Las nuevas formas
de comunicación
Las conversaciones que ahora ocurren a través de los diferentes medios digitales,
ocasionan que la gente no sólo salga cada vez menos de sus casas, sino que
desarrolle apatía o introversión en la forma en que se relaciona.
El tema de la comunicación en nuestros días ha sido quizás uno de los
procesos que más se ha desarrollado y transformado en los últimos
años. Por medio de la tecnología,
ahora es posible comunicarse a
cualquier distancia en tiempo real
y a muy bajo costo. Adicionalmente,
las barreras culturales, sociales e
intelectuales cada vez son menores, permitiendo que los canales de
comunicación fluyan de una manera
más natural y satisfactoria.
Desafortunadamente, todos estos
avances tecnológicos que agilizan
y multiplican nuestra comunicación, también modifican la esencia
de cómo se realiza ésta, afectándola de una manera “negativa”. Es
común que las conversaciones que
ocurren a través de medios digitales, carezcan de contenido para ser
interpretadas de forma correcta,
causando continuamente malos
entendidos y suposiciones.
Ahora bien, la comunicación como
un proceso sociocultural, todavía
hasta hace unos años se nutría de
conversaciones “cara a cara”, al
igual que de interacciones telefónicas, sin embargo, éstas las hemos
ido supliendo cada vez más, por
mecanismos “online” como lo son
las aplicaciones de Facebook, Instagram, Snapchat y WhatsApp, que
ciertamente cumplen con acercarnos a la gente, pero sin dejar de
hacerlo de una manera virtual.
Por otra parte, las conversaciones
que ahora se realizan digitalmente
a través de las diferentes opciones
que tenemos, están ocasionando
que la gente no sólo salga cada
vez menos de sus casas, sino que
desarrolle una especie de apatía o
introversión en la forma en que se
relaciona. Existen inclusive comunidades virtuales como la llamada
Second Life, que de alguna manera
garantizan el contacto virtual, pero
también inhiben fuertemente el
desarrollo de las habilidades sociales de las personas en la vida real.
Cabe destacar que el comunicarnos “cara a cara” nos ofrece una
serie de beneficios importantes,
como lo son el acceso a la comunicación no verbal o lenguaje corporal, el bienestar emocional que se
origina del mismo contacto físico,
el concentrar nuestra atención a
las necesidades de la otra persona,
el fortalecimiento de nuestros vínculos afectivos y el desarrollo de
nuestras habilidades cognitivas.
En lo que respecta al contenido
mismo de las comunicaciones, es
triste ver también cómo las generaciones que nacieron con estas
nuevas formas de comunicación,
se están acostumbrando a consumir contenido de “forma” y no
de “fondo”. Es común que sigan
inclusive a “líderes imaginarios” o
“influencers” que no tienen nada
que ofrecer, excepto valores inexistentes o superficiales, que abonan
sólo al conformismo e ignorancia
de la persona.
Probablemente no podamos cambiar la forma en cómo la tecnología está modificando a nuestras
comunicaciones, pero sí podremos
balancear la manera de como
la incorporamos en nuestra vida
diaria, tratando de conservar los
beneficios que esta última ofrece,
pero sin perder el contacto de las
interacciones tradicionales. Ante
esto me pregunto, ¿Por qué no
invitar un café al amigo con el que
conversamos en el WhatsApp?
robgarza@att.net.mx