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ALFREDO DE STÉFANO | Historia del desierto | GABRIELA ARENAS | Junio 2020

Por: Gabriela Arenas
Fotografía: Alfredo de Stéfano


ALFREDO DE STÉFANO 
HISTORIAS DEL DESIERTO

Considerado como uno de los fotógrafos conceptuales contemporáneos más importantes de México, Alfredo De Stéfano, plasma su pasión por la fotografía a través de recorridos en los diferentes y más imponentes desiertos del mundo.

Sus imágenes llenas de luz y color, están cargadas de una poderosa estética, que provoca en el espectador la reflexión sobre cuestionamientos fundamentales de la existencia y la relación con nuestro entorno natural. 

¿Cómo fue tu acercamiento a la fotografía y qué encontraste en ella para dedicarte de lleno a ésta?

“El primer acercamiento formal, fue cuando estaba estudiando la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación, ahí aprendí lo más básico y me gustó mucho, aunque en ese momento no estaba en mis planes profesionales dedicarme de lleno a la fotografía. Después de graduarme trabajé en otras áreas relacionadas con mi carrera y la fotografía era sólo una afición”. 

“Soy autodidacta y siempre estuve en un constante proceso de aprendizaje, cuando consideré que ya tenía la capacidad para poder dedicarme de forma profesional a la fotografía, abandoné lo que estaba haciendo. Encontré que de todo lo que había estudiado en mi carrera, la fotografía era lo que mejor se me daba para expresarme”.

“Es importante mencionar que, por años, a la par de mi obra personal, me dediqué a la fotografía comercial y publicitaria para poder vivir de esta profesión”

Desierto de Namibia al suroeste de África.

¿Cuáles han sido tus principales referentes tanto artísticos como literarios?

Aunque desde estudiante he sido un lector asiduo, en mi carrera nunca he tenido referentes literarios. Han sido más bien artísticos y curiosamente, ninguno de algún fotógrafo. En el arte soy un fan de la pintura y en particular del expresionismo abstracto estadounidense. Mis referentes para convertirme en artista fuerón Cy Twombly, De Kooning, Raushenberg y Rothko entre otros. Con el tiempo, comencé también a estudiar el trabajo de fotógrafos tales como Álvarez Bravo, Penn, Avedon y muchos más”.

¿En qué piensas cuando inicias un proyecto nuevo y cómo inicia tu proceso creativo?

“Mis proyectos toman varios años en concluirse y durante ese proceso van surgiendo las ideas de una posible nueva serie. El paisaje del desierto siempre es el referente para el inicio de cualquiera de mis proyectos y de ahí parto para construir una nueva narrativa”.

¿Qué buscas despertar en el espectador con tus fotografías?

“No estoy seguro si busco despertar algo en específico. Cuento historias que están basadas en situaciones particulares de cada desierto y estas normalmente se interpretan de diversas formas. Lo que sí ha sido una constante, es que el espectador de mis obras nunca queda indiferente ante un ecosistema, que es un espacio geográfico estigmatizado y lleno de clichés en el imaginario colectivo”

¿Para ti la fotografía viene de afuera hacia adentro o de adentro hacia afuera y por qué?

“Todo el arte camina en ambos sentidos. No podemos construir historias, si no partimos de lo que está afuera para que luego desde adentro lo reinterpretemos para volverlo a sacar afuera. El arte es quizás la manifestación más sublime del ser humano, ya que a través de una visión muy personal y desde el plano imaginario, interpreta y nos acerca a la vida, utilizando recursos lingüísticos, musicales o plásticos”

¿Crees que en tus imágenes están plasmadas tus vivencias? 

“El término “vivir para fotografiar” ya caducó, ahora la gente desde muy pequeña se la pasa fotografiando sin haber vivido nada. Como bien dijo Pedro Meyer: “Hoy todos somos fotógrafos, pero con una cultura visual escasa”. Construyo o hago mis fotografías a partir de muchas referencias ya sea científicas, musicales, literarias o cinematográficas, pero nunca lo he hecho a partir de una vivencia personal”. 
El arte se crea para que lo aprecies, lo toques, lo escuches y lo veas, ya sea de manera individual o colectiva”.

Desierto de Namibia en África.


¿Por qué fotografiar al desierto? ¿Qué metáfora encuentras en él? 

“Mis obras mantienen siempre una relación íntima con la naturaleza; éstas deben mantener un diálogo interno con el espacio y el desierto es el escenario perfecto en donde puedo establecer ese dialogo. En medio de esa vastedad construyo y fotografío espacios íntimos, algunos de los cuales son metáforas de la dolorosa desertificación del planeta causada por el hombre y otros funcionan como alusiones irónicas a nuestra relación con el desierto”.

¿Cómo surgió la idea de hacer un documental sobre los desiertos en tu proyecto “Tormenta de Luz”? 

“El documental no es una película sobre mi proyecto “Tormenta de Luz”, pero se filmó a la par durante esos viajes por diez desiertos del planeta. Yo invité a Everardo González, el director del documental, a que me acompañara cuando el proyecto ni siquiera estaba claro. Al principio se pensó que fuera una película de lo que yo iría haciendo por esos desiertos, pero luego se convirtió en un documental (Yermo), que retrata la vida de quienes habitan esos lugares inhóspitos. Es un filme que habla también sobre cómo nos ven aquellos que son filmados. Cuando los que conocen bien mi trabajo vean la película, descubrirán algunos de mis guiños en la misma”.

¿Cuál es la diferencia entre ser fotógrafo y ser artista? 

“Un fotógrafo es cualquiera que domine medianamente bien una cámara fotográfica, independientemente si es profesional o aficionado. Es alguien que su mundo gira alrededor de la cámara y el simbolismo de la fotografía per se”. 

“El artista es aquel que, usando la fotografía, ya sea generada por él mismo o por apropiación y con un lenguaje particular, es capaz de construir narrativas o discursos, y además tiene una actitud diferente ante la disciplina que va mas allá del dominio de la técnica”.

¿Cómo se logra llegar a tener un discurso y lenguaje propios? 

“Primero tienes que empezar por tener una amplia cultura general; leer mucho, ya sea ensayos, poesía y novela de ficción, ver cine, visitar museos y exposiciones, escuchar música, apreciar la pintura, la escultura y cualquier otra disciplina de las artes visuales. Esto es el “afuera” de lo que ya hablamos hace un momento”.

“Si no tienes una historia que contar, entonces no tienes elementos para crear un discurso, construir una narrativa y por ende sería imposible proponer un lenguaje propio, que haga visualmente destacar esa historia de muchas otras similares”

“Haciendo una analogía con la literatura; una novela esta compuesta por una historia, un argumento, personajes, nudo o desarrollo, clímax y desenlace. Hacer una narrativa fotográfica es algo similar que escribir una novela, sólo que sería a través de imágenes y con algo muy importante a mencionar. Esas imágenes no necesariamente tienen que ser técnicamente depuradas, la forma y técnica de cómo se fotografía sería el lenguaje del autor”.

“Construyo mis fotografías a partir de muchas referencias, ya sea científicas, musicales, literarias o cinematográficas, pero nunca lo he hecho a partir de una vivencia personal”.

Tapete de Piedra en Atacama al norte de Chile.


¿Cómo ves a la fotografía en nuestro país? 

“Heterogénea, rica, propositiva, llena de fotógrafos talentosos. Estoy hablando no sólo de la fotografía de autor, sino también de la comercial”. 

¿Crees que exista una analogía entre nuestra nueva realidad con la de la vida en el desierto? 

“Las dinámicas sociales de los habitantes del desierto, sin importar el país, son iguales a la de los habitantes de las grandes urbes; la gente ama, ríe, pelea, grita y llora. Más que hacer una analogía, encuentro una ironía. A esas culturas las considerábamos demasiado aisladas y ahora los aislados dentro de sus casas somos los habitantes de las ciudades. Mientras acá lamentamos nuestra nueva realidad, en el desierto, en la vastedad del espacio, como ha sido desde hace cientos de años, sus pobladores siguen libres, riendo y llorando, aunque no los escuchemos, aunque no los veamos”.

¿Qué giro crees que tome el arte después de la pandemia? 

“La verdad no creo que vaya a ser un giro radical. Al menos no debería de serlo. Desde el año 430 a.C. con la plaga de Atenas hasta nuestros tiempos con el COVID-19, la humanidad ha padecido veinte pandemias, algunas de ellas verdaderamente devastadoras y que pusieron en riesgo la supervivencia de la humanidad. A pesar de eso, en ningún momento el hombre dejó de producir y convivir con el arte y ahora tampoco debería ser la excepción. El arte se crea para que lo aprecies, lo toques, lo escuches, lo veas, de manera individual o colectiva”.

¿Cuáles son tus planes a futuro y en qué estás trabajando actualmente? 

“Estoy trabajando paralelamente con dos series; una se llama “Dinosaurio”, a partir de una lectura de mis archivos fotográficos que hice para libros de divulgación sobre paleontología, así como de colecciones científicas. La otra serie todavía no tiene nombre, pero está basada en videos con drones”.

“Dentro de los planes a futuro, está el hacer una gran exposición de todo lo que hice para mi serie “Tormenta de Luz”. En ese sentido, ya estamos trabajando con su carpeta curatorial”. 

Desierto del Thar al noroeste de India.


Semblanza

Alfredo De Stéfano está considerado uno de los fotógrafos conceptuales contemporáneos más importantes de México. Su pasión es el paisaje y específicamente el del desierto, panorama que ha recorrido infinidad de veces, fotografiándolo e interviniéndolo. Entre sus series fotográficas destacan: De Parajes sin Futuro (1992), Vestigios del Paraíso (1996), Habitar el Vacío (2002) y Breve Crónica de Luz (2006). Del 2008 al 2018 trabajó en su nueva serie, “Tormenta de Luz”, que se desarrolla en diferentes desiertos del mundo. Del 2013 al 2018 durante sus viajes por desiertos del mundo, se filmó el documental “Yerm” dirigido por el cineasta Everardo González.

En su haber se encuentran más de noventa exposiciones, entre individuales y colectivas y su trabajo se ha expuesto en los cinco continentes, así como en diferentes capitales del mundo como: México, París, Sao Paulo, Nueva York, Washington, Madrid, Bogotá, Lima y Buenos Aires, entre otras. Sus fotografías han aparecido en numerosos libros y revistas y su obra se encuentra en colecciones públicas y privadas de México y el extranjero. Desde el 2008 es miembro del Sistema Nacional de Creadores.

Gestor cultural y Director del Concurso de Fotografía Contemporánea de México y el de Latinoamérica, así como del Festival Internacional de Fotografía Luz del Norte en Monterrey, N.L. Dirige y fundó la organización sin fines de lucro Luz del Norte Fotografía, A.C., dedicada a promover y difundir la diversidad de la fotografía latinoamericana a través de variadas plataformas 

FACEBOOK: Alfredo De Stefano 
INSTAGRAM: alfredo_de_stefano_art