Por:
Lugi Goga
Fotografía:
Especial
La conciencia vs la matrix
Debemos volver a reconectarnos con nuestra verdadera
naturaleza y al origen de todo, de una manera simple, como
cuando nos vamos a dormir y cerramos los ojos.
Actualmente el mundo utiliza
cada vez más las herramientas digitalizadas y la inteligencia artificial, para
desempeñar tareas cotidianas tanto a nivel personal, empresarial
e Industrial. Desde pequeños nos enseñaron, que entre más rápido termines
una actividad eres más eficiente, pero
en ocasiones hay factores importantes que se pasan por alto y que deben
ser considerados de manera integral y
no de forma separada. Cuando ésto
sucede, es porque no estuvo presente
la conciencia.
El factor principal a considerar es el
humano, y a su vez todos los ecosistemas como parte integral de nosotros
mismos en este planeta, ya que todos
estamos conectados a una entidad
suprema y absoluta que es la conciencia,
razón por la cual no podemos dejar a
un lado las implicaciones que conlleva
el realizar avances tecnológicos y proyectos, donde sea afectada seriamente
la madre naturaleza, independientemente de la mitigación que se pudiese
presentar como alternativa, simplemente porque todos somos uno.
La conciencia absoluta y omnipresente, que manifiesta todo lo que existe
es Dios y por otra parte la tecnología e
inteligencia artificial, que nos ha hecho
tomar decisiones en muchas ocasiones
basadas en el materialismo, no es otra
cosa más que la Matrix del sistema en
la que vivimos, pudiéndose considerar
como la otra cara de la moneda de la
conciencia absoluta. Aquí lo importante
es reconectarnos a nuestra verdadera
naturaleza y dejar sólo a la tecnología los procesos donde no intervenga
la toma de decisiones que afecte al
humano y a su ecosistema.
Estas dos fuerzas son las que sostienen el manejo de todo lo que existe,
a sabiendas que la conciencia absoluta
es el origen de todo y que siempre será
lo mejor para los seres vivientes, ya
que no somos criaturas artificiales, ni
tampoco debemos ser dirigidos por una
inteligencia artificial. Es aquí donde
tenemos que ejercer nuestro poder crítico de cuestionar y saber hasta donde
es moral y éticamente posible, crear
herramientas que no dañen o provoquen insensibilidad hacia la misma raza
humana.
Parece como si estuviésemos
hablando de la última película de
ciencia ficción de Netflix, pero no,
es real y lo estamos viviendo, sólo
observen como dependemos cada vez
más de la tecnología, como requerimos estar conectados al internet e
indirectamente nos vamos haciendo
cibernéticos de alguna manera si no
estamos conscientes y cuestionamos la
información que nos invade constantemente por ese medio; de tal forma
que si no lo hacemos, iremos metiendo
interferencia y perdiendo la verdadera
conexión con nuestra conciencia absoluta y superior que es Dios.
Tenemos que volver a conectarnos
con nuestra verdadera naturaleza y el
origen de todo, de una manera simple,
como cuando nos vamos a dormir y
cerramos los ojos. La verdad es que
no requerimos de una capacitación
extrema para poderlo hacer, simplemente es dedicar 15 minutos cada día
a meditar y observar, como también
a cuestionar la información que nos
llega. Es así, como iremos empezando
a reconectarnos gradualmente con la
verdadera red universal, que no es el
internet que todos conocemos, sino
una que las antiguas civilizaciones
llamaban “el campo unificado”. Ahí
estará siempre toda la información,
para la mejor toma de decisiones desde
la conciencia absoluta.
Luis González “Lugi Goga”
ing.luis.gonzalez.g@gmail.com
Ingeniero
Civil con especialidad en Desarrollo e
Innovación Empresarial por el ITESM. Ha
participado en diferentes proyectos con
base en ingenierías de valor y optimación
de procesos.