La Falta de cultura
del seguro en México
Existe todavía mucho por hacer y muchos vicios que erradicar,
para impulsar la cultura del seguro en México
Los desastres naturales que ocurren año con año en nuestro país,
nos hacen reflexionar acerca de la
importancia de tener aseguradas
nuestras viviendas. Eventos que
no son pocos, ya que anualmente
nuestro país se ve afectado por
innumerables huracanes, inundaciones, sequías, incendios, olas de
calor y muy bajas temperaturas.
¡Imagínese, hace apenas dos semanas, el huracán John afectó
solo en Guerrero, a más de 270,000
personas, que todavía no se recuperaban de los daños del huracán
Otis de octubre del 2023!
Mientras que en los Estados Unidos
más del 90% de los propietarios de
vivienda cuentan con algún tipo de
seguro, en México, el porcentaje es
muy cercano al 25%, del cual el 19%
representa un seguro obligatorio
debido a un crédito hipotecario y el
restante 6% a un seguro contratado
de manera voluntaria.
Esta falta de cultura del seguro se
debe a múltiples factores, entre los
que se encuentran el desconocimiento de sus beneficios, los costos
de las pólizas, la poca cultura del
riesgo, la informalidad y la desconfianza en las aseguradoras.
Y es precisamente en este último
factor (desconfianza en aseguradoras), donde
me gustaría enfocarme, ya que de nada sirve
que se trabaje en campañas de concientización
tanto públicas como privadas, si la filosofía de
las aseguradoras no está alineada al cumplimiento de lo que se contrata en la póliza.
En otras palabras, ¿de qué sirve fomentar la
compra de seguros de vivienda, si cada vez que
ocurre un siniestro, los ajustadores y el personal
de la aseguradora, están más preocupados en
buscar razones para no pagar los daños?
Importante también, es que, para el asegurado,
el documentar y dar seguimiento
a un siniestro se convierte en una
verdadera prueba de paciencia,
perseverancia y tolerancia, donde
las aseguradoras le apuestan a
que desista a su solicitud o a que
la lentitud del proceso lo motive
a cubrir él mismo, los gastos del
siniestro.
¿Pero, por qué no quejarse con las
autoridades competentes? Sencillamente, porque el proceso de
hacerlo es burocrático e ineficiente
y los departamentos jurídicos de
las aseguradoras son fuertes,
robustos y ampliamente experimentados en “apagar” inconformidades.
Sin duda, existe todavía mucho por
hacer y muchos vicios que erradicar para impulsar nuestra cultura
del seguro:
Primeramente, las AUTORIDADES
deben regular e implementar
medidas que mejoren la accesibilidad y confiabilidad de los seguros; las ASEGURADORAS deben
mejorar sus políticas, sistema
de reclamaciones, procesos y
verdaderamente ponerse en los
“zapatos” del asegurado al momento de ocurrir un siniestro… y
finalmente nosotros, los CONSUMIDORES, que debemos darnos cuenta sobre
la importancia de contar con un seguro que
nos proteja tanto a nosotros como a nuestro
patrimonio.
robgarza@att.net.mx