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Para la libertad | SAMUEL RODRÍGUEZ | Octubre 2021


Para la libertad

La libertad está en juego, esto no es una novedad, la libertad siempre está a punto de disolverse. Sin embargo, resiste. La libertad no resiste sola, la salvamos cuando nos atrevemos a protestar por las injusticias, o cuando despertamos a una conciencia que nos indica que hay cosas por las que vale la pena luchar.

Peleamos por la libertad cuando exigimos una mejor educación para nuestros hijos, cuando nos rebelamos ante el abuso de gobiernos inconscientes y opresores. Peleamos por la libertad cuando nos aventuramos a leer un libro y dejamos que la voz de un poeta intervenga en los íntimos hábitos de nuestra mirada. La libertad emerge más potentemente cuando está en peligro, cuando los modelos ideológicos, religiosos, educativos, empresariales o sociales, por nombrar algunos, no intentan generar convivencia sino cambiar al otro, amoldarlo inmisericordemente a sus maneras y deseos. La libertad es la necesidad de autenticidad en un mundo de opresores.

De eso se trata vivir la vida como si fuera una obra de arte. El arte se da reglas a sí mismo, es un organismo que hace su lugar en el mundo desde presupuestos que se autoimpone para lograr un principio de expresión que rete al tiempo y a la muerte. Esa parte rebelde puede adaptarse a la vida propia, de tal manera que tengamos la fuerza de auto regirnos sin necesidad de un mandato que intente capturar y canalizar nuestra voluntad. Así, una pincelada de van Gogh, una nota de Bach, un haz de luz de Robert Capa, un verso de Ana Ajmatova, un film de Buñuel o un trozo de la voz de Edith Piaff, no solo son una muestra de un talento descomunal, son la forma más pura de rebeldía y libertad que nos ha dado la especie humana. 

Al escribir estas líneas presiento que la libertad, esa necesidad de hacer uso de nuestra voluntad auténticamente, está en peligro una vez más. Fuerzas oscuras se ciernen sobre la persona e intentan minar la dignidad. Entonces el artista, el fotógrafo, el cantante, el cineasta, el escritor vuelven a ser lo que tal vez han olvidado, una voz que corta las venas de lo intolerable y el arte se revela en toda su potencia: como un arma cargada de futuro. Para la libertad, sangro, lucho, pervivo, decía el poeta republicano Miguel Hernández, que así sea.

Samuel Rodríguez Medina
 
email: samuelr77@gmail.com 
Instagram: @samuelrodriguezdiciembre

Profesor de Arte, Cine y Estética en el ITESM campus Monterrey. Cuenta con un posgrado en Filosofía Contemporánea por la Universidad de Granada. Su más reciente publicación literaria es el libro de cuentos “La Ausencia” editado por Arkho Ediciones en Buenos Aires Argentina.