Por: Roberto Uriel Torres - POSTA
Fotografía: Cortesía POSTA
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Imanol Caneyada. |
El poder construye narrativas
desde la mentira: Imanol Caneyada
Al presentar su novela “Fantasmas del oriente” en la Feria UANLeer, el escritor
e investigador de origen vasco, pero asentado en Sonora, propone generar
contranarrativas al poder desde la literatura, el arte y la investigación histórica.
Un hombre se planta frente a una tradicional
mueblería de Sonora. Coloca una manta
donde exige que la familia Garzón, dueña
de ese negocio, repare el daño causado a
sus antepasados.
Al principio esto resulta indiferente para las personas, incluso el personal de la mueblería. Hasta que
alguien lo sube a redes sociales, y el mundo digital
hace lo suyo.
La historia se desprende de la época de genocidio
contra la comunidad asiática en México a principios
del siglo XX.
Este es el punto de partida de la novela “Fantasmas del oriente” del investigador y escritor Imanol
Caneyada, editada por Grupo Planeta.
Se trata de una novela creada a partir de los hechos
reales ocurridos en Sonora, y que fue presentada
durante las actividades de la Feria Universitaria del
Libro UANLeer.
En entrevista, Caneyada, de origen vasco, pero
asentado en Sonora, reflexiona cómo la mayoría de
las narrativas que se desprenden del poder provienen
de la mentira.
Y propone generar contranarrativas desde la literatura, el arte y la investigación histórica.
Cuéntenos sobre el proceso creativo para esta
obra, ¿realizó algún tipo de investigación para
contar esta historia?
No fue un proceso de investigación específico para la
novela, sino que a mí el tema me atrapó y me obsesionó,
me cautivo desde que empecé a conocer las circunstancias en las que se dio esta terrible persecución,
este genocidio, y fui acumulando información a lo
largo de los años.
Yo tenía la idea de escribir una novela sobre el tema,
pero no hallaba forma. Fue mucho tiempo después
cuando surgió la idea y la premisa que le da sustento
a “Fantasmas del oriente”, que es qué sucedería si un
descendiente de esta comunidad china, perseguida,
acosada, expulsada, reclamara una verdad, una justicia
histórica, una reparación del daño, y a partir de esa
premisa es cuando ya tuve claro por dónde iba a ir la
novela, porque lo que me interesaba sobre todo era
establecer un diálogo desde el presente con esos sucesos tan terribles, entonces ya que me senté a escribir
la novela, recuperé algunos de los aspectos que iba
acumulando en cuanto a formación, datos, archivos,
y también la escritura de la novela me exigió también
hacer una segunda investigación ya más concreta, ya
más específica, a partir de lo que la misma novela me
iba pidiendo, sí fue un proceso de varios años.
¿De dónde surge el interés por contar esa
historia?
Surge cuando yo llego a vivir a Sonora, sería en el
año 1997, y la persecución contra la comunidad de
China en México en la historia oficial no existe, está
totalmente invisibilizada, pero a nivel vox populi, a
nivel memoria oral sí existe, entonces cuando llegué
a Sonora empecé escuchar de la gente esta historia
siniestra, pero contada siempre un poco desde la vergüenza, la ignorancia, desde no saber muy bien qué
había pasado, empezó a llamarme la atención, y dije
de qué estamos hablando, cuál es la magnitud de esto
que mencionan que se cuenta a nivel de la tradición
oral, que no está en la historia oficial de México, que no existe en la construcción de la identidad mexicana, 31
ni de los procesos de fundación de la nueva patria a
partir de la Revolución, de qué estamos hablando.
No está en ninguna parte, y este silenciamiento, esta
omisión me decía que había sido algo mucho mayor
de lo que se contaba, y bueno fue así que empecé a
escarbar un poco en esta siniestra y terrible historia.
“Generar estas contranarrativas desde la
literatura, del arte, desde la investigación
histórica, por supuesto, es fundamental para
no ser un pueblo tan enajenado, tan alienado,
tan manipulable”
Plantea el concepto de la reparación del daño, y
está la presencia de una familia que tiene cierto
poder político y social, ¿qué piensa de esto que
sucede aquí en México, de que existan este tipo
de familias?
Una de las cosas más sorprendentes a medida que
iba conociendo la historia de la persecución de la
comunidad china es cómo las familias, en el caso de
Sonora, específicamente, las familias que detentaban un poder político y económico muchas de ellas
se habían visto beneficiadas directamente de este
despojo, porque entre otras cosas lo que se hizo fue
despojar a la comunidad china de sus bienes, de sus
propiedades, una comunidad que en muy poco tiempo
fue muy próspera, en cuestión de 30 años la comunidad china adquirió una prosperidad, una presencia
económica importante en el noroeste de México, y
esto despertó suspicacias, envidias y corajes en ciertos
círculos, y a partir de la utilización de un discurso
racista, de tintes fascistas, hay que decirlo, no me los
inventé yo, los que aparecen en la novela ahí están.
A partir de ahí un sector político económico importante vio la oportunidad de poder enriquecerse despojando a esta comunidad de sus bienes, de sus riquezas,
sus propiedades, y muchas de esas familias son las
que todavía en la actualidad, en el caso de Sonora,
en el caso de Sinaloa, en el caso de Baja California,
detentan el poder económico y político, y bueno esta
familia específicamente está inspirada en una muy
concreta de Sonora que tiene mucho poder, existe,
no con este apellido, ellos son los Mazón, en la novela
son los Garzón, es un guiño, pero es una familia con
mucho poder económico y político hasta hace poco
que cambiaron los signos en Sonora con las últimas
elecciones a la gobernatura, pero todavía hasta el año
pasado eran los que movían los hilos de la política
en Sonora, y es una familia qué fundó su riqueza en
el despojo a la comunidad china, pero no es la única
hay muchas familias en Sonora, esta es como la más
visible porque es de las familias poderosas.
¿Hoy en día continúa este tipo de situaciones?
Yo creo que somos una sociedad muy racista y muy
clasista, lo interesante aquí es cómo apenas estamos
abriendo los ojos a esto, apenas estamos haciendo
conciencia de esto, durante muchos años el discurso
era el discurso del victimismo, “somos los despreciados, en México no hay racismo, al revés, nosotros
sufrimos el racismo cuando vamos a Estados Unidos”, entonces este discurso victimista construido
desde intereses muy específicos, muy concretos, se
ha empezado a desmoronar, afortunadamente, y no
significa que no seamos víctimas, yo creo que todo
pueblo es víctima y victimario, pero esta visión tan
maniquea, ingenua, donde decimos nosotros somos
las víctimas nada más, era como muy conveniente
para ciertos sectores de enorme poder político y
económico que habían construido esta idea de qué
México no hay racismo, en México no hay clasicismo,
cuando realmente somos una sociedad, y ahora sí
ya lo estamos viviendo, estamos siendo conscientes
de cómo se ha construido en términos económicos
y políticos la pirámide social que sostiene el país.
Es una pirámide donde en la parte más estrecha
te vas a encontrar a gente blanca, descendiente de
europeos, la mayoría, y a medida que vas bajando la
pirámide te vas encontrar con los mestizos, luego ya
están los pueblos originarios, los afrodescendientes,
los afro mexicanos que ni siquiera se mencionaban,
y que recientemente ha empezado a ver un proceso
de reconocerles.
Pero si tú analizas la pirámide social en México
como está construida, está construida con base en
el racismo y en el clasicismo, en el machismo por
supuesto, en la homofobia, creo que estamos viviendo
un momento muy interesante en ese sentido en México
porque empieza a haber una conciencia de esto, de qué
no somos ni tan inocentes. La construcción de la identidad se dio a partir de esta pirámide tan excluyente
y ha empezado a haber un despertar en ese sentido,
gracias a los movimientos sociales como los feminismos, las luchas de la comunidad LGBT, las luchas
de los pueblos originarios, creo que el lanzamiento
zapatista, yo recuerdo que en el 94 cuando se alzan
los zapatistas en el sur de Chiapas, lo voy a decir de
una forma metafórica, fue de pronto para descubrir
para ciertos sectores de la población mexicana que en
México había indígenas, no en los museos, sino en las
calles, estaban totalmente invisibilizados, entonces
bueno creo que de los 90 para acá ha habido proceso
de lucha muy interesante que no ha ido abriendo los
ojos y cuestionando también cómo hemos construido
esta sociedad.
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Novela “Fantasmas del Oriente”. |
El proceso de rechazo, xenofobia, e incluso
asesinato de personas chinas en México se fue
cubriendo, pero hay un personaje en esta novela
que es el que trae al presente todo eso que
sucedió y lo transforma en un reclamo, dicho
esto, ¿qué tan importante es la memoria?
Es tan importante que la mayoría de las narrativas que
se desprenden del poder lo que buscan es mentir, o tergiversar, o engañar sobre precisamente los hechos que
pudieron suceder en nuestro pasado, como lo estamos
viviendo ahorita con esta terrible guerra, invasión de
Rusia a Ucrania, si uno analiza lo que está haciendo
Putin es borrar la memoria, y construir una narrativa
negando un montón de hechos que sucedieron en el
pasado, negando incluso la identidad, llegar a decir
Ucrania no existe, toda esta lucha por la narrativa qué
se está dando nos indica que tan importante es que el
arte, por ejemplo, que la literatura, que la filosofía, que
la sociología, que las diferentes disciplinas que pudieran
estar al servicio de la memoria, de la identidad, de la
genealogía, escarben, busquen las historias que han
sido silenciadas, porque entonces si no se hace este
trabajo, desde la trinchera que uno tenga.
El poder construye relatos, no solamente mentirosos, normalmente relatos que justifican las violencias contra sectores más vulnerables o sectores más
indefensos, o sectores que no le interesan ese poder,
y lo estamos viviendo ahorita, hay una guerra por
la cuestión económica, por la cuestión de los energéticos, pero hay una guerra que tiene que ver con
las narrativas, y estas narrativas están construidas
desde la mentira, como la mayoría de las narrativas
que se desprenden del poder.
Generar estas contranarrativas desde la literatura, del arte, desde la investigación histórica, por
supuesto, es fundamental para no ser un pueblo tan
enajenado, tan alienado, tan manipulable.