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Lo bueno merece repetirse | EDUI TIJERINA | Octubre 2021

Sin audiencia no hay medios

Lo bueno merece repetirse 

Cada vez son más los que, ante la efervescencia de “remakes” en cine y televisión, afirman que “no hay talento entre los nuevos escritores”, dejando en claro su falta de información sobre criterios y procesos de producción en la industria del entretenimiento y acerca de las exigencias del oficio de los guionistas.

Los puristas afirman que no es necesario volver a hacer algo que ya se hizo bien. Sin embargo, el tema va mucho más allá que, simplemente, “volver a contar una historia exitosa”.

Hay enfoques que contemplan tanto afanes comerciales como de expresión artística y hasta por acercar los viejos materiales renovados a las nuevas audiencias.

Los ahora llamados “remakes” (“rehacer”) no tienen, necesariamente, que ver con los conocidos como “refritos”. Básicamente, los unos y los otros difieren, de entrada, por temas de calidad tanto en fondo como en forma.

Importante señalar la diferencia de ADAPTACIÓN y REMAKE. Adaptación es adecuar el código de una historia para presentarla en otros formatos. Por ejemplo, de un cómic a una serie o película. De una película a una novela impresa. De una serie animada a una pieza teatral. En fin.

El REMAKE, también implica adaptar, pero, en ese caso, es hacia nuevas versiones sobre el mismo código. Es decir, películas, series, telenovelas y demás formatos, basados en proyectos anteriores del mismo formato.

Estamos conectando con un modelo de industria en el que se capitalizan recursos narrativos ya existentes, atendiendo a necesidades de actualización y ajuste temático, ritmos, tonos y demás variables dirigidas al perfil de las nuevas generaciones.

Quienes vimos las versiones originales quedamos atados a ellas porque nos recuerdan momentos específicos de nuestras vidas. Y si tuvieron éxito o quedaron como íconos de esa etapa, más aún. Pero a las nuevas generaciones tal vez no les atraiga tanto ver las “de antes” -aunque debieran, para hacer análisis y comparar con fundamentos- y prefieren otra forma de contar, con sus actores favoritos como protagónicos, en escenarios naturales y/o más vistosos, con nueva música interpretada por cantantes de moda, con efectos más atractivos, en fin.

En cuanto temas para historias, podemos decir que “no hay nada nuevo bajo el sol”. Lo que ofrece novedad es la manera de armarlas, desarrollarlas y presentarlas. Hay muchas que son joyas que merecen volver a ser vistas, pero también hay otras que merecen revisitarse, retratarse una y otra vez, sea por el éxito ya logrado o porque la base fue buena pero no alcanzó un desarrollo atractivo y amerita un nuevo intento.

Son numerosas las versiones que quedan mal y no funcionan. También están las que consiguen gran aceptación. Pero es como en todo. Incluso as originales pueden ser buenas o malas desde el principio. ¡Son tantos los ejemplos de películas o series que nadie vio y cuyos argumentos han sido retomados para armar producciones poderosas, que arrasan en taquillas o ratings y acaparan premios!

Además, ¿se han puesto a pensar que en esta vida todo tiene adaptaciones? Todo es propenso a los “remakes”. Los autos, que, con ligeras modificaciones respecto a entregas anteriores, ofrecen sus “modelos del año”. La moda tiene las mismas bases con ajustes y rediseños que se adaptan a texturas, colores y líneas del momento. Los platillos, los peinados, la música. ¡Todo!

En cuanto el trabajo creativo, puedo asegurar que los guionistas de historias “derivadas” (adaptadas o rearmadas) tienen que esforzarse tanto o más que cuando se genera una “primigenia” (original), empezando porque el público estará a la espera de ver qué se hizo con lo que ya conoce, hasta dónde se respetó la línea, qué tanto se le quitó, agregó o modificó, en fin. El público nuevo, al estar enfrentando la trama por primera vez, la recibirá y asumirá como “su original”, y ya le tocará analizar y criticar a partir de ella las futuras adaptaciones.

Lo que para muchos de nosotros es la “versión inicial” de una historia, tal vez fue el remake de una que no vimos. Basta con investigar un poco.

Podemos encontrar muchos ejemplos de “remakes” que no consiguen éxito por la tendencia natural del público de esperar lo mismo que en el original y a exigir tanto que se le destroza casi en directo, aún y cuando la propuesta sea, por sí misma, muy buena. 

Aquí el asunto es tener los mayores peso y fuerza posibles para cargar con el recuerdo de la o las antecesoras.

¿Por qué no, simplemente, sentarse a ver, disfrutar -o sufrir- y analizar cada producto por sí mismo, como lo que es: unidad de producción audiovisual para nuestro mero entretenimiento?


Edui Tijerina Chapa 
edui_tijerina@yahoo.com.mx 
Twitter: @EduiTijerina 
Instagram: @eduitijerinachapa 

Escritor, dramaturgo, guionista, asesor y analista de medios. Autor de numerosas piezas teatrales y de scripts para películas como “Cantinflas”, “Juan Diego” y “Jesús de Nazaret”.