Texto: Edui Tijerina
Fotografía: Cortesía Alpha Acosta
ALPHA ACOSTA
Mujer guía... Mujer alpha
Nuestros caminos se cruzaron allá por
los años 90, cuando ella participó en
una sección de concurso de talento
dentro de “Siempre en Domingo”.
No la volví a ver sino hasta que,
de pronto, su rostro apareció en la
entrada de una telenovela que protagonizó y que, ciertamente, la ubicó
de inmediato en el gusto y afecto del
público internacional.
Para el 2014 se abrió la oportunidad de hacer equipo, ella
como actriz y yo como autor, de una pieza breve que ha dejado
huella en la historia de “Teatro en Corto” de CDMX.
Es una reconocida actriz de cine, teatro y televisión. Mujer
sensible, talentosa, emprendedora; madre amorosa y amiga leal
y solidaria: Alpha Acosta.
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Alpha Acosta en Esqueletos en la cama. |
Comenzamos por el principio...
Nací en Ciudad de México, hija de una canadiense y un mexicano. Descubrí mi vocación desde muy chica. Tenía sólo nueve
años cuando comencé a hacer teatro amateur y desde entonces,
actuar es uno de mis motores.
¿Cómo se dio tu primera gran oportunidad? ¿Fue difícil
encontrarla?
Se presentó al entrar a estudiar al CEA (Centro de Educación
Artística) de Televisa. Sin duda, fue un parteaguas; una acción
definitoria en mi vida, a pesar de estar entonces tan joven.
Recuerdo una anécdota relacionada con pruebas para entrar
a un proyecto. El día de mi cita, como estaba a buen tiempo,
pasé antes al comedor de Televisa San Ángel. Por la hora, la
fila era bastante larga. De pronto, alguien llegó, se posicionó
hasta adelante y pidió. Obviamente, no me pareció ni justo, ni
correcto. Fui hasta él y le pedí que se formara, como todos los
demás, y esperara su turno.
Más tarde acudí a la audición. Era para una nueva propuesta de historias cortas. El productor se encargaría personalmente de
evaluar a los aspirantes. Así que pasé…y me topé frente a frente
con el mismo al que había encarado en la fila del restaurante:
Humberto Zurita. Él y Christian Bach fueron quienes me dieron
una de mis primeras oportunidades en televisión.
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En la telenovela Morelia |
“Uno de los personajes
biográficos recientes que he
interpretado fue el de Anel,
en la serie sobre José José,
personaje que ha sido un gran
reto por muchas razones”
Poco después llegó “Morelia”. ¿Qué significó para ti?
Definitivamente, esa telenovela fue un gran paso. Me enriqueció
en todos los sentidos y dejó grandes aprendizajes de vida.
¿Qué ha sido más satisfactorio: interpretar personajes
protagónicos o antagónicos?
Ambos, pero, sin duda, los antagónicos resultan maravillosos.
Son muy divertidos.
¿Producir, dirigir o actuar?
Dirigir.
Y si hablamos de TV, teatro o cine, ¿qué prefieres?
Teatro. Y, a propósito, recuerdo mucho “Esqueletos en la Cama”, una pieza escrita por ti (Edui Tijerina Chapa) y dirigida por el
Maestro Luis Vélez, compartiendo con Carlos Amador y Montse
Benasco. Llegó en un tiempo en el que se constituyó en todo un
paralelismo en mi vida. Fue una profunda palanca a la madurez.
También has interpretado personajes biográficos.
Uno de los más recientes fue el de Anel, en la serie sobre José
José. Ese personaje ha sido un gran reto por muchas razones.
Una de ellas, porque está viva y, además, muy presente en el
inconsciente colectivo. Otras, porque en la primera parte en
la línea de la trama lo interpretó otra compañera. Al tener el
público esa referencia, quedé con una gran responsabilidad sobre
mis hombros, ya que tenía que trabajar a fondo en la parte de
creación y armado de la que sería mi interpretación para, así,
darle continuidad al arco del personaje.
La verdad, estoy muy agradecida con los productores por su
confianza; con Carlos Villegas por creer en mí y con Milleth Gómez, por ser tan increíble acting-coach. Sin ellos, esa experiencia
no habría sido posible.
Y si de experiencias se trata, supongo que una muy gratificante
fue la de compartir con tu hijo en una producción cinematográfica. ¿Le apoyarás si decide dedicarse de lleno a esta carrera?
Definitivamente. Me encantaría apoyar a mis hijos en lo que
ellos deseen crear en sus vidas. Si él, de verdad, desea ser actor,
yo estaré siempre para apoyarlo en lo que necesite… pero, eso
sí: la última palabra la tiene él.
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Como Anel Noreña en la serie autobiográfica de José José. |
“Tenía sólo
nueve años
cuando
comencé
a hacer
teatro
amateur
y desde
entonces,
actuar es
uno de mis
motores”
¿Cómo eres como pareja?
Mi mundo ha sido muy cerrado. Cuido de mis hijos, voy de la
casa al trabajo y de regreso. Mi círculo es pequeño. No soy mujer
de antros. Si acaso, de salir a comer o por un café.
Sucede que sufrí violencia doméstica del tipo emocional y económico. El divorcio fue un momento álgido; emocionalmente fuerte.
Estoy trabajando en mí. La recuperación ha sido todo un proceso
a lo largo del cual una queda en calidad de “no disponible” para
conocer a alguien más, hasta que llegas al otro lado y te sientes lista
para recomenzar. Mientras esto no ocurra, el yo interior entra en
mecanismo de defensa y te va poniendo trabas, te sabotea.
Llega el punto en que una se vuelve más observadora. Más
consciente del otro. Si hay cosas que no me gustan, doy vuelta
a la página y adiós. No es que se eleve la exigencia. Es un tema
de merecimiento. ¿Sabes? La mayoría de las mexicanas creemos
que “no merecemos”.
¿Has recurrido a algún apoyo para encontrar pareja?
Si te refieres a páginas o aplicaciones, sí. He conocido gente
muy interesante y de mi edad. Hay quienes piensan que lo que
hay del otro lado es sólo sexo y no necesariamente. Cada quién
habla de sus necesidades y expectativas y si no se empata, cada
cual se va por su lado y sin problema.
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Alpha Acosta con Manuel Landeta. |
“Mi círculo
es pequeño.
No soy
mujer de
antros.
Si acaso,
de salir a
comer o por
un café”
¿Y en tu papel de madre?
Soy una eterna aprendiz de cómo ser mejor mamá. Es una tarea
difícil porque el resultado de mis acciones y esfuerzos no se
refleja de inmediato. Todo lo que uno vive se va conectando,
para bien o para mal. Y quiero hacer las cosas lo mejor posible.
El momento crítico tras mi separación fue cuando mi hijo me
dijo: “Mamá, soy un niño. Tenme paciencia”. Ahí fue cuando me
sacudí y opté por buscar ayuda. No quería canalizar la violencia
que sufrí en actitudes o acciones rudas hacia mis hijos.
Fui al Centro de Atención contra la Violencia Intrafamiliar
(CAVI) Ahí comencé el principio de la conclusión del tema. Comprendí que contar mi historia requiere de valentía. Se necesita
ser valiente para desahogar y soltar; mucho más valiente de lo
que entonces yo misma pensaba. Quiero ayudar lo más posible
a la gente que pasa por esos trances.
De hecho, ahora tengo una empresa de Desarrollo Humano.
Me he certificado como “Coach en Inteligencia Emocional” y
acompaño a otros a vivir sus procesos. Soy tejedora de círculos
de mujeres y estoy comenzando a trabajar con parejas y personas
solas que de verdad desean integrar una relación.
Así es Alpha Acosta. Neta, sencilla, transparente. Una gran
mujer que se conmueve con la fragilidad humana, que se frustra ante su propia procrastinación y que cada día de su vida se
levanta con la frente en alto, con su pasión profesional a tope,
el empuje al máximo al pensar en su familia y con la constante
gratitud a sus seguidores por estar ahí, apoyándole siempre,
desde hace más de veinticinco años.
Sin duda, gran guía y cabeza de grupo. Toda una “Mujer Alpha”.
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Alpha Acosta en entrevista |