Conocí a Diana Terán cuando era apenas una niña. La recuerdo al centro del Foro
2 de Televisa San Ángel, acompañando a sus padres,
integrantes del dueto ‘Jade’,
quienes ensayaban para
actuar en ‘Siempre en Domingo’ con el tema ‘Y es
que te amo’, de Francisco
Curiel, con arreglos de Pedro Alberto Cárdenas, que se encontraba entre los
finalistas favoritos del Festival OTI Nacional 1988.Tiempo después, nos volvimos a encontrar. Aquella
niña ya era una joven estudiante de mi clase de guiones
en la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación
de la Facultad de Humanidades de la Universidad
Regiomontana.
Sin duda, una alumna muy atenta, aplicada y responsable, pero siempre con la inquietud por la música
y la actuación; inquietud que la ha llevado a armar
una trayectoria sólida de dos décadas, buen cimiento
para lo mucho que viene.
¿Qué tan importante ha sido para ti el apoyo de
la familia?
“Nací entre artistas. Mis padres saben de la vocación, de la pasión. Por ello, además de ser mis modelos,
representan el principal apoyo para todas mis decisiones. Siempre me han dejado libre para ser quien
quiero ser, sin problemas ni imposiciones’.
“La música, las canciones y el arte, eran algo tan
común en mi niñez que de inmediato me mimeticé con ellos. La influencia fue natural, inmediata.
Para mí, era obvio a qué me dedicaría cuando fuera
grande”.
Y llegó el momento de mostrar al mundo tu
vocación.
“A los 16 años comencé a trabajar en grupos para
eventos sociales en la ciudad de Monterrey. Fui cantante de bodas, en bares y restaurantes. Esas experiencias constituyeron una gran escuela; importantes
lecciones de disciplina, constancia, responsabilidad,
de relación directa con el público y de desenvolvimiento escénico”.
¿Cómo se abrieron las puertas del teatro
musical?
“Estaba tan enfocada en combinar trabajo y estudios, que no había tomado como opción al departamento de Difusión Cultural de la Universidad, que se
encargaba de todas las actividades artísticas, incluyendo festivales musicales y de la canción. Poco antes
de terminar la licenciatura, vi que Beto Castillo iría
a hacer audiciones para un montaje de teatro musical. Me inscribí, sin esperar quedar. No podía creer
cuando publicaron mi nombre como la elegida para
interpretar a ‘Clementina’, el personaje principal de
‘Armando el Arca’, que fue la adaptación de una obra
que hizo historia en México bajo la producción de Don
Manolo Fábregas: ‘El diluvio que viene’”.
“Ese proyecto representó tanto mi primer musical
como mi primer protagónico. Después protagonicé
la versión teatral de ‘Footloose’ -basada en la película
ochentera- y ‘Humberto el elefante’”.
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Sobre el escenario |
“La música, las
canciones y el arte,
eran algo tan común
en mi niñez que
de inmediato me
mimeticé con ellos”
Y de ahí, pasaste a una producción de Jennifer
López y Marc Anthony
“Exacto. Cuando estaba en ‘Humberto el Elefante’,
la productora Lichis Vásquez comentó de un nuevo reality llamado ‘Que Viva, The Chosen’, enfocado en buscar y
promover talentos latinoamericanos”.
“Mandamos mi material y quedé para las audiciones. Luego
de esa etapa, cantando frente a Marc Anthony, me llevaron a
Los Ángeles, donde grabé por toda una semana. Sólo fuimos 4
mujeres de toda América Latina. Coincidir con mujeres a las
que ahora admiro y de las que aprendí muchísimo, me hace
sentir muy orgullosa”.
“No pasé al programa final, pero las experiencias y enseñanzas no me las quita nadie; enormes aventuras, lecciones de
vida, vivencias invaluables”.
Como regiomontana, ¿Qué significó para ti ser parte de un
grupo que dejó huella en la historia de la música grupera?
“Estar en ‘LMT’ (antes ‘Límite’) fue una gran experiencia. Un
gran orgullo. Como cantante versátil, cada género musical que
he abordado me ha hecho crecer. El grupero requiere garra,
alegría, coraje y mucha interpretación”.
“Siendo hija de Alazán, compositor de ‘El Príncipe’ y ‘La otra
parte del amor", entre muchas otras que fueron éxitos de ‘Límite’,
crecí escuchándolas en la radio; así que, luego, al ser parte de la
agrupación y cantarlas sobre un escenario, me sentí como pez
en el agua, cobijada, aceptada”
¿Qué me cuentas de ‘La Voz’ México?
“Fue algo muy duro. Acababa de salir de ‘LMT’ y, aunque audicioné
con canciones no-gruperas, la producción me encasilló. Esa
música me encanta y la interpreto con orgullo y amor, pero no
era adecuada para presentarme en una prueba a nivel nacional
en la que, se suponía, debía mostrar al máximo mis capacidades”.
“Me impusieron la canción ‘Bandido’, del repertorio de Ana
Bárbara, quien la interpreta maravillosamente, con su voz única.
Sentí que no iba conmigo, que no me permitiría mostrar mi
potencial vocal. Y así fue. Ninguno de los ‘coaches’ se volteó.
Obviamente, eso pega en el ego, en el sentimiento, en los años
de carrera. Tanto, que dudé de mí misma y de mis posibilidades
como cantante. Fue muy incómodo”.
¿Cómo entraste al doblaje musical?
“Contrario a lo que la gente pudiera suponer, a pesar de la fortuna de tener papás artistas, que son súper disciplinados en su
profesión, la cual los ha llevado a relacionar con muchas personalidades igual de talentosas y con puestos importantes en
disqueras, productoras y demás, al momento de adicionar para
algo, nunca he usado sus nombres para abrirme paso”.
“Desde siempre he procurado hacerlo por mí misma, buscando
audiciones, presentando mi propuesta y esperando quedar. El
terreno del doblaje requiere 100% preparación, originalidad,
talento, caracterización, tantas cosas que sigo aprendiendo. Se
exige mucho. Nadie te daría una responsabilidad nomás porque sí”.
“Te lo comento porque quienes saben del doblaje musical,
especialmente en anime, me podría conocer por mi mamá, Jade,
que ha grabado infinidad de temas para series que son icónicas”.
“Me siento muy feliz, por ejemplo, con mis versiones de ‘Platinum’ de ‘Sakura Card Captor’, ‘Todo afuera’ de ‘Full Metal
Alchemist – Brotherhood Ending’ 2 y de mi intervención en la
película ‘My little Pony’, dando voz a la ‘Capitana Celaeno’, bajo
la dirección en doblaje de Maggie Vera”.
¿Y tu carrera universitaria?
“Antes del Covid-19 y de una operación de las cuerdas vocales,
estaba tan inmersa en mi actividad sobre los escenarios, que
dejé a un lado todo lo demás. Ahora incursiono en la producción
de videos musicales y me está gustando mucho. Es maravilloso
plasmar mi creatividad de esa forma, desde elegir el tema, establecer el concepto, grabar la voz en casa, producir y editar, hasta
lanzar el clip al público. Es muy satisfactorio ver el resultado final.
“También estoy aventurándome a componer canciones, redactar anécdotas y pasajes, así como retomando la escritura de
guiones. Estoy descubriendo una parte de mí que no conocía”.
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Diana Terán con Grupo LMT |
“Fui cantante de bodas,
en bares y
restaurantes. Esas
experiencias constituyeron una
gran
escuela”
¿Cuáles son tus motivaciones?
“Creer que tengo la posibilidad de hacer mil y una cosas. Me
emociona pensar que los seres humanos somos tan capaces de
lograr todo lo que nos propongamos, aunque a veces se nos olvida
y quedamos en la zona de confort. Sólo es cuestión de decisión”.
“Después de la cirugía de mis cuerdas vocales tuve que dejar
de hablar por casi dos semanas. No poderme expresar como lo
sé hacer fue frustrante, pero aprendí otras cosas en el proceso,
incluyendo la importancia del silencio. Por eso, me motiva y emociona la idea de seguir en el canto, saber que esa operación fue
de las mejores cosas que me pudieron pasar, aunque al principio
pareciera que no. Todo tiene una razón de ser”.
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En el show MIX ON. |
“Tengo un sueño muy personal, que siempre ha estado latente:
ser mamá. Sé que también es una gran, gran, responsabilidad,
y más a como está el mundo ahora. Esperaré a los tiempos de
Dios, que son perfectos”.
“Me mueve la idea de grabar canciones originales y, precisamente, junto con mi familia, estoy por fin trabajando en mi
proyecto personal. Pronto se concretará ese sueño; está más
palpable que nunca”.
Estás construyendo tu legado…
“Soy una mujer apasionada por todo lo que ha hecho y hace en
su vida. Quiero que las personas que se topan conmigo sepan
que las intenciones de mi corazón siempre han sido genuinas,
intensas y amorosas; soy muy maternal y ‘preocupona’, aunque
a veces corro y me olvido de caminar”.
“Si mis victorias y tropiezos, frutos o fallos, pueden servir a
alguien para bien, para que no cometa los mismos errores que
yo, entonces mi paso por este plano habrá valido la pena”.