¿Soy acaso el Grinch Rockero?
Debemos aprender a dejar ir a nuestros seres queridos y enfocarnos a disfrutar de la
gente que aun se encuentra con nosotros.
Después de una
buena cena navideña, una convivencia en familia
y por supuesto,
una cruda “marca diablo”,
me puse a pensar… ¿Por qué
cada vez siento que me gusta
menos esta época? ¿Por qué
no he retenido esa alegría que
era esperar con ansia la llega
de diciembre, como cuando era
un púbero? ¿Por qué inclusive
siento algunas veces tristeza
y no esa algarabía de antaño?
Para empezar, la gente corre
y se pelea por comprar cosas.
¡Todos los comercios llenos y
gente por todos lados. ¡Es una
locura! Para mi eso no es nada
agradable, la gente preocupada
por lo que harán para convivir o
“conbeber” con todos sus amigos y familia. Mensajes “falsos”
de paz y amor por todos lados
e inclusive la gente peleándose
por un lugar de estacionamiento
en el centro comercial. ¡Eso es
el colmo!
Cabe señalar que no quiero
parecer como el Grinch Rockero,
ni mucho menos. Simplemente
no es lo mismo, ya que antes,
al analizarlo bien, me topé
con algunas respuestas muy
“científicas“: En época navideña
generalmente hay menos sol y
más días nublados, afectando a
nuestro estado de ánimo. Sin
embargo, no se trata de eso,
ya que al menos en la Navidad
reciente hubo mucho sol y cielo
despejado. ¿Entonces?
Me he dado a la tarea de
buscar respuestas, pero alguna
que me satisfaga cuando menos
a mí propio ser, y creo que no
tuve más que pensar un rato y
dejarme llevar por mis propios
sentimientos y de los cercanos
a mi persona.
Después de pensar y pensar en otras respuestas, me
encontré con lo siguiente: Se
dice que mientras más adultos
nos volvemos, empezamos en
ocasiones a ver las cosas de
una manera diferente. Ojo,
diferente, más no negativa.
Es lógico pensar que ya uno
es más viejo y que faltaron
muchas cosas por hacer en
el año, por ejemplo. También
en los que ya no están con
nosotros físicamente, dejando
lugares vacíos en nuestra mesa.
Sentimos mucha tristeza porque no están esos seres queridos todavía con nosotros,
disfrutando la cena en familia.
Sin embargo, eso es normal,
somos humanos y nos duele,
pero estamos tristes porque
somos egoístas, queremos
tener a esa persona ahí con
nosotros porque la necesitamos y la extrañamos.
Sin embrago, ¡ellos ya están
en otro lugar mejor! Los que
compartimos alguna religión,
sabemos que al morir pasamos solamente a otro estado.
Entonces, ¿por qué no ser feliz
por ellos? Ellos ya no le deben
al banco, no les duele la rodilla,
no sienten frío, no les crece la
panza. ¡Están felices!
La verdad es que somos
unos seres muy egoístas, sólo
pensamos en lo que queremos y necesitamos. Es difícil,
porque los seguiremos extrañando, pero debemos dejar ir
a nuestros seres queridos y
enfocarnos mejor a disfrutar
a la gente que aun se encuentra
con nosotros.
¡Feliz inicio de Año 2020!
Victor Orduña
Músico y
compositor regiomontano, que
desde muy joven incursiona
en el ambiente artístico
participando tanto en vídeos
musicales como películas
mexicanas. Ha formado
parte de bandas como XO,
Conspiración, Contraste,
Cherokee y actualmente Coyote
Rock Band.