Por: Edui Tijerin Chapa
Fotografía: Mario López
MARIO LÓPEZ
Amo el poder de parar el mundo y detener el tiempo
Desde que llegué e instalé en el Estado
de Texas, me he concentrado en buscar e involucrarme en las distintas
vertientes de expresión artística que
se ofrecen en sus principales ciudades. Así, conectando con guionistas,
cineastas, pintores, escritores, músicos y demás, he tenido oportunidad
de conocer grandes talentos.
Esta vez, me permito compartirles la charla que he tenido
con uno de los fotógrafos más reconocidos y prometedores de
esta zona de los Estados Unidos y con quien he tenido el gusto
de entablar comunicación: Mario López.
Comencemos por tu origen, Mario. Eres estadounidense,
pero de ascendencia Latinoamericana…
Así es. Soy hispano-texano. Nací en Dallas, de padres bolivianos.
¿Cómo fue que ellos migraron a la Unión Americana?
Mi madre llegó de Bolivia, cuando apenas tenía 18 años de edad,
para cursar su carrera en Baylor University. Mi padre vino tras
ella. Fue la clásica historia de amor.
“Amo capturar esos
momentos
que pudieran pasar
desapercibidos y
que no se
detectan a
simple vista”
Y entonces, llegaste tú
Así fue. Y crecer en la década de los 70 fue perfecto para mí. Fue,
sin duda, un tiempo casual y relajado. Fui lo suficientemente
afortunado como para viajar durante los veranos y justo eso
fue lo que determinó que descubriera el arte de la fotografía.
Es decir que viajar fue lo que abrió tus ojos a la vocación…
Exactamente. Ver todos esos sitios hermosos, históricos e icónicos en el mundo, detonó mi pasión por la fotografía. Quería
capturar los sentimientos y emociones que experimentaba con
el sólo hecho de estar ahí, en ese momento.
¿Qué sitio fue el que más te marcó?
Visitar el Castillo Lichtenstein, en Alemania, marcó mi alma.
¡Es tan bello, tan maravilloso!
¿Cuál fue el primer paso de tu relación con la fotografía?
Compré mi primera cámara, con mi propio dinero, cuando tenía
7 años de edad. Todavía recuerdo cuando le pedí a la señorita
vendedora que me tomara una foto para que yo pudiera ver la
calidad fotográfica de la cámara que estaba a punto de comprar.
Fue en 1977. Yo estaba usando mi playera de “Convoy”, una
de las dos películas sobre camioneros que estaban de moda en
ese entonces: Esa misma, “Convoy”, con Kris Kristofferson -muy
buena banda sonora, por cierto- y “Smokey and the Bandit”,
con Burt Reynolds y Sally Field. Ambas películas son realmente
inolvidables. Me encantan.
“Creo que
no he logrado mi
punto más
alto. No, todavía. Tengo un largo
camino por
recorrer y
el viaje es la
mejor parte”.
¡Vaya! Esta entrevista me está trayendo grandes
recuerdos.
¿Sabes? Otro filme de esa época que verdaderamente me inspiró
hacia el arte de la fotografía. Me refiero a “Ojos de Laura Mars” con
Faye Dunaway y Tommy Lee Jones. En esa cinta, ella interpreta
a una fotógrafa que tiene visiones sobre un asesinado a través
de la lente. Como mención aparte, señalo que esta producción
también tiene una gran banda sonora.
¿Cuál ha sido tu formación teórica y práctica como
fotógrafo?
Tuve la suerte de participar como asistente del fotógrafo que
contraté para el estudio de fotos de mi hija recién nacida. Aprendí
mucho de él. Incluso, comencé a ver el otro lado de la moneda.
Es decir, no sólo la parte artística y creativa sino, también, la
del negocio que puede ser seguir este oficio.
Trato de mantenerme en aprendizaje continuo, capacitarme
en nuevas técnicas y estilos. Simplemente, amo lo que hago. Y
el amar lo que haces va marcando los pasos por dar y caminos
a seguir.
¿Quiénes han sido tus mentores, maestros y/o modelos a
seguir para encaminar tu carrera fotográfica?
Son muchos los fotógrafos cuyo trabajo amo y me inspira. Me
fascinan los maravillosos y variados paquetes fotográficos de
talentos como Francesca Woodman, Nan Goldin, Diane Arbus,
Cindy Sherman, Serge Ramelli, Emily Soto, Brooke Shaden y
Man Ray, así como el de Joyce Tenneson, por referir sólo algunos.
¡Hay tantos artistas de la lente a los cuales admirar!
¿Y cuál fue tu primer trabajo en este campo?
Un amigo me llamó para fotografiar a su familia, aprovechando
que estaban teniendo una reunión.
Justamente ese fue mi primer trabajo pagado. Aprendí mucho
de la experiencia.
“Trato de que
mis fotos capturen emociones. Los humanos somos
esencialmente
emocionales
y yo me considero muy sensible y perceptivo”.
¿Qué prefieres trabajar: retratos, paisajes, conceptuales,
reportaje, familiares, de grupo, publicitarias, modas…?
Amo tanto la fotografía que puedo decir que todas las variantes
me gustan por igual, aunque, si me pides que elija, me quedaría con trabajos de retrato, familiares, paisajes, autorretratos
y fotografía conceptual.
Trato de entrar de lleno, buscar posibilidades y, siempre,
intentar cosas nuevas. Es tan fascinante. Amo capturar esos
momentos que pudieran pasar desapercibidos, que no se detectan
a simple vista, crear algo muy especial a partir de ellos y evitar
que se pierdan en el tiempo, en el olvido.
Es que el tiempo es implacable…
Pero también es frágil y se desvanece, se va entre las manos,
igual que las imágenes mentales. Las fotografías permaneces.
Finalmente, tenemos el hoy, tenemos el ayer, pero no sabemos
si tendremos el mañana. Por eso, mejor tomo mi cámara y salgo
a atrapar los instantes de mi hoy.
¿Qué es lo que determina tus decisiones al momento de
tomar una foto?
Cada tópico es diferente, cada modo, cada actitud, estado de
ánimo. Hasta la hora del día puede determinar las decisiones de encuadre y tratamiento que uno tome. Así, podría asegurar que
el arte fotográfico es tan vivo como dinámico. Es difícil hacer
planeación que no esté sujeta a posibles variaciones, cambios,
ajustes. Llega a ser impredecible… y por eso me llena tanto.
¿Cómo es un día regular en la vida de un fotógrafo como
tú, tan talentoso y ocupado?
Para mí no es tan “loco”. Recuerda que crecí en lo años 70, así
que mi forma de trabajar tiene esa línea propia de la década:
fácil y desenfadada.
Paso mis días trabajando en ediciones, respondiendo consultas
y siempre estoy buscando espacios; constantemente hago sondeos
y recorridos para dar con locaciones. A medida que va pasando
mi día, pongo atención a todo lo que me rodea, a lo que pasa.
Todo lo veo en función de la expresión en imágenes, en encuadres.
“En cada
imagen,
uno tiene
el poder de
alterar la
perspectiva
y redirigir el
enfoque del
espectador”.
¿Cómo describirías tu proceso creativo?
Para describir mi proceso creativo tendría que decir que es muy
orgánico. Mi mente se expande por todo el lugar y se abre a
la inspiración a partir de todas las cosas que me rodeen en ese
momento: el lugar, el arte, la música, los colores y los sonidos
ambientales que reflejan la vida a mi alrededor.
Tengo siempre presente el gran poder que implica el arte de
la fotografía. En cada imagen, uno tiene el poder de alterar la
perspectiva y redirigir el enfoque del espectador. Igualmente,
uno cuenta con la maravillosa oportunidad de crear recuerdos
para toda la vida. De eso se trata la fotografía para mí. Siento
una profunda pasión por contar historias.
Mencionaste la música y los sonidos como elementos
inspiradores…
Sí. Especialmente la música. ¡Amo la música! También me ayuda
mucho al momento de editar las fotografías. Una vez que tengo
en claro el tono o carácter que quiero dar a cada imagen, elijo el
tipo de música que sea acorde y me ayude a abrir la veta creativa
encaminada al resultado que pretendo.
Me siento como un artista conceptual-integral. No me cierro
a las posibilidades expresivas.
Entonces… ¿crees en la inspiración?
Sí. Definitivamente. Está en todo lo que nos rodea. Sólo escu
-
cha, siente, mira. Hasta los más pequeños detalles requieren
de nuestra atención y, a partir de ellos, algo se nos mueve, nos
activa. Eso es inspiración.
¿Y cómo describes tu estilo? ¿Qué te caracteriza y
distingue de otros fotógrafos?
Trato de que mis fotos capturen emociones. Los humanos somos
esencialmente emocionales y yo me considero muy sensible y
perceptivo.
La emoción es el elemento clave del arte. Amo captar expre
-
siones y emociones espontáneas; esas que van fluyendo durante la
sesión y entre las distintas tomas. Si puedes sentir algo mientras
ves mis fotos, entonces sabré que hice bien mi trabajo.
¿Prefieres la fotografía con película o la digital?
Comencé usando película que, sin duda, tiene un especial atrac
-
tivo, pero ahora debo confesar que amo la era digital. Creo que
puedo ser más creativo, abrir más mi mente e imaginación con
la fotografía digital.
Ver en pantalla lo que estoy captando es sorprendente. Permite
decidir si continuar con la idea o construir una nueva.
Ya que hablas de la fotografía digital, ¿qué efecto, positivo
o negativo, tiene sobre el talento propio del fotógrafo?
La fotografía digital permite al fotógrafo perfeccionar su trabajo.
Si cierta imagen no funciona, entonces puedes avanzar a otras
opciones o, incluso, hacer correcciones que te permitan lograr
la foto que imaginaste desde el principio.
¿Y qué me dices de la Inteligencia Artificial? (AI)
La IA, o inteligencia artificial, es relativamente nueva en el campo
de la fotografía pero ya me tiene cautivo. Me gusta, me atrae, me
fascina sentir el amplio espectro de posibilidades que puedo tener
en mi campo. Uso IA como una herramienta para ampliar mi visión.
Hasta ahora me ha resultado divertida. Me encanta la tecnología y la forma en que, usándola adecuadamente, puede ayudar
en el aspecto de la visión creativa. El asunto es tomar conciencia
del sentido práctico y constructivo de la tecnología, mientras no
nos afecte el perfil sensible, creativo, expresivo.
Actualmente, con todas las herramientas de los celulares,
ya cualquiera se cree fotógrafo. ¿Ha disminuido el trabajo
debido a eso?
No. Para nada. No creo que mi trabajo haya disminuido debido
al fácil acceso a cámaras integradas a los teléfonos. Considero
que si tú amas la fotografía y valoras no la tecnología con la que
se produce sino la sensibilidad para el encuadre y el momento
exacto que vas a inmortalizar, entonces seguirás contratando
a un fotógrafo profesional.
Las cámaras en los teléfonos son para los momentos cotidianos, de ocasión. Para lo demás, lo relevante, lo trascendente; lo
que va más allá de un punto espontáneo, están los cuidados y
atenciones que ojos profesionales pueden brindar.
Todos estamos en proceso de aprendizaje. Una etapa que me
resulta mucho muy interesante. Que cualquiera tenga el chance
y esté dispuesto a tomar fotos es increíblemente fascinante, pero
para nada afecta la convicción de que siempre habrá fotógrafos,
artistas de la cámara que, como yo, siempre tendremos distintos
puntos de vista por ofrecer.
Infiero, entonces, que no consideras que te limita la
libertad artística.
Como todo, tiene ventajas y desventajas. Todo depende del nivel
de responsabilidad con que se hagan las cosas. Precisamente, mi
deber es hacer bien las cosas. No sólo que se luzcan las personas
y/o cosas que aparecen en el encuadre sino, como dije antes,
que transmitan algo.
¿De qué sirve que las imágenes luzcan
maravillosamente bien si no transmiten nada, si no hacen sentir
nada en quien las ve?
Básicamente, el secreto, lo que marca la principal diferencia,
es la capacidad de hacer algo potente con elementos simples o,
en todo caso, traducir algo muy potente en imágenes sencillas
e inolvidables.
“La Inteligencia Artificial me gusta, me
atrae, me fascina sentir el amplio espectro de posibilidades que puedo tener en
mi campo”.
¿Cómo es tu personalidad detrás de la cámara? ¿Eres
exigente, duro, ligero?
Soy crítico, pero también amable y hasta un poco juguetón detrás
de cámara. Confío en las experiencias ligeras, llevaderas, durante
la sesión de tomas. Estar relajados puede ser clave para lograr
buenas fotos. No estoy salvando vidas pero, eso sí, creando
recuerdos muy especiales.
Soy algo fácil. Me gusta conectar con quienes fotografío.
Charlar, bromear, aligerar el ambiente.
¿Cómo defiendes tu libertad artística cuando llega un
“cliente” con una idea específica del tipo de foto que
quiere?
Hasta ahora, los clientes que han venido a mí entienden mi
trabajo, lo han visto; esas referencias los hacen confiar y permitirme siempre el control creativo. Ellos confían en que
pondré todo de mi parte para producir un buen trabajo.
¿Cómo hacer foto artística sin que deje de ser comercial y
una foto comercial que no pierda su valor artístico?
Esta es una pregunta difícil. Creo que basta con trabajar sobre
cosas que enciendan tu pasión. Tomar fotos que hablen de tu
propia verdad.
Desde siempre he tenido clara la dificultad que representa
para muchos congeniar esos dos aspectos, es decir, lo artístico
y lo comercial. Quizás esa claridad me ayuda a buscar y lograr
un balance para producir cosas buenas que se vendan… y cosas
vendibles de alta calidad.
¿Qué opinas sobre las “selfies”?
¿Selfies, dices? ¡Las amo!
Hay que señalar que las selfies existen desde mucho antes
de que se popularizaran con los smarthphones.
Son una gran opción para la autoexpresión. Creo firmemente
en la expresión del yo, tal como lo hace Cindy Sherman. Es
muy atractivo, envolvente, inquietante y aleccionador entrar a
la exploración de las distintas texturas de la vida que nos rodea.
¿Cuál sería tu máximo punto como fotógrafo?
Creo que no he logrado mi punto más alto. No, todavía. Tengo un largo camino por recorrer y el viaje es la mejor parte.
Sobre las redes sociales, ¿qué tanto benefician tu trabajo
como artista fotográfico?
Redes sociales… Sigo hurgando y tratando de comprender ese
concepto. Por ahora, lo veo como una forma muy divertida de
hacer marketing y de extender mis redes de trabajo.
La tecnología en general y las redes sociales, en lo particular, están revolucionando al mundo. Hay que saber tomarlas,
aprender a usarlas y aprovecharlas de la mejor manera. Pueden
ser tanto convenientes como inconvenientes, todo depende de
la responsabilidad y conciencia con que se haga uso de ellas.
¿Has pensado en editar algún libro especial con tus
mejores trabajos?
Sí. He pensado en un hermoso libro de mesa que integre mis
principales fotografías, las que reflejen más y mejor mi trabajo,
pero, honestamente, siento que mi mejor trabajo todavía está
por venir.
¿Algún mensaje o sugerencia para quienes piensan el
camino de la fotografía?
La fotografía tiene tantos y muy diferentes aspectos que la
principal recomendación sería, primero, acercarse a ellos, luego
conocerlos y, después, detectar los que más te atraigan para
navegar de lleno en ellos y convertirlos en tu motor de expresión
y desempeño.
Ah, y una cosa muy importante: no tengan miedo a cometer errores, ya que a partir de ellos es que realmente podemos
aprender, pulir y mejorar.
Contacto
@MarioLopezPhoto
@Mario.Lopez.Photo
www.mariolopezphoto.com