Por: Roberto Garza
Fotografía: Cortesía Teresita Giacaman
TERESITA GIACAMAN
Ábreme la jaula
Teresita Giacaman es una periodista chilena,
que dio sus primeros pasos en la escritura
de ficción colaborando en series y teleseries
para diferentes medios de comunicación.
Su pasión por la narrativa la llevó a obtener
un postgrado en Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Reno, Nevada,
lugar donde también descubrió su amor
por las segundas lenguas y la enseñanza.
En Ábreme la Jaula, su primera novela, con una voz auténtica,
ella nos ofrece un espejo en el que muchos podrán verse reflejados.
¿Quién es Teresita Giacaman en tus propias palabras?
Teresita Giacaman es hija de una madre actriz y de un padre
comerciante, ambos provenientes de familias árabes que llegaron
a Chile hace tres generaciones, siendo los dos muy trabajadores,
amorosos y teniendo la firme idea de crear una familia.
En lo personal, siempre he sido muy curiosa y me han interesado muchas cosas, lamentablemente creo que también crecí un
poco antes de tiempo, ya que la gente me consideraba inestable
por no tener un camino de vida trazado y al yo interesarme
en diferentes asuntos; siendo precisamente por esa razón que
decidiría estudiar periodismo, una carrera que me permitía
saber de muchos temas e investigar de todo lo que me interesaba.
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Libro
“Ábreme
la Jaula”. |
“Es importante evitar que
más gente caiga en este
tipo de relaciones que las
ponen en riesgo de perder
su salud mental y tiran su
vida a la basura”
¿Estudiaste periodismo antes de entrar en la televisión?
Durante mi último año de carrera profesional, comencé a coquetear con los guiones de televisión, porque salió la oportunidad
de hacer un programa de ficción. Entonces, al notar que a la
gente le gustaba lo que escribía, inmediatamente me enfoqué
en el tema de realizar guiones y me puse a escribir teleseries
para el mercado nacional, escribiendo dos novelas y una serie
para adolescentes.
Sin embargo, me salió la oportunidad de irme con la reconocida escritora Emma Sepúlveda a estudiar un postgrado de
literatura a los Estados Unidos, apoyándome yo misma con
mis gastos a través de las clases de español que impartía. Ahí
también empecé a escribir un blog llamado Olivia la Loca, en
donde escribía en forma de poesía, convirtiéndose este de alguna
forma, en mi catarsis ante mi desesperación por comunicar
mis emociones.
Después me fui a vivir a Brasil, país donde recolecté un sin número de experiencias, que me ofrecieron una nueva perspectiva
que enriqueció mi visión del mundo y escritura. Importante, es
que ahí fue donde me di cuenta también, que habría un momento
en el que tendría que escribir un libro.
¿Qué es lo que te motivó a escribir la novela Ábreme la
Jaula?, que no es precisamente autobiográfica, pero que
relata una parte importante de tu vida.
Si yo hubiera sabido lo que relato en el libro antes, no me hubiera
pasado lo que me pasó. Para mí es muy importante evitar que
más gente caiga en este tipo de relaciones, que son devastadoras,
no son un aprendizaje de vida, son algo que no debe de vivirse,
ya que te ponen en riesgo de perder tu salud mental y tirar tu
vida a la basura.
Entonces, si alguien al leer el libro, puede identificar cómo
es este tipo de personajes o sectas y pueden evitar así entrar
o seguir en una relación con estas características, yo me doy
por bien servida.
¿El libro relata cinco meses de tu vida dentro de una
relación tóxica?
No se refiere a una relación tóxica, se refiere a algo psicopático,
a un personaje que es un psicópata integrado.
Uno puede ser tóxico en la vida, yo lo he sido, al igual que
otros lo han sido conmigo también. De cierta forma, yo veo
normal que las personas sean tóxicas entre ellas hasta cierto
grado y durante ciertas situaciones.
Antes de entrar en tema, platícanos sobre lo que trata la
novela.
El punto de partida de la novela es el viaje, todo ocurre dentro
de la cabeza de la protagonista. La realidad subjetiva del libro
está dentro de la cabeza de ella misma. Entonces, nosotros a
través del fluir de su conciencia, vemos el arco psicológico del
personaje. Desde que se encuentra con esta persona, desde que
muestra su momento de vulnerabilidad y desde que es captada
totalmente por este personaje.
Lo que le sucede a la protagonista le ocurre a mucha gente al
momento de que empiezan a caer las caretas y las o los afectados
empiezan a confundirse, entrando en una disonancia cognitiva,
que no les permite saber si están con un ángel o con un demonio,
haciéndolos preguntarse: ¿Soy yo la loca? ¿Soy yo la tóxica? ¿Soy
yo la psicópata?
Lo interesante del libro, es que no concluye cuando la protagonista termina su relación con el psicópata, sino que muestra el
desastre que quedó después y el cómo debe volver a empezar
para salir del agujero tan profundo donde quedó. Muestra también sus ganas de volver a vivir y su proceso de sanación de
la coerción psicológica, que incluso ante la ausencia física del
antagonista, este sigue accionando en su cabeza, creándose un
“arco psicológico” entre ambos.
“Esos personajes son como una ballena
que anda con la boca abierta en el océano, esperando a que entren todo tipo de
peces en su boca”
¿Cómo opera este personaje para encontrar a sus
víctimas? ¿Cómo detecta sus vulnerabilidades para poder
meterse en sus vidas?
Esos personajes andan en constante búsqueda. Son como una
ballena que anda con la boca abierta en el océano, esperando a
que entren todo tipo de peces en su boca.
Esta persona es un psicópata obsesivo, que tiene como objetivo el cazar a su víctima, es un constante depredador que va
caminando por la selva buscando la oportunidad.
Entonces, cuando estos psicópatas se encuentran con personas
que andan buscando amor, aceptación, o simplemente quieren
pertenecer, entonces es cuando actúan y se aprovechan de ellas.
Cuando nos encontramos vulnerables nos convertimos en un
caldo de cultivo para ellos, que nos identifican fácilmente como
presas. Ellos son personas que ven todo como mercancía y que
adolecen completamente de empatía hacia los demás.
¿Son fáciles de reconocer?
No necesariamente, ya que se presentan como seres encantadores y amables. Es después, cuando empiezas a ver las caretas y
sus manipulaciones. Te empiezas a dar cuenta de la verdadera
persona que está detrás de ellos.
¿Esas personas están conscientes de que están obrando
mal?
Esas personas no tienen sentimientos,
saben que están haciendo algo malo,
pero eso no les importa. Saben que existe
una moralidad, pero igual, tampoco les
importa. Y bajo esa perspectiva, pudiéramos afirmar que la moralidad no es lo
que hace buenos a los seres humanos,
sino su capacidad empática, que es la
que les permite autorregularse.
Cuando te cruzas con un psicópata,
no hay opción de que salgas bien de esa
relación. Lo que a mí más me llamó la
atención, sobre todo cuando empecé a
investigar a estas personas y a las sectas, era el por qué algunas víctimas
se transformaban en victimarios y
el cómo la justicia puede lidiar con
esos casos.
“No quería que
la gente leyera
una historia que
pudiera sonar
excepcional o
difícil de creer,
quería que fuera
una historia que
la gente sintiera
que les pudiera
pasar a ellos”.
¿Es fácil darte cuenta que estás
con un psicópata?
Con estos personajes las líneas de
la realidad se vuelven muy difusas,
haciendo ellos magia, al logran difuminar la realidad y hacerte creer que
ellos son como “Jesucristo”.
Es tan fácil mirar desde afuera
y decir: ¿Cómo se metió con
esa persona o en esa secta?
¿Cómo no se dio cuenta que
ese tipo era un desgraciado?
¿Por qué no lo deja?
Luego la gente piensa que te gusta
que te traten mal, que eres tonta
o que no tienes educación, pero la
verdad es que es muy común que
las personas captadas en relaciones coercitivas, sean personas
muy bien preparadas y educadas. Todos los seres humanos
podemos ser captados porque
todos somos maleables.
¿Qué enfoque utilizaste
para escribir la novela?
Yo no quería que la gente leyera una historia
que pudiera sonar excepcional o difícil de creer, quería que fuera
una historia que la gente sintiera que les pudiera pasar a ellos, a
un hijo o a un hermano. Quería acercar el mensaje de la novela
a la gente a través de una lectura dinámica, clara y simple.
¿Se puede castigar a estas personas? ¿Durante tu
investigación encontraste elementos que pudieran ser
considerados como un delito o que infrinjan alguna ley?
La mayoría de las veces no son castigadas, pero, ¿sabes lo que
pasa?, siempre terminan delinquiendo de una u otra forma.
Generalmente, esta gente vive tan al límite y tomando tantos
riesgos que no miden, que al final roban o matan a alguien con
tal facilidad, que terminan cayendo en problemas con la justicia.
¿Qué caracteriza a este tipo de personas que nos pudiera
ayudar a identificarlos?
Sin duda la falta de empatía
y emociones. Debemos educarnos transversalmente para
identificar cuando alguien no
tiene emociones verdaderas o
no es empático contigo o con
las demás personas.
¿Qué consejos le darías
a todas esas mujeres y
hombres que están teniendo
una relación o están dentro
de una secta de este tipo?
Definitivamente tienen que alejarse de esas personas o salir
de esas sectas, aún y cuando los
hagan sentir que ellos los están
traicionando. Usualmente, la
gente que cae en este tipo de
coerción psicológica, al paso de
los años termina aislada y peleada
con su familia, quedando sola y
vulnerable.
Existen muchos grupos de apoyo
y comunidades online que pueden
apoyarlos, al igual que psicólogos especialistas en estos temas. Generalmente la familia se convierte en uno
de los principales grupos de apoyo.
¿Qué hacer después de pasar por
una relación así?
A veces se pudiera preferir no estar
con nadie, por miedo de volver a vivir
algo así, pero lo más importante es
saber que no estás sola o solo. Eso
fue lo que más fuerza me dio a mí, el
darme cuenta que no era la única. Sin
embargo, creo que es un tema que debemos de conocer para así poder evitar
nos suceda.
“La falta de
empatía y
emociones
es algo que
caracteriza
a estos personajes”
¿Se pudiera considerar que es un
tema de salud pública?
No sé si sea un tema precisamente de
salud pública, pero es un tema que debe
ser tratado a través de instituciones tanto
públicas como privadas. Actualmente,
existen organizaciones coercitivas, muchas
de ellas religiosas, que deben ser observadas, ya que no estamos
hablando de que se le vaya a “partir el corazón” a alguna persona,
sino de que alguien pueda volverse adicto o hasta perder su vida.
¿Dónde podemos encontrar tu novela?