Sin audiencia
no hay medios
Personajes
con caducidad
De amiguitos tiernos
a psicópatas asesinos
Probablemente vieron, o al menos se enteraron, del reciente lanzamiento de una película
de horror titulada “Winnie The Pooh: Blood and
Honey” (“Sangre y Miel”) en la que el tierno osito
come-miel se presenta como un ente desquiciado, sediento de venganza, que, luego de
sentirse abandonado por Christopher Robin,
comienza a matar a diestra y siniestra a todos
los que se acercan a su zona del bosque.
¿Qué pasó ahí? ¿Cómo fue posible que alguien
tomara un clásico para, así nomás, dar un giro al
perfil dulce y tierno y convertirlo en asesino serial?
Les cuento remitiéndome a que este caso tiene
que ver con un tema de vencimiento de derechos que dejó un espacio legal para que pudieran
explotar el personaje con una personalidad totalmente diferente a la que le había caracterizado.
Esta situación encendió las alertas de la reconocida empresa de entretenimiento Disney que, sin
duda, quiere proteger a toda costa a los demás
personajes de su catálogo, comenzando por
sus máximas figuras, las dos más identificables,
como los son Mickey Mouse y Minnie Mouse.
Desde la primera vez que Mickey Mouse apareció
ante el público, allá por 1928, en la animación
titulada “Steamboat Willie”, se ha ligado como
imagen de la compañía. Pero sucede que los
derechos reservados de esas primeras imágenes (las de la película referida) han caducado,
por lo que desde el pasado 1 de enero del presente año pasaron a ser del dominio público y
cualquier persona puede usarlas, compartirlas,
interpretarlas, reeditarlas y readaptarlas a como
su creatividad y/o intereses le marquen, sin necesidad de solicitar permiso o cubrir algún costo.
Por cierto, ¿ya vieron a Mickey en promociones del
controvertido “Tren Maya” del sureste mexicano?
Cabe señalar que el tema de los derechos caducos no aplica a las versiones modernas de los
personajes, que siguen estando bajo la protección de derechos y propiedad intelectual. Por
otro lado, esas primeras versiones de la pareja
de ratones Disney, no son las únicas obras que,
al cumplir los 95 años de derechos reservados
marcados por la Ley de los Estados Unidos, pasan
al dominio público. También están los libros “The
House of Pooh Corner”, de A.A. Milne, “Orlando”
de Virginia Woolf, “El Amante de Lady Chaterley”
de D.H. Lawrence y la comedia romántica de
Charlie Chaplin titulada “El Circo”.
Volviendo al tema de los personajes señalados, resulta importante aclarar que lo que no
se puede hacer es desarrollar productos que
hagan creer de manera equivocada que se
están comprando o consumiendo los de la
compañía del ratón, pues eso sí sería incurrir
en engaño y, justamente, es lo que el registro
de marca busca evitar. De manera que cualquier uso de estos personajes que dé la idea
de que pertenecen a la marca original, todavía
implicaría riesgo de problemas de derechos
reservados.
Dicho en otras palabras: Aunque Mickey, Minnie y
Winnie sean del dominio público, The Walt Disney
Company mantiene la marca registrada, que
es una protección distinta a la de los derechos
de autor. Sólo hay que cuidar que el proyecto en
que se usen no se parezca en nada a ninguno
desarrollado por Walt Disney.
Lo anterior explica por qué, para sacar la vuelta
a cualquier implicación legal, a los realizadores
cinematográficos les está resultando mucho
más fácil generar tramas de horror o terror que
alejen lo más posible a los personajes de cualquier uso que se les haya dado hasta ahora.
Así, muy pronto podremos ver en pantalla “La
Ratonera de Mickey” (“Mickey’s Mouse Trap”), un
slasher combinado con comedia negra en el
que el papel principal lo lleva un asesino disfrazado del popular ratón. Dirige Jamie Bailey
y estelarizan Callum Sywyk y Sophie McIntosh.
Por ahora, un llamado a revisar muy bien lo
que verán, sobre todo si van acompañados
por pequeños, porque el hecho de que tengan
personajes típicamente infantiles como protagonistas no implica, necesariamente, que sean
para público infantil.
Edui Tijerina Chapa edui_tijerina@yahoo.com.mx
Twitter: @EduiTijerina
Instagram: @eduitijerinachapa
Escritor, dramaturgo, guionista,
asesor y analista de medios. Autor de numerosas piezas
teatrales y de scripts para películas como “Cantinflas”,
“Somos invisibles” y “Jesús de Nazaret”