El ex-mago de la Taberna
Minhota – Murilo Rubião
La literatura en portugués,
y sobre todo las letras
brasileñas, son casi un
misterio para los que
hablamos español en
América. Vamos a ver
si empezamos a tender
puentes.
Inclina tu oído, Señor, y escúchame;
porque estoy indefenso y pobre.
(Salmos. LXXXV, I)
“
Hoy soy un servidor público y esta no es mi
mayor decepción.
De hecho, no estaba preparado para el
sufrimiento.
Todo hombre, al llegar a una cierta edad, puede
perfectamente afrontar la avalancha de aburrimiento
y de amargura, ya que desde pequeño se ha acostumbrado a las vicisitudes, mediante un lento y paulatino
proceso de desagrado.
Pero eso no me pasó a mí. Fui arrojado a la vida
sin padres, ni infancia ni juventud.
Un día encontré mi cabello ligeramente canoso,
en el espejo de la Taberna Minhota.
No me sorprendió el descubrimiento, ni tampoco
me sorprendió que sacara al dueño del restaurante
de dentro de mi bolsillo. Él sí, perplejo, me preguntó
cómo pude haber hecho eso.
¿Qué podría responder ante esta situación una
persona como yo, que no encontraba la más mínima
explicación a su presencia en el mundo? Le dije que
estaba cansado. Nací cansado y aburrido.
Sin pensar en la respuesta ni hacer más preguntas,
me ofreció un trabajo y desde ese momento divertí
a los feligreses de la casa con mis pases mágicos.
Al hombre, sin embargo, no le gustó mi práctica
de ofrecer a los espectadores almuerzos gratis, que
misteriosamente iba extrayendo del interior de mi
chaqueta.
Considerando que no era el mejor negocio para
aumentar el número de clientes sin el consiguiente
aumento de beneficios, me presentó al gerente de
Circo-Parque Andaluz quien, consciente de mis capacidades, se propuso contratarme. Pero primero le
aconsejé que tuviera cuidado con mis trucos, ya que
a nadie le sorprendería que se me ocurriera la idea
de repartir entradas gratuitas para los espectáculos.” (M.R.)
Murilo Rubião, escritor y funcionario público de
Minas Gerais, Brasil, narra en este famoso cuento
cómo la burocracia anuló la capacidad de un hombre
de transformar todo en magia.
El personaje es un mago desencantado, con poderes
extraordinarios pero incontrolables. Al protagonista
de esta historia, sin que él lo desee o pueda manejarlo
de algún modo, le ocurren cosas extrañas y absurdas
que van apareciendo a su alrededor sin que logre
entenderlas.
Pero, hombre eternamente entediado, sus prodigios
solo sirven para aburrirlo aún más. Nada lo alegra o
divierte de verdad.
El cuento más famoso de Murilo Rubião, El ex mago
de la taberna Minhota, pone al lector en contacto con
el mundo fantástico lleno de inquietudes del autor,
uno de los pioneros del género en Brasil. La obra,
que fue lanzada en 1949, cuenta con ilustraciones
de Ana Raquel y con un útil un glosario de términos
utilizados en el texto.
Después de la publicación de su primer libro, El ex
mago, en 1947, Murilo Rubião (1916-1991) alcanzó una
posición hasta ahora sin precedentes en el campo literario brasileño, no solo por su originalidad temática,
como iniciador de la forma llamada en toda Latinoamérica fantástica en la que estructura sus obras, sino
también por el carácter de su escritura única, tanto
por los aspectos temáticos, los epígrafes bíblicos y lo
que se conoció como el gesto de reescritura. Reescribir
textos resulta de un deseo de perfeccionismo, claro.
Sin embargo, esta compulsión lleva al escritor a una
condición de sufrimiento, porque, como él mismo
dice, es angustioso escribir, releer, cortar, recortar,
reescribir, corregir, etc.
Su proyecto literario también demuestra sus concepciones ideológicas y presenta a un autor sensible a
la situación moderna establecida en aquellos años y la
difícil relación entre el individuo y el medio ambiente,
expresada en las insuficiencias por las restricciones
impuestas por la sociedad en un país todavía en inicios
de su desarrollo.
Anclado en esta premisa dialéctica, Rubião examina
y explora las características de la llamada “Modernidad Líquida”, un concepto de Zygmunt Bauman, en
su cuento El ex mago de la taberna Minhota.
Las relaciones sociales y la angustia del mago derivan de su existencia en un entorno líquido moderno
basado en lo efímero, las inconstancias, la racionalidad y la organización estricta y cerrada, en la que
no hay casi lugar para la imaginación creativa. Un
mundo en el que se pierde tiempo buscando cada vez
más satisfacción y de forma más rápida, dadas las
condiciones de caducidad de los productos ofrecidos,
y no necesariamente de los productos alimenticios.
El escritor forma parte de la tercera generación
modernista, el llamado posmodernismo. Señalado
por la crítica como precursor del realismo fantástico
en Brasil, sus cuentos presentan situaciones y personajes insertados en un contexto mágico, maravilloso
o extraordinario. Así, su primera obra fue recibida
con enorme extrañeza por los lectores y los críticos,
pero el autor ya lo sabía -o se lo imaginaba- y, por eso,
declaró que “la gloria, la consagración inmediata, nunca
condujo a una conciencia clásica de la obra literaria”.
La nueva realidad generada por la posmodernidad
provocó un desgaste social y un deseo insaciable, en
el que la máxima es el consumo, y la mercancía pasa
a gestionar los deseos y acciones de los individuos.
Además, el condicionamiento de los sujetos pasa por
la dominación ideológica, por lo que este proceso se
da de forma naturalizada y alienante, que, más allá
de las consecuencias en la vida, genera problemas en
las relaciones privadas y humanas en general.
Como principal representante del realismo mágico
o fantástico en Brasil, el cuentista fallecido el 16 de septiembre de 1991, publicó libros caracterizados
por narraciones que muestran realidades absurdas,
marcadas por el sinsentido, además de presentar el
monólogo interior de personajes inmersos en sus
conflictos existenciales.
La obra de Murilo Rubião, aunque como ya dijimos,
se inserta en el contexto de la tercera generación
modernista -o posmodernismo- es conocida, principalmente, por su filiación con el realismo mágico o
fantástico. Por lo tanto, los cuentos del autor presentan situaciones que ya se vertían y desparramaban
por media América Latina en las letras de Horacio
Quiroga, Bioy Casares o G. García Márquez, con escenas aparentemente absurdas asociadas a un universo
literario onírico, mágico o fantástico.
Este sinsentido va siempre acompañado de la ambigüedad y fragmentación de la narrativa, construida
a través de un curioso monólogo interior de los personajes, que permite al narrador, por medio de un
flujo de conciencia, presentar los diversos conflictos
existenciales de la mujer y el hombre modernos. Así,
los lectores y lectoras experimentan un extrañamiento
ante una realidad absurda, pero distanciada de las
cuestiones sociales en la que se destacan la ironía,
provocada por el tedio y el desencanto.
La narración es en primera persona, por tanto, el
protagonista cuenta su propia historia. Sin embargo, él
mismo desconoce su origen. De repente, se encuentra
canoso en Taberna Minhota, y descubre que apareció
como de la nada: “Me lanzaron a la vida sin padres, ni
infancia ni juventud”. Y es en ese momento saca del
bolsillo al dueño del restaurante, que se sorprende, pero
el narrador tampoco sabe cómo explicarle lo que hizo.
De todos modos, y otra vez, absurdamente, el
dueño lo invita a trabajar como mago en la taberna.
Sin embargo, pronto es despedido y empieza en una
compañía de espectáculos en la que tiene mucho éxito.
Pero él insiste en perplejidad por no haber tenido “un
nacimiento y un pasado”, y estas son sus grandes
ambiciones. Además, no tiene control sobre su magia,
que ocurre sin que él la haya planeado.
Sin embargo, las personas que lo rodean piensan
que sus magias son intencionales y su fama crece
mucho, haciendo que su existencia se convierta de a
poco en algo insoportable. Y es así que luego decide
poner fin a su propia vida. Para ello saca de sus bolsillos una docena de leones, pero estos no lo devoran,
pues ellos mismos encuentran el mundo aburrido y
piden desaparecer.
El mago se enoja mucho, mata a los leones y se
los come, esperando sufrir una indigestión, pero
solo le duele el estómago un poco, y su vida continúa, aburrida, como siempre. Además, tratando de
encontrar nuevas formas de morir, salta desde el
pico de una cadena montañosa, pero otra vez, de la
nada, es “sostenido por un paracaídas”. Más tarde,
cuando intenta dispararse en la cabeza, la pistola se
convierte en un lápiz.
Finalmente, cuando escucha en la calle a un hombre triste decir que “ser funcionario público era como
suicidarse lentamente”, el mago consigue un trabajo en
una secretaría de Estado. Sin embargo, en lugar de la
muerte, sólo experimenta más angustia y desesperación,
ya que ahora ya no tiene la distancia de la que disfrutaba
en el escenario de mago, y necesita tratar con la gente
y “disfrazar las náuseas” que las multitudes le causan.
Además, irónicamente, teme perder su trabajo y
sus poderes mágicos, ya que el servicio público, con
su aburrimiento eterno, le quita toda la magia de la
vida. Así, ya sin los “dones de mago”, se ve incapaz de
abandonar “la peor de las ocupaciones humanas”, es
decir, ser un funcionario público. Y no se da cuenta
que, como la mayoría de los seres humanos, el ex
-mago echa de menos lo que perdió.
“A platéia, em geral, me recebia com frieza, talvez
por não me exibir de casaca e cartola. Mas quando,
sem querer, começava a extrair do chapéu coelhos,
cobras, lagartos, os assistentes vibravam. Sobretudo
no último número, em que eu fazia surgir, por entre
os dedos, um jacaré. Em seguida, comprimindo o
animal pelas extremidades, transformava-o numa
sanfona. E encerrava o espetáculo tocando o Hino
Nacional da Cochinchina. Os aplausos estrugiam de
todos os lados, sob o meu olhar distante”.
Argentino, establecido en Brasil,
profesor de idiomas, editor, traductor, escritor
y librero. Investigador y conferencista de temas
hispanoamericanos y de la historia y las culturas
de los pueblos nativos. Autor de más de una centena
de libros didácticos publicados en Brasil, y de dos
colecciones de cuentos en Argentina.