Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Especial
Tláloc, atiende nuestras súplicas
Hasta no hace mucho
tiempo, lo primero
que hacíamos al
despertar era revisar nuestras redes
sociales; ahora, antes que otra
cosa suceda, comprobamos si
contamos con el servicio de
agua. A principios del mes de
mayo, iniciaron los cortes del
vital líquido en Nuevo León, lo
cual ha perjudicado gravemente
a la población.
Yo recuerdo en los años
80s, cuando teníamos ese problema y mis padres compraron
un tinaco, ya que cortaban el
suministro algunas horas por
la tarde o por la mañana. Nunca
me imaginé que a casi 40 años
después en pleno 2022, íbamos
a sufrir nuevamente por la falta
de agua.
De unas semanas para acá,
los noticieros reportan las quejas
de vecinos de todas las colonias
de diversos municipios: García,
Guadalupe, San Nicolás, Monterrey, entre otros, incluso me tocó
ver hace días, que un grupo de
personas de Contry Sur denunciaron que desde hace cuatro
días no tenían agua.
Me llamó la atención porque
el Contry es un sector de clase
media alta, pero ahora sí que con
estas medidas nos aplicaron la
de: “todos coludos y todos rabones”, en el sentido de no importa
cuál sea tu condición social, pues
te puedes llevar la sorpresa de
que al abrir la llave de tu regadera no salga una gota de agua
en uno o varios días.
Para estas alturas, los ciudadanos ya tomaron sus precauciones; desde almacenar agua en contenedores de
todos los tamaños como: botes de basura, tinas, tambos, ollas, hasta comprar e instalar tinacos, pero para
algunos no es suficiente, porque sale muy reducido el
chorro y no alcanza para llenar todos los recipientes,
incluso el tinaco.
Por otro lado, hay muchas fugas en diferentes colonias y abundan las quejas porque no van a repararlas,
lo que ocasiona que se pierdan litros y litros de agua.
Recientemente en la calle donde vivo había una fuga,
eso pasó un domingo y hasta el martes vinieron a
reparar y el jueves taparon el
pozo y todavía falta que cubran
la parte de arriba con la carpeta
asfáltica.
En tanto, Juan Ignacio
Barragán, el director general
de Servicios de Agua y Drenaje
de Monterrey, insiste en que
debemos de cuidar el agua, no
desperdiciarla, pero también es
cierto que se tira sin control porque hay fugas por todas partes,
y los más perjudicados somos
los usuarios.
Además, todo esto tiene que
ver mucho con la cultura del
cuidado del agua, ya que muy
pocas personas hacían un uso
inteligente al reutilizar el agua
de la lavadora para trapear, o
para lavar su vehículo, bañarse
en pocos minutos, captar el agua
de lluvia, por mencionar algunos
ejemplos, pero la gran mayoría
no lo hacíamos así.
¿Se acuerdan del comercial
“Amanda ¡ciérrale!”? fue muy
popular a mediados de los 80s, en
el cual un niño (Enrique Cuenca
Jr.) le dice a Amanda, interpretada por la actriz Isabel Martínez,
que deje de tirar el agua con la
manguera y le advertía “te la
estás acabando”. Ese anuncio
formó parte de la campaña para
la concientización sobre el ahorro
del agua en esa época.
Y ahora en pleno 2022 ya no
se nos da la opción de cerrar
la llave del agua, mejor nos la
cortan. Juntamos la que podemos, protestamos, pedimos a
los amigos y a familiares que sí
tienen que nos dejen lavar ropa
y bañarnos, y nos angustiamos
porque no sabemos por cuánto
tiempo estaremos así y no nos queda más que invocar
al Dios Tláloc, al santo de nuestra devoción, para
que nos haga el milagro, o atesorar el agua como si
fuera el más preciado bien (porque, de hecho, lo es).
irma_idalia@hotmail.com