Esa gente | KATO GUTIÉRREZ | Enero 2025

Esa gente

Soy real, pero a veces miento. Soy humano, pero sueño. Quiero ver menos el celular y más tus ojos, tus nalgas.

Una vez vi una madre llorar porque en un parque de diversiones de Florida se le había perdido su hijo de cinco años. Veo esa cara de dolor cada vez que me pongo un condón. No quiero tener hijos.

Es una puta locura lo que hoy llaman días tranquilos a los que trabajan diez horas, tienen un evento familiar y uno social. Vidas sostenidas con palillos que traen labrada la palabra falsedad.

Iba a esperar a que Nicole Kidman se divorciara para bloquearte y ya no contestarte, pero ya casi no mandas mensajes, y está bien. Solo subes fotos sonriendo de cachete a cachete. Pareciera que eres feliz. Pero yo sé que no, que esos dientes mienten, como todos lo hacemos.

Esa gente que todo el tiempo se queja, pero ahí sigue. Todo mierdas sigue. Siguen agarrando el mismo camión, poniéndose los viejos audífonos o manejando sobre las mismas calles anestesiados de soledad y desaliento del culero, de ese que arrulla.

Una vez vi un mimo que hablaba, y le dije que eso no estaba bien, se agachó, de una maleta sacó una botella de Bacardí y me puso un madrazo en la frente que me mandó al hospital por un mes. El hijo de puta gritaba. Los mimos no deben de hablar.

Esa gente que quiere reconocimiento. Que sonríe, sonríe y sonríe. Se carcajea, te mandan saludos y abrazos, pero son unos hijos de puta triplemente mierda. Se drogan con ego. Falsos, mentirosos y culeros.

Pasan semanas sin saber de ti y de pronto llega un mensaje: ¿cómo estás? No sé qué mierdas esperas que conteste. ¿Qué quieres? ¿Que conteste la verdad? ¿Que finja? ¿Qué te diga que con madre? ¿Que te diga que mal? ¿O que ando echándole ganas? ¿Qué esperas que responda? Estoy aquí. En veinticuatro horas he pasado por todas las putas emociones y sentimientos y de pronto: ¡Ting! Suena tu mensaje: “¿Cómo estás?” No mames….estoy.

Me gusta ganar cuando nadie lo esperaba. Coger con la más hermosa del estado. Me gusta que me digan pendejo, puñetas, puñetero, idiota, soñador, iluso, inocente y así, igual si me dijeran cualquier otra cosa me valdría madre. Es raro la cantidad de mierda que aventamos a los demás. Mierda sobre el amor. Mierda sobre la paz. Mierda sobre la esperanza.

Me gusta la nostalgia, porque me inyecta algo chido, como lumbre, ya sé que es traicionera, como todos. A veces la caga, a veces te ayuda, a veces se va, a veces te rompe el hocico de chingazo. Me gusta poder cerrar los ojos, en cualquier lugar y sentirla, como si entrara a un mundo diferente. Refugiarme en una pinche cerrada de ojos.

No me gusta que desperdicies nuestros segundos quejándote o viendo el celular. No debí haber dicho nuestros segundos, porque nunca estás conmigo cuando estás. O vas miradas atrás o latidos adelante.

Esa gente que manda hacer protectores de asadores a la medida. No lo entiendo. Protectores de plástico a la medida para su asador hecho a la medida, para los muebles de jardín traídos desde Houston o Oaxaca, para que el sol o la lluvia no los joda. A mí me gusta que el sol me queme. Que la lluvia me moje. No me gusta tener algo hecho a la medida. Me gusta tener miedos, para tener a quien vencer.

Esa gente que va al mar y le caga el sol. Que van a un bar y piden un trago sin alcohol. Esos que creen que la libertad se conquista en otras fronteras, con plomo. Esos que buscan felicidad en un parque de diversiones. Esos, ellos, todos. Esos que temen amar. Esos que callan. Que mienten.

Yo soy un pendejo, no tengo nada, lo único que puedo ofrecer es esto, este segundo.


Kato Gutiérrez 
kato@ruidoso.mx 
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Escritor originario de Monterrey, N.L. Dentro de los más vendidos de Gandhi, Amazon Best Seller #6 y Novela Favorita del 2016 Círculo Sanborns. Audio Series #1 en España y Latin Podcast Academy Award. Entre sus novelas se encuentran “Cuatro Segundos”, “El Instante que nos queda”, “No puedo ver las estrellas” y “Rockstar”. TEDx Speaker, Ironman 70.3