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MAGOS HERRERA | La voz femenina del jazz | ROBERTO GARZA | Agosto 2024

Por: Roberto Garza
Fotografía: Jill Steinberg, Cortesía Magos Herrera




MAGOS HERRERA
La voz femenina del jazz

Originaria de la CDMX y actualmente residente de Nueva York, Magos Herrera es una cantante, compositora y productora, reconocida internacionalmente por su seductora voz e interpretaciones únicas dentro del ámbito del jazz, fusionando en múltiples ocasiones ritmos latinoamericanos con influencias contemporáneas.

A continuación, la también nominada al Grammy y alguien quien se ha presentado en escenarios tan prestigiosos como el Carnegie Hall en NYC, el Círculo de Bellas Artes en Madrid, el Union Chapel en Londres y el Duc des Lombardes en Paris, nos ofrecerá una interesante charla.

¿Estás ahorita en San Miguel de Allende, en Nueva York o en la Ciudad de México?

Estoy en San Miguel de Allende y la verdad muy feliz, porque después de un semestre de mucho trabajo, estoy ahora aquí también trabajando, pero a un ritmo distinto.

“Poco a poco he ido, creciendo y floreciendo la idea de ser una representante del jazz mexicano”

Mucha gente seguramente se pregunta, ¿quién es Magos Herrera? Platícanos por favor un poco de tu infancia y sobre cómo llegaste a ser en lo que te has convertido en estos momentos, una gran cantante y compositora de jazz.

Muchas gracias Roberto. Pues mira, de manera muy concreta, yo decidí dedicarme a la música hace ya tres décadas. El próximo año cumplo 25 años desde mi primer lanzamiento discográfico, el cual seguramente voy a festejar en grande.

Comencé a cantar y estudiar música en Los Ángeles, cautivándome el jazz, que es un género muy abierto, desde un inicio. Me identifiqué con esa apertura y también con la idea de usar la voz como un instrumento. Pero más allá de todo... me gustaba mucho contar historias.

Estudié en México, después me mudé a Nueva York y he tenido la oportunidad de realizar muchos discos, muchas giras y muchos conciertos. Poco a poco ha ido, creciendo y floreciendo la idea de ser una representante del jazz mexicano. 

No me gustan mucho los géneros, la verdad, me gusta más contar historias, digámoslo así. Y hoy en día, pues tengo la gran fortuna de poder compartir mi música alrededor del mundo y de siempre regresar a mi país, que la verdad es de las cosas que más me gustan, regresar a mi país y compartir la música con mi gente y mi tierra.


¿Por qué el jazz? ¿Por qué seleccionar ese género musical muchas veces incomprendido por tanta gente, difícil de entender, de comunicar?

Primero, porque es un lenguaje muy incluyente, es decir, actualmente, hay artistas de todo el mundo que usan al jazz como punto de partida en relación a texturas, armonías y propuestas. Músicos de todo el mundo han incorporado sus propias raíces en este lenguaje.

El jazz es hoy por hoy, un género mucho más abierto, expansivo y global. Es lo que yo hago y la razón por la que me gusta, contando con una sofisticación armónica, rítmica y dándome la oportunidad de incorporar la influencia latinoamericana que yo tengo. El jazz es un “gran árbol” que permite todo eso y más.

Me considero más una contadora de historias que otra cosa. Es cierto que fui entrenada como cantante de jazz, que los músicos con los que toco son jazzistas y que creamos un interplay entre todos nosotros, pero lo que estamos haciendo, al fin y al cabo, es contar historias a través de canciones.

¿Qué me dices del jazz-vocal?

Dentro del jazz existe esta vertiente del jazz vocal, que precisamente es lo que yo hago, comunicando el jazz a través de la voz y a través de estar contando historias.

Lo que ocurre, es que puedo cantar un “Gracias a la Vida” de Violeta Parra, que está incluida en mi disco, pero con una rearmonización muy específica.

¿Es cierto que el jazz es un género complejo y difícil de entender? 

Creo que hay una falta de cercanía con este género y que es necesario desmitificar esa idea de que es complejo y difícil de entender. Debemos trabajar en cómo hacerlo más cercano y atractivo para la gente.


Mencionas una veta latinoamericana, una propuesta distinta, ¿cómo describirías tu propuesta musical?

Estaría fundada en hacer un jazz enaltecido, pero con algunas otras vertientes incluidas. Me encanta la música de cámara y la música de raíz latinoamericana, desde Brasil y hasta México. Pero creo que son esas influencias, sobre todo en mis últimos tres discos más recientes.

El disco que lancé en 2018, fue mi primera aproximación dis - cográfica, con el mundo de la música de cámara. Debido a que mi timbre vocal es muy parecido al de un chelo, tenía mucha curiosidad en hacer el experimento, razón por la que grabé con el cuarteto de cuerdas Brooklyn Rider, un cuarteto increíble con el cual realicé giras por tres años.

Has mencionado sobre tu necesidad de contar historias, pero ¿son historias tuyas? ¿historias de la gente? ¿del pueblo mexicano?, platícanos por favor un poco sobre qué historias son las que cuentas a través de tus canciones.

Son historias del corazón humano, historias de nuestra humanidad. Por ejemplo, mi disco Aire, que se gestó durante la pandemia y que lancé el año pasado. Esa producción está llena de gratitud y habla de esas cosas invisibles que nos hacen seres humanos, hermanándonos a todos. 

Entonces, las historias que cuento en ese disco en particular, fueron seleccionadas para dar gracias a la vida y hablar de gratitud.

“Mi producción “Aire” está llena de gratitud y habla de esas cosas invisibles que nos hacen seres humanos”

¿Qué importancia han traído las colaboraciones con otros grandes músicos para crecer tu propuesta musical?

Me encanta tu pregunta porque las colaboraciones han sido cruciales. Para mí, la colaboración es uno de los grandes ejercicios de crecimiento, ya que te obliga a salirte de tu zona de confort, de tu propia narrativa y de una forma de hacer las cosas. 

Todas mis colaboraciones, siempre las he realizado con artistas que admiro muchísimo y que de alguna forma traen una nueva luz a cómo entiendo las cosas. Para mí es fundamental colaborar, por ejemplo, cuando grabé con Brooklyn Rider, que sin duda fue una de las experiencias más entrañables que he tenido dentro de la música. Gracias a ellos conocí a The Nights, orquesta con la que grabé mi disco Aire. 

La colaboración es una gran herramienta de crecimiento. Recuerdo que en alguna ocasión le mencionaron a Sting: “Tú eres grandioso y sabes todo”, a lo que Sting respondió: “No, yo no sé todo, yo sé mis canciones, pero sé muy bien de quién rodearme para comunicarlas”.


Y esos encuentros, esas colaboraciones con grandes músicos, ¿cómo son?

Las colaboraciones con los grandes se dan de una manera muy eficiente, ya que el tiempo es dinero y el mundo está muy ocupado. No ocurre eso de “vamos a juntarnos a ensayar 10 veces antes de entrar al estudio”. 

En el proceso de hacer los arreglos musicales, yo sí me tomo mi tiempo, me gusta involucrarme en el proceso creativo, sin embargo, una vez que están la visión definida y las partituras listas, mando estas últimas a la orquesta o cuarteto, para ensayarse una sola vez y entrar después al estudio para grabar.

¿Qué harías tu para aumentar el consumo del jazz en México? ¿qué acciones puntuales realizarías?

Tú deberías de ser secretario de Cultura (risas). Esas son las preguntas que debemos hacernos, los grandes retos que tenemos.

Para mí todo tiene que ver con la educación. Hay que entender que, por ejemplo, yo no fui criada con música clásica, pero mi sensibilidad ha crecido enormemente, por trabajar con ese tipo de música. No vengo de ahí, sin embargo, puedo hacerlo. 

Cualquier expresión artística te otorga una experiencia que puede ser de diferentes niveles. Como conocedor, puedes tener una experiencia muy sensorial, muy emocional, es decir, una pintura te puede provocar ira, pasión, paz o simplemente conectarte con algo.

“Actualmente hay artistas de todo el mundo que usan al jazz como punto de partida en relación a texturas, armonías y propuestas”

¿Lo mismo sucede con la música?

Exactamente, lo mismo sucede con la música. Puedes no conocer el jazz e ir y ver una gran ejecución que te provoque emoción. 

¿Cómo aprender y entender que el arte o cualquier expresión artística es de todos, y que a todos nos conecta con diferentes fibras de nuestra percepción emocional?

Creo que tanto el jazz como cualquier otra expresión artística en México, surge con la educación. Si nosotros en la escuela tuviéramos clase de música o pintura desde chiquitos, entonces, todo sería diferente. La educación desmitifica esta distancia con el arte, volviéndola una cosa más lúdica.


Después de tu presentación en Monterrey en junio pasado, te presentaste en la Ciudad de México en el Festival Jazz MX, donde fueron solo bandas de jazz mexicanas. Gran iniciativa, ¿No crees?

Sin duda un gran esfuerzo el que están haciendo los músicos nacionales, para organizarse, fortalecerse, estimularse y generar más discos. Un esfuerzo que tiene mucho que ver con la oferta y la demanda, al igual que con el cómo los medios lo plantean.

No es lo mismo hacer una entrevista como la que estamos haciendo ahora, en la que tus preguntas son sumamente luminosas (dan luminosidad al género jazz), a que si fuera una entrevista que generará todavía más distanciamiento con esta maravillosa expresión artística.

“El jazz es hoy por hoy, un género mucho más abierto, expansivo y global”

Sin embargo, ¿todo empieza con la educación?

Totalmente, porque si las nuevas generaciones son músicos o aprecian la música, ellos van a demandar tener más cercanía con ella. Tendríamos más gente que la entienda y que quisiera aproximarse a ella.  

Generalmente la gente se acerca más a lo que entiende, y como dices, una educación a una temprana edad haría la diferencia. La gente no se acerca al jazz, no porque no le guste, sino porque no lo conoce, ahuyentando ese desconocimiento a la gente.

Eres una mujer que siempre se ha distinguido por apoyar diferentes causas sociales. Platícanos un poco más sobre ese perfil tuyo dentro de la música.

Para mí es muy importante no salirme de mi vértice, que es la música y a través de ese espacio hacer todas estas iniciativas que bien mencionas.

Me invitaron hace años a ser vocera de ONU Mujeres para todo lo relacionado con la violencia de género y procuración o promoción de la igualdad de género. Por supuesto que dije que sí, porque es algo necesario, porque todas las mujeres tenemos una historia que contar y porque es algo que a través de la imagen pública puede hacer resonar.

Pero todo eso lo hago a través de la música, es decir, grabo un disco para apoyar la campaña HeForShe de ONU Mujeres. Te comento también que acabo de dar un concierto en el corporativo de las Naciones Unidas, como parte de la conferencia más importante que define la agenda de los derechos humanos.


¿Consideras a la música como un agente transformador?

Precisamente en el evento anterior, pusieron a la música en el centro de la conversación, como un agente transformador. 

También doy giras y durante las mismas, hacemos pláticas en universidades con las nuevas generaciones, para platicar sobre cómo la música puede desarrollar a la persona. Hacemos preguntas como: ¿Qué esperas tú para tu desarrollo? Y tratamos de contestarlas a través de la música.

La verdad es que es un honor y un privilegio poder hacerlo, porque todas las mujeres tenemos algo que queremos cambiar para vivir en un mundo mejor. Todavía tenemos mucho por hacer.

“A través de la educación, debemos trabajar en cómo hacer al jazz más cercano y atractivo para la gente”

¿Y mejor si es a través de la música? ¿cierto?

Y particularmente si es a través del jazz, que se pueda comunicar todo eso, ya que el jazz tiene esa característica, de ser un género bastante neutral en el sentido de que todos lo pueden disfrutar, reflexionar y vivir de diferentes formas.