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El precio de los juguetes es la única diferencia entre ser niño y adulto | PLÁCIDO GARZA | Diciembre 2023


Irreverente

El precio de los juguetes es la única diferencia entre ser niño y adulto

Haz lo que te divierte, no lo que te da a ganar dinero

Les platico: En una reunión interminable en la que estuve anoche, ya en la mesa los temas nos atropellaban.

Uno de esos fue cierta idea que surgió casi al final y que me llevó a comenzar a hilar una experiencia, que no terminé de expresar porque otros tópicos le ganaron la batalla en materia de interés.

La completo aquí para no dejar a mis comensales con la duda... si es que la tuvieron cuando antes de dormir quizá repasaron esa deliciosa plática. ¿Arre? ¡Arre! 

¿QUÉ ESTUDIAR?

La duda que tuvieron mis hijos sobre qué estudiar se las despejé de bote pronto, a cada uno por separado y juntos, cuando se dio la ocasión:

“Estudien lo que les divierta. Trabajen para divertirse. No dejen de hacerlo y olvídense del dinero. Este llegará solo si lanzan por delante a la diversión. Recuerden: el precio de los juguetes es la única diferencia entre ser niño y adulto”.

Hasta ahí mi reflexión, ahora les comparto lo siguiente: 

Si miramos con atención, podremos detectar la aparición de un nuevo grupo social que antes no existía: Personas que ahora tienen entre 60 y 80 años e incluso algunos que han alcanzado los 90.

UNA NUEVA GENERACIÓN

A éste grupo pertenece una generación que ha expulsado la palabra envejecimiento de su terminología, porque no entra en sus planes.

Es una novedad demográfica, igual al auge de la adolescencia, que también fue un nuevo grupo social que surgió a mediados del siglo XX para dar identidad a una masa de niños en flor en cuerpos adultos, que no sabían a dónde ir ni cómo vestirse.

Éste nuevo grupo de humanos que hoy tiene entre esas edades, llevó una vida razonablemente satisfactoria.

Son mujeres y hombres independientes que trabajaron -y lo siguen haciendo- durante mucho tiempo y lograron cambiar el oscuro significado que tanta literatura latinoamericana le dió al concepto del “trabajo” durante décadas.

Lejos de las opacas oficinas, muchos de ellos buscaron, encontraron y siguen encontrando la actividad que más les gusta y con la que se ganan la vida.... divirtiéndose.

Creo que ésa es la razón por la que se sienten y lucen satisfechos. Algunos ni siquiera sueñan con jubilarse. Siguen en la brega diaria llevados por sus pasiones.

Y quienes se han retirado disfrutan plenamente de sus días, sin miedo a la ociosidad ni a la soledad y siguen creciendo interiormente.

Disfrutan de su tiempo libre, porque después de muchos años de trabajo, de crianza de hijos, de necesidades, esfuerzos y hechos fortuitos, bien vale la pena contemplar el mar, la montaña y el cielo.

Bien vale la pena pagarse un viaje hasta la Isla Negra de Chile, para pasarse un día o más recorriendo el lugar donde Pablo Neruda quiso ser enterrado viendo al mar. 

NO SON PERSONAS ESTANCADAS EN EL TIEMPO

Le mueven a la computadora, al celular y a la tablet como si lo hubieran hecho toda su vida.  

Escriben, y cuando sus hijos se dejan, los ven aunque estén lejos.

Esta gente de 60, 70, 80 y hasta 90 años, inicia una era que todavía no tiene nombre.

Antes, quienes tenían ésa edad, eran viejos. Hoy ya no lo son.

Están llenos física e intelectualmente; recuerdan su juventud, pero sin nostalgia, porque la juventud también está llena de caídas, errores, sinsabores y nostalgia. ¡Vaya que saben de eso!

Hoy, éstas personas celebran el sol todas las mañanas y se sonríen a sí mismas muy a menudo. Hacen planes para sus propias vidas, no para las vidas de los demás.

Llevan su juventud internamente, no le hace que muchos ni se las reconozcan.

Es más, hasta se niegan a pintarse de negro las canas y las visten de tenis y jeans, algunos hasta con roturas en las rodillas y en otros lados.

CAJÓN DE SASTRE:

Entonces, la diferencia entre un niño y un adulto es simplemente el precio de sus juguetes. 

Para Víctor, que para allá va y en esas anda, y para Gabriel -que a sus más de 80- nos trae en jaque.


Plácido Garza.
placido.garza@gmail.com 
placido@detona.com 

Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.