Por: Miguel Ángel Arritola
Fotografías: Miguel Ángel Arritola y Gari Garibaldi
“Monterrey es mi todo”
Después de una ausencia de casi tres años, el pintor y
escultor Juan Torres, vuelve a Monterrey para promover
la subasta de la casa “Las Paranguas” que se realizará
el miércoles 01 de diciembre.
Es de Morelia.
Es pintor, escultor, retratista y costumbrista.
Es considerado el primer artista en crear
esculturas del personaje de arte popular
como la Catrina, que viene a ser un símbolo del día
de los muertos.
Su arte es de una libertad que ama a la hora de
trabajar.
Para él no hay esquemas establecidos.
Todo surge de la imaginación y de esa pasión que
corre por su sangre, la misma pasión que lo ha llevado
al éxito dentro de su oficio.
“Si no hubiera sido pintor o escultor, sin duda
hubiera sido albañil”, expresa Juan Torres al momento
de arrancar una charla casual con “ajá!”.
Es de temple a la hora de hablar y más si se habla
de su arte del cual presume vivir de él.
“Yo si vivo del arte, de mi arte. Hay quienes decían
que del arte no se podía vivir y llevo más de 40 años
viviendo de lo que hago”.
Es de Morelia, pero como si fuera regiomontano.
Hay tanto de él en suelo regio que ya se siente
parte de esta ciudad.
“Vengo después de más dos años que me ausenté.
Primero fue mi enfermedad y luego se vino todo el
problema de la pandemia y ya me encerré por dos
años, ya no salí, hasta ahora”.
¿Qué hizo en ese encierro de dos años?
“Yo creo que este encierro de casi dos años y medio
ha sido uno de los más productivos, de los más fuertes
y más cambiantes y de más madurez. Sigo evolucionando, sigo trabajando y como no podía ni salir a la
puerta de mi casa pues lo único que podía hacer era
pintar, pintar y pintar y eso fue lo que hice”.
¿Cuánto tiene que no expone en Monterrey?
“Casi tengo tres años que no expongo en Monterrey
y sí lo extraño”.
¿Qué significa Monterrey en la carrera de usted?
“Mi vida se la debo a Monterrey. Todo lo que yo tengo
en mi vida viene de Monterrey., de mis gentes, de mis
amigos, de mis clientes y de mis admiradores. En Monterrey soy más importante que en mi propia tierra”.
¿Cómo es su importancia en su tierra natal?
“Pues sí me conocen, pero no como aquí en Monterrey.
Todo lo que tengo se lo debo a estas tierras y pese a
que no he venido en estos últimos dos años, va gente
de Monterrey a visitarme, a comprarme obras, por
eso digo que Monterrey es mi todo”.
Recuerda que fue en 1976 cuando expuso por
primera vez en Monterrey, en la Galería “Miró”,
una colección “de fierritos pegados” y desde luego
que viene a su mente que en ese lugar conoció al
galerista Guillermo Sepúlveda y a doña Margarita
Garza Sada.
“Ella (Margarita Garza Sada) fue quien me compró esa primera colección de piezas. Ella siempre me
apoyó en mi carrera como pintor”.
¿Ahora que está en Monterrey, hay alguna
propuesta para exponer?
“No, no la hay. Esta es la primera vez que salgo de
mi casa. Más que nada vengo a Monterrey ver a mis
amigos que tenía años que no veía y una de las cosas
especiales por las que vengo, es por la subasta de la
casa “Las Paranguas” que organiza Gimau, en García,
que fue un diseño mío, de una dirección mía, una
creación en general mía, de mi manera de pintar y
de hacer arquitectura. Yo no soy arquitecto, la verdad
es que yo estudié muy poca academia, yo estudié
mi primaria, pero mi educación va mucho más allá”.
“Ahora mismo me está costando mucho
trabajo entrar al terreno del arte abstracto"
¿Cómo fue que empezó a construir casas?
“Yo empecé por hacer mis propias casas, muy pero
muy modestas, pero yo tengo un gran amor y una
gran admiración por el arte mudéjar, este arte me
ha hecho amar mucho la tierra, porque gran parte
del arte mudéjar se construía con adobe, entonces,
después de la conquista de México viene el mudéjar
con los españoles a México y se establece en México.
Y después de que me adentro a este arte, descubro que la albañilería está fundamentada en el arte
árabe, en el arte mudéjar. Empiezo a descubrir que
todos los materiales, inclusive de la construcción,
son de origen árabe, estamos hablando del adobe,
del tabique, de las albercas, de los aceiteres, inclusive
lo de albañil y entonces es cuando me entró más la
curiosidad por conocer este arte mudéjar, y descubro
que en México hay muchas expresiones mudéjares,
en Michoacán hay bastantes ejemplos de este arte
muy mudéjar y muy árabe”.
¿De no haber sido pintor qué le hubiera gustado
ser?
“Albañil o jardinero, En Capula he construido una
gran casa con muchos jardines”.
¿Si no es arquitecto cómo es que hace casas?
“La verdad he hecho poca arquitectura y cada vez que
yo hago una casa, la hago como si estuviera pintando un
cuadro, la hago como si estuviera haciendo una escultura,
sin que deje de ser arquitectura, porque yo conozco algunas casas de pintores que son una verdadera aberración.
Quieren hacer una escultura para vivir dentro de ella y me parece absurdo. Yo sigo pensando que
la arquitectura tiene que ser arquitectura, un lugar
donde se viva, que tenga una circulación y una funcionalidad perfecta, que funcione como debe ser una
habitación. Entonces, yo creo que mis casas son de
una gran funcionalidad”.
¿Cuántas casas ha construido?
“Pues tengo una aquí, en García, tengo otra en la
costa michoacana, y tengo otra en la que yo habito
que está en el pueblo de Capula, el lugar de origen
de las catrinas. En realidad, son pocas, pero cada vez
que hago una casa la hago como si estuviera haciendo
una obra de arte”.
¿Cómo surge su arte?
“Todo surge de una manera improvisada y poco a poco
va resultando y va tomando forma. A veces termina
en una temática complicada y en otras muy sencilla,
pero casi nunca esta premeditada la parte temática.
Yo agarro una tela y la pinto de un color, porque
es terrible pintar sobre un blanco, porque es como
romper una virginidad y da miedo. Pero una vez que
pongo una base de un color cualquiera, empieza el
diálogo de la pintura con el artista”.
¿Cómo define su personalidad como artista?
“Mi personalidad en la pintura no tiene lo que tiene
casi todo el mundo, que es un estilo. Entonces mi
pintura es una obra que su estilo es no ternarlo, porque yo no estoy peleado con nada. Yo puedo agarrar
cualquier corriente de cualquier época, de cualquier
momento o de cualquier artista. Te pongo un ejemplo, es como los músicos de las grandes orquestas,
lo único que hacen es interpretar a los clásicos, yo
me plantee que por qué yo no podría interpretar a
los pintores clásicos, por qué no hacerlo”.
¿Quiénes son sus pintores favoritos?
“Hay muchos, está Picasso, está Marc Chagall, son
muchos en verdad y cada uno, según mi gusto, mis
puntos de vista y mis sentimientos, y mi manera de
verlos, tienen algo que yo les pueda robar, a base de
hurtos, porque el hecho de que le guste a uno algo
de otro pintor de alguna manera le pertenece a uno
y me doy el lujo de podérmelo robar. Porque Picasso
no hacia otra cosa más que eso.
A Picasso le tenían miedo sus amigos porque los
visitaba y cuando veía algún chispazo importante
de algún pintor se lo fusilaba. Y decía que no había
que fusilarlo sino ametrallarlo. Era muy mendigo.
Pero decían los sabios que, si Picasso le robaba algo
a Matisse, de esa copia hacía un Picasso”.
¿Cómo es su forma de pintar?
“Yo tengo muchas formas de pintar, pero hasta ahorita
se me reconoce. Ahorita con mi nieta estoy pintando
una serie de cuadros que yo nunca me hubiera atrevido a realizar, pero lo hago por influencia de ella que
me dice: abuelo, éntrale al arte abstracto”, yo le digo
“yo no me encuentro ahí” pero ella me dice “hazlo,
a ver qué...” Pero te digo una cosa, ahora mismo me
está costando mucho trabajo entrar al terreno del
arte abstracto, pero conforme pasa el tiempo ahí va
diciendo, ya me voy encontrando”.
¿De todas las técnicas que ha utilizado con cuál
se siente más pleno, más a gusto?
“Mira, yo he usado todas las técnicas, pero al final
de cuentas yo me sigo quedado con el óleo. Yo estuve
hace 50 años o 60 años, con mi maestro muralista
Alfredo Zalce, él, por influencia de Siqueiros, empezamos a alzar el duco, que es la pintura automotriz,
porque decía Siqueiros que si aguantan los coches
a la intemperie en pleno sol durante años y años,
pudiera pintar sobre un lienzo, sobre una tabla o
sobre un metal y empezó a usar el duco y bueno,
yo lo experimenté mucho esto y luego revuelto con
pintura para cemento, para matizarla y luego vinieron
las acuarelas, los grabados, los encáusticas, todas
las técnicas y junto con eso, mis estudios fueron en
la escuela con todas las artes plásticas, incluyendo
joyería, cerámica, grabado, litografía, dibujo, pintura,
desde luego, menos arquitectura, esa ya la adquirí
por mi gusto”.
¿Qué tanto le ha dado Monterrey a usted?
“Grandes amistades. El cariño de toda la familia de
Mauricio Fernández”.
Me gustaría exponer en Fátima,
el Centenario. A lo mejor pedir
MARCO sería muy pretensioso de
mi parte“
¿Dónde le gustaría exponer?
“A mí me gustaría que me prestaran Fátima, el Centenario, a lo mejor pedir MARCO sería muy pretensioso
de mi parte, pero creo tener con qué exponer. Con lo
que he hecho en estos dos años podría llenar hasta
varias salas de MARCO.
Pero no sé, el prejuicio que tenemos ahorita en
todos nuestros museos y galerías es que las tienen
secuestradas con el arte contemporáneo, la mayoría,
en un 80 por ciento es puro mugrero, literalmente
es puro mugrero, yo creo que el 10 por ciento del
arte contemporáneo tiene cierta decencia, porque
con todo eso del arte conceptual han surgió miles y
miles y miles de supuestos artistas que ya nada más
se encuentran la manera de embarrar colores y ya
las galerías están atascadas de este tipo de obras.
Y desde luego que hay grandes artistas como Felguérez y como pintores contemporáneos muy respetables y que son verdaderos artistas, los demás
son una bola de gente que se ha acomodado y viendo
lo fácil que es hacer un embarradurero hoy surgen
artistas por donde quiera como hongos y lo peor de
todo es que las galerías lo reciben, pero los museos a
los artistas conservadores como yo, no nos reciben,
a mí no me consideran un pintor contemporáneo,
que yo no entiendo esa parte, porque soy un pintor
figurativo, tradicional, será por eso que MARCO no
me abre sus puertas porque soy un artista bastante
conservador, bastante tradicional”.
"MARCO no me abre sus
puertas porque soy un artista
bastante conservador, bastante
tradicional”
Semblanza
- Juan Torres Calderón es pintor retratista
y costumbrista.
- Nació en Morelia, Michoacán el 4 de julio
de 1942.
- Estudió en el taller libre de la Escuela Popular de Bellas Artes de la Universidad Nicolaita y en el estudio del maestro Alfredo
Zalce, de quien fue discípulo destacado
y con quien participó en la realización de
uno de los murales del Palacio de Gobierno de Michoacán, en Morelia.
- Se identifica con el fauvismo y el impresionismo.
- Es promotor de la artesanía de Capula,
Michoacán.