentos como un violín fabricado a partir de botes de plástico, una flauta de partes de una tubería, y un bajo armado con la tapa de un sanitario.

“Nuestra forma de llamar la atención es con alegría”, expresa Lilian Molina, encargada de proyectos de la Orquesta H20, que por su misión ha sido reconocida por la UNESCO como “artistas para la paz”.

LOS CUEROS DEL TAMBOR Y LA QUIJADA DE BURRO

Además del sonido del agua, los estudiantes japoneses que hicieron estos microdocumentales, pudieron entender cómo se fabrican los tambores de los ritmos afroamericanos, gracias a las explicaciones de los mismos jóvenes integrantes de la Escuela Taller Tambores de Cabildo.  

Para quienes practican el típico tambor taiko (o Wadaiko) en Japón, es interesante saber que al otro lado del mundo unos jóvenes mantienen las tradiciones, no solamente interpretando estos ritmos, sino fabricando sus propios instrumentos. Niños y jóvenes de La Boquilla, en Cartagena, han aprendido a aprovechar árboles cortados y ahuecados, que se tapan con cuero de chivo, amarrado con bejuco o fique natural. Aunque no se ve todo el proceso, la alegría y la fuerza de estos jóvenes se puede constatar en el microdocumental “El ritmo de la esperanza”.

Por otra parte, al hablar de los ritmos tradicionales de México, es común encontrar referencia al son jarocho, del estado de Veracruz. En diversos espacios, como el “Jardín Kojima”, un grupo de entusiastas maestros y promotores han compartido por varios años con niños y jóvenes la alegría de los fandangos, del zapateado, los cantos y la ejecución de instrumentos típicos como la jarana, pandero y la quijada de burro.

Este instrumento de percusión (llamado a veces charrasca) se conoce desde tiempos antiguos en los ritmos de origen africano que se ejecutan en Perú, en el candomblé sudamericano y en otras regiones de México.

Para escuchar cómo suena la quijada, y cómo se intenta mantener la tradición del son jarocho, se puede ver el microdocumental titulado “El son del jardín mágico”. Estos instrumentos sencillos o ingeniosos llevan en su sonido un importante mensaje sobre el cuidado de la naturaleza y la conservación de las tradiciones culturales.

¿CÓMO VER LOS MICRODOCS?

Aquí se puede encontrar una breve descripción de cada tema, y los enlaces al Canal de YouTube del Instituto Cervantes de Tokio.

JARDÍN KOJIMA, EL SON DEL JARDÍN MÁGICO 

Cuando Yasuo Kojima llegó desde Japón a Veracruz hace más de 100 años, no imaginaba que la pesca, la comida y la música de la región llegarían a ser el centro vital de su familia. Sus descendientes han luchado hasta ahora desde el Jardín Kojima para mantener y enriquecer las tradiciones culturales, especialmente de algo tan mexicano, tan veracruzano, como el son jarocho.

https://www.youtube.com/watchv=7SyrBfJqg2U&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=1

LA ESCUELA POPULAR DE ARTES DE CHILE CRESCENDO 

Viña del Mar es el escenario que el mundo asocia con un gran festival de música popular. Pero más allá de esas luces y reflectores, en los barrios de esta ciudad costera en Chile, niños y jóvenes han aprendido a acercarse a otro concepto de música popular. Aquí los podemos ver en la Escuela Popular de Artes (EPA) de Chile.

https://www.youtube.com/watchv=kQh3LdA31cU&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=2

ORQUESTA H2O LA VOZ DEL AGUA 

¿Problemas con el agua? El mundo entero enfrenta el reto de garantizar el vital líquido. Paraguay, con una de las mayores reservas de agua dulce del mundo, le ha dado voz a este recurso, a través de la Orquesta H2O. Además de hacer música con tuberías, caños y botes de agua, han creado un invento maravilloso: un arpa de agua. ¿Cómo suena? En este microdocumental se puede ver y escuchar. 

https://www.youtube.com/watchv=NbH1YgBr4hE&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=3

ESCUELA TALLER TAMBORES DE CABILDO EL RITMO DE LA ESPERANZA 

La Escuela Taller Tambores de Cabildo, en Cartagena, Colombia, ha despertado gran interés entre los alumnos japoneses, por las habilidades musicales, las labores sociales y la conciencia política que tienen los niños y jóvenes que participan en esta iniciativa. Además del diálogo de Japón con Europa y América Latina, través de los Tambores de Cabildo los estudiantes han conocido también una manifestación viva de la herencia africana en el mundo hispano. 

https://www.youtube.com/watch?v=Uk8ivGzijQI&list=PLQq848rEePq7n6xNZWU6Feg8hzzHBBAm-&index=4

FUNDACIÓN PUERTO MESTIZO LA MÚSICA DE LOS CERROS 

Poetas, músicos y artistas de diversos géneros, han llegado a Chile por el puerto de Valparaíso. Ese camino cuesta arriba para llegar a las montañas, junto al mar, es también un reto para los habitantes de la región que quieren hacer música, aún con pocos recursos. Sus voces se escuchan en este microdocumental.