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Hablando de pueblos educados

El desarrollo de un país sería imposible sin un pueblo educado y consciente de la importancia de su participación en la vida pública.

Como siempre, es un verdadero gusto poder coincidir nuevamente en éste, su espacio de arte, cultura y sociedad. ¡Bienvenidos! 

Hace ya algunas semanas, recibimos la noticia de la muerte de príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II del Reino Unido. Noticia importante por lo que representa, aunque desgraciadamente de manera voraz, empezó a tomar tintes “amarillistas” que se enfocaron más en si los nietos del difunto se hablaban, en el porqué la esposa estadounidense de uno de ellos no había asistido, en el porqué había aparecido Andrés, el hijo de la reina, después de haber estado envuelto en escándalos sexuales, etc.

Sin embargo, algo que al menos a mi me llamó mucho la atención, en los pocos momentos que me di la oportunidad de presenciar su funeral, fue lo bien que fueron llevadas las medidas de seguridad sanitarias durante los eventos.

Cabe destacar que, dentro de dichos protocolos, estaba el no dejar el ataúd en algún espacio accesible al público para evitar aglomeraciones, guardar distancias considerables y el siempre usar cubrebocas. Inclusive, el primer ministro Boris Johnson decidió no asistir al evento, debido al aforo limitado por las restricciones de la pandemia, con la intención de permitir que más miembros de la familia real pudieran estar presentes. Y es que las limitaciones por el COVID-19 en Inglaterra restringen a 30, el número de personas que pueden estar presentes en los funerales.

La pregunta obligada sería ¿Habría sucedido lo mismo en nuestro país para un evento similar? Tristemente la respuesta obviamente es ya conocida por todos nosotros.

Ahora bien, el Reino Unido es el séptimo país más educado del mundo, sólo por debajo de países como Canadá, Israel, Japón, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Corea del Sur. Países donde sus autoridades aumentan constantemente el presupuesto destinado a la educación y enfocan sus esfuerzos para que los jóvenes terminen sus carreras universitarias.

 Un país educado, conlleva siempre a paralelismos en indicadores como la calidad de vida y la seguridad. Es importante resaltar, que los países más educados, son también los que tienen más desarrollado su sentido de responsabilidad y los más interesados también en su progreso integral. Son esos países donde se obedecen las reglas y existe una empatía directa con sus autoridades y con las verdaderas necesidades de la población.

Tristemente en Latinoamérica, es muy común que se lleve una estrategia contraria, basada en restar a la educación y abonar al ejercito, preparando así las condiciones para la perfecta dictadura. Ejemplos tenemos muchísimos y en varios países.

En este contexto, es importante señalar que el desarrollo de un país, sería imposible sin un pueblo educado y consciente de la importancia de su participación en la vida pública. Razón más que suficiente, para que las autoridades enfoquen sus esfuerzos, a proporcionar las condiciones ideales para dar acceso a las aulas a toda la población, a invertir en infraestructura educativa y a garantizar que los sindicatos magisteriales se comporten como entes que abonen al proceso educativo.

Quizás la educación no sea el camino más rápido para el desarrollo, pero sin duda es el único que podrá garantizarlo.

robgarza@att.net.mx