MIGUEL GARZA | Un autógrafo: mi boleto al mundo de la actuación | EDUI TIJERINA | Mayo 2024

LIZA ECHEVERRÍA | Hago lo que puedo con lo que tengo | EDUI TIJERINA | Mayo 2023

Por: Edui Tijerina Chapa
Fotografía: Blanca Charolet, Cuitláhuac Correa y Cortesía de Liza Echeverría


LIZA ECHEVERRÍA
Hago lo que puedo con lo que tengo

La conocí a mitad de la década de los 90. Desde el primer momento, caímos en cuenta de que compartimos la pasión por la comunicación, la televisión, los animales y los viajes. Dejamos de vernos por largo tiempo, aunque seguimos conectados por redes sociales, hasta que hace unos meses volvimos a coincidir en Chicago, Illinois, donde radica actualmente.  

Recién tuve la oportunidad de conversar con ella y documentar para compartir con ustedes, queridos amigos lectores. Así, además de recordar sus inicios y grandes logros, sabrán dónde anda, qué ha hecho y cuáles son sus proyectos.

Se trata de un ser humano admirable, transparente y pleno que, además, es gran pareja, madre, amiga e inigualable conductora: Liza Echeverría. 

¿Cómo fue tu infancia? 

Mi infancia fue una llena de amor, paz y sumamente divertida. Hice lo que muchas personas de mi generación. No veía la hora de llegar de la escuela para comer, hacer la tarea y salir a jugar largas horas. 

Con mis vecinas jugaba a ser cantante. Soy de la generación de “Parchís” y “Timbiriche” y ensayábamos por semanas nuestras presentaciones para los hermanos mayores y papás. Cosa rara, y hasta cierto punto contradictoria, ya que también fui introvertida. Soy, hasta la fecha, como me describe mi amiga bloguera Jeannette Kaplun: “socialmente antisocial”. 

Sin duda, algo maravilloso que marcó esa etapa fue que tuve una relación hermosa con mis papás.

Liza Echeverría detrás de cámaras.


¿Qué recuerdos tienes de ellos? 

De mi mamá tengo los recuerdos más hermosos, cocinando juntas, yendo al boliche, viajando, conversando. Con mi papi compartí siempre el amor por los animales, la naturaleza y las miles de anécdotas acerca de sus aventuras subacuáticas ya que él era buzo profesional.  

Entonces, de tu padre viene el amor por la naturaleza y por los animales que tanto te caracteriza. 

Sí. Este amor nace de mi papá. Se sentaba conmigo largas horas en el jardín a hablarme de los pájaros, las tortugas, los caracoles. De las plantas y del sol, la luna y las estrellas. Siempre tuve mascotas en casa, siendo mis grandes amores mis perros, hasta la fecha.  

¿Cómo y en qué momento descubriste tu vocación por conducir TV y actuar? 

Fue una sorpresa para mí. A los 15-16 años empecé a modelar, tanto en pasarela como para foto fija, e hice varios comerciales. Pero más que vocación, era diversión y siguió siéndolo hasta que llegó la oportunidad de mi primer programa de televisión: “TVO”. 

“Estaba en el proceso de definir una carrera universitaria cuando empecé a conducir, cantar y actuar”

¿Estabas ya en la Universidad? 

La verdad, ya había visitado Instituciones en Estados Unidos y en México. Estaba en el proceso de definir una carrera universitaria cuando empecé a conducir, cantar y actuar. Y esta profesión definió la carrera a seguir: Ciencias de la Comunicación en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Estado de México. 

Durante la carrera trabajé en medios de comunicación, así que tuve la fortuna de poner en práctica lo aprendido. Es decir, ver en campo lo revisado en aula y encontrar en aula las bases necesarias para moverme en campo. Me pareció una experiencia de lo más enriquecedora. 

Me encantó esa etapa de mi vida, a pesar de que corría de un lado para otro, entre trabajo y estudios. ¡Bien valió la pena!

¿Tuviste el apoyo de tu familia para seguir este camino? 

De mi mamá, siempre. De mi papá, no tanto. Él tenía la idea de muchos, que el medio artístico no era lugar para su dulce hijita. Ya sabes, sexo, drogas y rock & roll. 

Referiste al programa “TVO”. Cuéntame de esa producción. 

Con “TVO” empecé... ¡Y en serio empecé! ¡No sabía ni encender el micrófono! Todo era nuevo, al punto que agradezco no haber entendido la magnitud de lo que estaba haciendo. Con “El Canal de las Estrellas”, ahora “Las Estrellas”, de la empresa Televisa, llegamos a decenas de países del mundo, a millones de hogares. ¡Es, ciertamente, una fábrica de sueños! 

 Liza Echeverría con Pedro Almodóvar en los Premios Platino.


¿Cómo llegaste a ese equipo? ¿Te llamaron, hiciste casting? 

Mi querido amigo y hermano de corazón, Roberto Freymann, visitaba Televisa con frecuencia y me llamó un día para decirme que había visto una hoja de casting describiendo a un tipo muy específico de chica para conducir un nuevo programa de TV: Alta, rubia, de cierta edad, etc. 

La empresa estaba por producir la versión mexicana del programa infantil “Xou da Xuxa” (“Show de Xuxa”). Por primera vez me paré en sus instalaciones, realmente con ganas de NO ser elegida. Iba en jeans rotos, huaraches -en serio, llevaba huaraches- de cara lavada, etc.

Tiempo después. Javier Rodríguez, quien era el productor asociado del proyecto, contó que, al verme entrar a la oficina, le llamó a Enrique Segoviano, el productor general, para decirle: “la tengo aquí, es ella”. 

Audicioné junto con decenas de chicas. Fueron meses de pruebas de imagen, canto, baile y, poco a poco, se fue reduciendo el número de candidatas, hasta que quedamos Gaby Ruffo y yo.

¿Qué es lo que más recuerdas de esa emisión? 

La idea no era tener dos conductoras, sino sólo una. Pero me parece que los productores hicieron algo brillante. Tuvieron dos conductoras con estilos y personalidades muy diferentes. Nuestro vestuario y canciones, también diferentes. De esa forma llegamos a un público inmenso. 

Recuerdo que en aquel entonces llegaban decenas de miles de cartas a Televisa para las conductoras y “teveitas”, que eran las chicas que nos acompañaban en las transmisiones. Muchas de esas cartas venían de padres de familia, agradeciéndonos por los hermosos mensajes que compartíamos con sus hijos. Entre otros temas, vienen a mi mente la importancia de respetar a los mayores, comer de forma saludable, verificar el auto, hacer la tarea, etc. ¡Me encanta saber que dejamos una huella tan positiva en toda una generación! 

¡Grabaron varios discos muy exitosos! ¿Cómo te sentiste con esa experiencia musical? 

Esta es una historia muy graciosa. 

Dentro de la serie de audiciones que te mencioné anteriormente estuvo la de canto, la cual reprobé. Recuerdo que Nando Estevané (el actor que interpretaba al recordado personaje “Don Julio Regalado”, de una cadena de tiendas de autoservicio), era nuestro director musical. Se sentó al piano y me preguntó qué quería cantar. La idea era que yo eligiera una canción y él me acompañaría.

En ese momento, la chica que cantaba en el auto todos los días, que se sabía todas las canciones de la época, las olvidó todas. En verdad, no lograba recordar una sola. Nando hizo sugerencias y yo no lograba decidir, hasta que se me ocurrió cantar “La Chica YeYe” de Olé Olé. Y, pues... ¡No pasé la prueba de canto! 

¿Y, entonces? ¿Cómo hiciste? 

¿Qué crees? Memo Méndez Guiú (productor musical) y Nando, tuvieron que componer canciones para mi tipo de voz como rap, calipso, salsa... ¡Increíble!   

Liza Echeverría como La Catrina.


¿Qué vino después? 

Después de “TVO”, fui invitada a audicionar para conducir el programa sabatino “Galardón a los Grandes de Siempre en Domingo”. Ahí empezó mi carrera de entrevistadora bajo el ala de Raúl Velasco.

Tuve varias apariciones dentro de “Siempre en Domingo” con las entrevistas, también conduje concursos de belleza, desfiles en Navidad y Día del Niño, especiales musicales.

De ahí, más programas semanales como “Bailando por un Sueño”, “Cantando por un Sueño”, El Campeonato Internacional de Baile, “Hermosa Esperanza” y, en la más reciente década, las Alfombras Rojas de los Oscars, Golden Globes, SAG Awards y Premios Platino, entre otros eventos de ese nivel. 

¿Alguna anécdota de alfombra roja que recuerdes como algo especial? 

¡Son muchas! Me recuerdo jugando “Caricaturas” con Gael García Bernal en la Red Carpet de los Oscars. Atacada de la risa con Viggo Mortensen en los Globos de Oro, porque mi vestido era exactamente de los colores de su equipo favorito de fútbol. En complicidad total con George Clooney, quien nos esperó para volver en vivo a nuestra transmisión. ¡Y todas las veces que un mexicano fue nominado, conversamos con él y ganó! Alfonso Cuarón, Alejandro “El Negro” González Iñárritu, Guillermo del Toro...

“Me recuerdo atacada de la risa con Viggo Mortensen en los Globos de Oro, porque mi vestido era exactamente de los colores de su equipo favorito de fútbol”

Te recuerdo actuando en telenovelas y en teatro. 

Así fue. Más adelante interpreté personajes de fantasía en telenovelas infantiles. En “Luz Clarita”, fui Dana, un hada madrina y en “Misión S.O.S” fui La Señora del Agua, uno de los elementos de la naturaleza. 

Participé en la obra de teatro “Luz Clarita en el País de la Fantasía”, con presentaciones en toda la República Mexicana, Perú y Puerto Rico. 

¿Te gustaría regresar a la actuación? 

No me considero actriz. Respeto mucho a quienes se han preparado años para serlo. Disfruté mucho los personajes de fantasía que interpreté, pero, sin duda, lo mío es la conducción y fungir como entrevistadora.

Has entrevistado a grandes personalidades de distintos ámbitos, especialmente de la música y el cine ¿Cuál recuerdas como la experiencia más aleccionadora? 

¡Huy! Pues... ¿Recuerdas cuando fuimos a Seattle, Washington, Edui? 

Liza Echeverría con su hija Isa.


¿La entrevista a Sting?

Exacto. Esa fue mi primera entrevista y, pues, yo siendo fan de “The Police”, estaba muy emocionada. Fue una experiencia increíble. ¡Tú sabes lo que pasó al final! 

Lo sé. Y a nuestros lectores les encantará saber. 

Al final de la grabación le confesé a Sting que había sido la primera entrevista de mi vida y él respondió que no lo podía creer. Volteó a la cámara y dijo “¡Esta chica es buena, debe quedarse en este negocio!”. Y en vez de la patada de la buena suerte que le pedí, me dio un beso de la buena suerte... ¡Casi me desmayo!

¿Y qué entrevista recuerdas como la más difícil y por qué? 

Durante varios años cubrí los llamados “press junkets” en donde representantes de diversos medios locales e internacionales se reúnen para el estreno a prensa de una película, seguido por una serie de entrevistas. 

En uno de estos “junkets” entrevisté a Mel Gibson. Él estaba inquieto, sólo daba respuestas cortas, sin emoción. Casi grosero. Me imagino que estaba teniendo un mal día y yo lo sufrí con él.

Otra que pudo haber sido difícil y resultó genial, fue con Anthony Quinn. Varias entrevistadoras salieron muy agitadas después de hablar con él. Aparentemente no las había tratado del todo bien. Entré con muchísimo miedo y me encontré con un caballero muy atento.

Como conductora, en particular, y figura pública, en general, eres líder de opinión y, por tanto, tienes una gran responsabilidad social. ¿Cómo te sientes al respecto? 

Siempre lo he entendido así. En “TVO”, tanto las conductoras como las “teveitas” tuvimos que firmar un contrato comprometiéndonos a cuidar nuestra imagen en público. ¡Y en plena edad pachanguera! Hoy en día, en tiempos de redes sociales, el compromiso es mayor.

No finjo ser quien no soy, simplemente quiero dormir tranquila todas las noches. A veces pienso que soy la antítesis de una figura pública. Muchos dicen “que hablen de mí, aunque sea mal”. Yo prefiero que alguien se pregunte quién soy antes de hacer algo que puede causar un daño. Y me siento muy privilegiada de haber sido invitada en múltiples ocasiones a ser vocera de temas sociales como detección oportuna de cáncer de mama, prevención de anorexia y bulimia, Teletones locales e internacionales, protección y respeto hacia los animales, entre otros.

“Raúl Velasco fue una persona muy especial en mi carrera profesional y en mi vida. Un caballero siempre, quien cuidó a su equipo hasta su último día”.

¿Quiénes han sido tus principales mentores? ¿Qué consejos atesoras más? 

En temas personales, mi mamá. Siempre amorosa, empática, luchona y de inmenso corazón.  

Y en lo profesional, el primer productor con quien trabajé fue Enrique Segoviano. Aprendí todo de él y de su producción, desde cómo identificar cuando una cámara está grabando, cómo usar un apuntador electrónico, la importancia de ser puntual, etc.

Después, sin duda, Raúl Velasco, una persona muy especial en mi carrera profesional y en mi vida. Un caballero siempre, quien cuidó a su equipo hasta su último día. 

Un gran maestro y amigo que compartimos, mi querido Edui. Y la verdad cada co-conductor, director, productor, asistente, de todos he aprendido algo y los guardo como grandes tesoros en mi vida. 

Liza Echeverría con Ricky Martin en cobertura para TNT.


Y tú, ¿qué consejos das a quienes quieren seguir tus pasos como conductora y entrevistadora?

Mi llegada a los medios de comunicación, como te compartí, fue realmente de suerte. Se abrió una puerta y yo estaba ahí. Para quienes buscan ponerse frente a esa puerta, les sugiero buscar clases impartidas por alguien que tenga experiencia y acceso a los medios de comunicación.  

Hay que prepararse MUCHO para toda presentación, cada entrevista. No hay cliente ni público pequeño. Ser puntual, pronunciar correctamente el nombre de cada persona a presentar. Cuidar su salud para tener energía para largas jornadas de trabajo. Comer bien, beber mucha agua. Respirar profundamente antes de decir la primera palabra, así se marca una cadencia buena desde el principio y se reduce la posibilidad de tropiezos.

¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional en el mundo de la comunicación masiva?

Sin duda, las alfombras rojas para TNT Latinoamérica. El material que tenía que preparar para cada emisión tomaba unas 6 semanas... ¡para un programa de 60-90 minutos al aire! Nunca sabíamos con quién íbamos a conversar, realmente era intenso. ¡Había que saber todo de todos!  

¿Cuáles son las principales variables que consideras al aceptar un proyecto de conducción? 

La conducción me encanta porque siempre es algo nuevo... el cliente, el tono, la ciudad, hasta el país. Que vaya con mi estilo y no en contra de mis valores. Para eventos privados o públicos no televisados, me siento cómoda manejando eventos gubernamentales, corporativos, médicos. Serios, casuales, divertidos y, se vale decir, aburridos.

Y en Televisión, ¿cuál es tu formato preferido para conducir? 

¿Musicales, concursos, informativos, especiales? ¡Me gustan todos! En verdad disfruto mucho la conducción. Los programas en vivo son mágicos, estresantes pero fascinantes. He conducido muchos programas en vivo como concursos de belleza, de baile, desfiles, etc. Y siempre los he gozado.

¿Y el formato que sientes que más se te dificulta? 

Probablemente en donde menos me siento preparada es en temas deportivos. No son mi fuerte. Me encanta el futbol y el hockey sobre hielo, pero sólo entiendo la mitad de las reglas. 

Liza Echeverría con Antonio Banderas en cobertura para TNT


De tus trabajos, ¿hay alguno del que te lamentes? 

No. Ninguno. Sabes que, de haber alguno, te lo diría sin problema. 

¿Y el que te hace sentir más orgullosa? 

Tendría que hablarte de dos. “TVO”, por ser el primero, ese al que llegué sin experiencia. Y la Alfombra Roja de los Oscars, por ser el más emocionante. 

De no haber sido conductora, ¿en qué otras áreas habrías estado? 

¡Pienso en mil posibilidades! En algún momento quise ser veterinaria. En otro, arqueóloga. Tuve interés en importar artesanías mexicanas a Estados Unidos y quise ser chef. Cocinar es terapéutico para mí. Tal vez en un futuro. 

¿Desde cuándo radicas en Chicago? 

Estoy en Chicago desde febrero del 2008. A mi marido (ahora, mi ex) le ofrecieron trabajo en Estados Unidos. Podía trabajar desde cualquier ciudad y elegimos Chicago porque los dos somos de ciudades grandes y cosmopolitas (él de Sao Paulo, yo de la CDMX).

¿Te has retirado de los medios o estás en mera pausa? 

La pandemia, de alguna forma, puso mi carrera en pausa. Tengo muy presente el 3 de marzo del 2020, con maleta en la puerta, a punto de salir de casa para tomar un vuelo a México a trabajar. El productor de la convención que iba a conducir me llamó e informó que el cliente había cancelado el evento. A los pocos días, como sabes, el mundo se paralizó. Ya no hacía sentido para los productores traer talento de fuera, siendo que era más seguro contratar localmente. Pasó el tiempo y no se reactivó lo que estuve haciendo por años, la conducción de eventos corporativos. El mundo cambió. Mi mundo también. 

“Un proyecto en el que actualmente estoy trabajando, es en un sistema para ayudar a las familias hispanas viviendo en Estados Unidos a convertirse en propietarios de sus casas”

¿A qué te dedicas ahora? 

Desde hace varios años, mi pareja y yo habíamos querido empezar a invertir en bienes raíces, de forma convencional y creativa. Compramos casas que necesitan arreglo, las renovamos y las vendemos o rentamos. ¡Cambié mis zapatillas de tacón por botas de construcción!

¿Qué ha significado para ti la maternidad? 

¡Es lo mejor que me ha pasado en la vida y he amado cada etapa! Tuve una relación hermosa con mi mamá y ahora la tengo con mi hija, Isa. Disfrutamos mucho nuestro tiempo juntas. Tenemos una comunicación muy abierta. Sabe que puede compartirme todo, que entre nosotras hay un espacio seguro en donde se respeta y no se juzga. En donde se apoya y se ama.

En este momento de tu vida, ¿hay algo de lo que te arrepientas? 

No me arrepiento de las decisiones que he tomado. Como decía mi abuela, “si en su momento hiciste lo mejor que pudiste con las herramientas que tenías, hiciste lo correcto”. Tal vez el desenlace no siempre sea el esperado, pero de toda experiencia se aprende.

¿Proyectos a corto y mediano plazo? 

Concretar un proyecto en el que actualmente estamos trabajando mi socio y yo. Un sistema para ayudar a las familias hispanas viviendo en Estados Unidos a convertirse en propietarios de sus casas. 

Liza Echeverría con Yalitza Aparicio y Marina de Tavira en cobertura para TNT.


¿Algún sueño por realizar? 

Profesionalmente, me siento muy afortunada. He tenido experiencias maravillosas que podrían considerarse sueños cumplidos. A nivel personal, ese sueño es ver siempre bien a mis amores, que me pegue el sol en la cara, respirar, vivir. 

Que así sea. ¡Muchas gracias, querida Liza! 

Gracias a ti, Edui. A la revista y a los lectores. ¡Lo mejor para todos!.