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Cine bueno y malo Entre ver, apreciar y evaluar | EDUI TIJERINA | Enero 2021


Sin audiencia no hay medios

Cine bueno y malo Entre ver, apreciar y evaluar

No todo lo bueno es popular; no todo lo popular es bueno

¿Cuántas veces han basado su decisión por ver una película, en notas de prensa o en Internet; o en comentarios por radio o televisión? Seguro, más de una.

La mayoría llama “críticas” a todas esas notas, sin que necesariamente lo sean.

No es lo mismo un comentario promocional que un artículo informativo, reseña, ensayo o crítica en forma. Cada uno tiene un objetivo específico. Al saber eso, podremos dirigir mejor nuestra atención hacia las opciones que nos presentan.

Hablar de “crítica”, es referir al “análisis concienzudo” de las películas, y no a una referencia básica limitada a la ficha técnica, argumento y elenco, más un pretencioso “vaya o no vaya a verla”. 

La labor de un crítico es revisar a detalle, bajo criterios establecidos, y compartir si los valores se aplicaron adecuada o inadecuadamente para que, así, bien informados, haciendo uso de su particular derecho, cada quién decida si la ve o no.

Una crítica debe ser orientadora, informativa, no una orden sobre cuándo o no pagar por un boleto, renta, compra, descarga o visionado.

Las que más circulan son las críticas Académicas y Periodísticas. Las primeras van firmadas por estudiosos de la teoría y práctica de producción cinematográfica; las segundas se trabajan en forma ligera, para hacerlas accesibles a la generalidad. Ambas son valiosas, pero hay que enfatizar sus diferencias y, esencialmente, las circunstancias que rodean y afectan su construcción.

Un crítico académico conoce de procesos y teorías de comunicación; se adentra en el discurso audiovisual para comprender por qué una película funciona o no, según sus objetivos, y lo que ésta mueve en el espectador. Para esto, además de que puede abordar cualquier cinta y no sólo novedades o estrenos, la ve tantas veces como sea necesario, hasta lograr radiografías del producto y alejarse de la “primera impresión”.

Los periodísticos se concentran en hacer reseñas de los estrenos. Por lo general ven el filme apenas una o dos veces antes de externar sus opiniones, que suelen estar subjetivadas por el gusto particular.

Para bien o para mal, estas críticas representan un (potencial) mayor impacto en el éxito o fracaso de una cinta en taquilla. Hay variables como la promoción, el marketing, la difusión “de boca en boca” y hasta el escándalo en el que algún filme (o los involucrados) pudiera verse envuelto, pero siguen siendo muchos los que deciden a partir de comentarios de supuestos “conocedores” – así, entre comillas- o, peor aún, por “estrellitas”, “deditos arriba o abajo” y demás etiquetas.

Como saben que las críticas positivas llevan público a taquilla, los encargados de promoción no dudan en atraer y bien-tratar a los “críticos” quienes, ante regalos, souvenirs, viajes para asistir a presentaciones especiales, sesiones de entrevistas con directores y elenco, y demás artilugios, se ven tentados –cuando no obligados- a dar buenos comentarios, aunque la película no los merezca. 

Algo importante es que el autor separe su gusto porque, a fin de cuentas, le puede encantar una mala película o disgustar una que sea una obra maestra. No se trata de gustos, sino de verdadero análisis que aporte a la formación de cinéfilos con criterios propios; basados en el conocimiento y parámetros de construcción audiovisual, no sólo en la víscera y en el superficial “si me gustó / no me gustó”.

Finalmente, Ustedes, el público cinéfilo de calidad activa y participativa es el que tiene la última palabra.


Edui Tijerina Chapa
edui_tijerina@yahoo.com 
Twitter: @EduiTijerina 
Instagram: @eduitijerinachapa  

Escritor, dramaturgo, guionista, asesor y analista de medios. Autor de numerosas piezas teatrales y de scripts para películas como “Cantinflas”, “Juan Diego” y “Jesús de Nazaret”