Por: Edui Tijerina Chapa
Fotografía: Cortesía Manuel Alcaraz
MANUEL ALCARAZ
Un talento entre la luna y el sol
Nos conocimos hace varios años, durante
un curso de guionismo para audiovisual. Como alumno, era de los que más
participaban y ponían atención. Se le
notaba su interés, su afán por aprender
y ampliarse. Aunque desde el principio
señaló que su línea es la actuación, dejó
en claro la convicción de que entre más
preparados estemos, mejor desempeño
tendremos en nuestro quehacer.
Me refiero a Manuel Alcaraz, un talentoso joven actor que
recientemente dio mucho de qué hablar gracias a su personaje
en la serie “Donde Hubo Fuego” (“High Heat”) de Netflix.
Esta ocasión, tengo el gusto de charlar con él para compartir
con ustedes tanto sus antecedentes como su actualidad y los
planes que se trae entre manos para los próximos meses.
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Manuel Alcaraz con el actor Plutarco Haza. |
Mi querido Manuel. Sé que tu madre ha sido uno de tus
máximos ejemplos. Cuéntanos de ella…
Sin duda. Mi mamá ha tenido muchísimo que ver en la persona
que soy ahora.
Recuerdo una vez que me había portado mal en la escuela y
ella, en lugar de regañarme, me explicó que no era lo correcto
y me hizo una pregunta: “¿Quieres que cambie y sea regañona
como otras mamis?” Yo dije: “¡No mami, por fa no!”.
Siempre hablaba conmigo y me daba confianza en lo que
hacía. Una vez estaba retirando los platos de la mesa y mi abuela
dijo: “¡Ahí déjalo, se te va a caer!” y mi mamá, luego, luego, me
defendió diciendo: “No, él puede y no se le va a caer. Llévalo…”
y cosas así. ¡Tengo una gran madre!
¿Algún otro miembro de la familia que te represente un
modelo a seguir?
Pues, si te refieres a mi papá, puedo decirte que “se fue por cigarros”
pero nunca lo necesité. Siempre estuvieron mi madre y mi tío.
¿Tu tío?
Sí. Tuve un gran tío. Él fue y sigue siendo mi inspiración. Me
aconsejaba, me enseñó todo lo que pudo de la vida. Fue el mejor
padre que pude tener, porque, aún después de fallecido, me sigue
dando lecciones.
¿Qué hay de tu abuela?
Mi abuela… Crecí con ella, me cuidaba, platicábamos mucho.
Me educó a la antigua. Cuando se fue, lo último que me dijo
fue que iba a llegar muy lejos y que confiara en mí. Sin duda,
todos los días recuerdo esas palabras y me hacen luchar y jamás
rendirme. No le puedo quedar mal.
Ellos tres, mi madre, mi tío y mi abuela, son mi motor y el
por qué soy como soy.
“Desde niño
tuve clarísimo que
quería salir
en películas
y participar
en obras de
teatro”
¿Tuviste una infancia feliz?
Sí. Muy, muy feliz. Con situaciones, como en todas las familias,
pero la gran mayoría de mis recuerdos son felices.
En la adolescencia, bueno, les saqué canas verdes a todos.
Siempre fui muy rebelde, no en el mal sentido, pero no seguía
mucho las reglas. Con el tiempo supe que era de familia.
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Algunos de los personajes de Manuel Alcaraz. |
¿Y esa rebeldía tiene que ver con lo que haces ahora? ¿O
cómo descubriste tu vocación?
Desde niño tuve clarísimo que quería salir en películas y participar en obras de teatro. Mi mamá me llevaba al teatro todos los
domingos y los miércoles al cine. Veíamos dos “pelis” porque era
al 2x1. Jugaba mucho. Yo solo, porque fui hijo único. Creaba mis
historias y personajes. Cierta ocasión, fuimos a una fiesta que
estaba súper aburrida y puse el ambiente. Pedía música, contaba
chistes… hasta que una amiga de mi mamá, vaticinando, le dijo
que estaría en el medio… ¡Y acertó!
Cuéntanos de tus inicios como actor.
Pues al principio no me dejaban estudiar actuación, así que
pasé, en total, por tres universidades probando carreras. En
las primeras dos, que eran las carreras de comunicación y mercadotecnia, me terminé dando de baja.
¿Y eso por qué? ¿No te convencieron las carreras, o fue por
los programas, el ambiente…?
Era pura fiesta. No entraba a las clases, pero en mi defensa yo
avisé que, si no era lo que yo quería, no iba a estudiar. No me
creyeron y me metieron a fuerza a otras. Así que, en la tercera,
que resultó ser “la vencida”, me dieron chance de, al fin, cumplir
mis deseos.
Hice la carrera de artes escénicas y fui el más feliz. Antes
de graduarme tuve la oportunidad de entrar como extra a los
programas de Israel Jaitovich, que, digan lo que digan, es un
tipazo. Tuve la oportunidad de conocerlo como la persona que
realmente es.
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Manuel Alcaraz en entrevista |
¿A qué te refieres? ¿Alguna situación en particular?
Había un sketch que grabábamos sólo él y yo. Él interpretaba a
“Moni Bi-Diente” y yo era “Dedos”. Durante el llamado me dio
muchos consejos. De verdad le estoy muy agradecido. Aprendí
mucho de él y de todos los que estaban ahí. Igual, del maestro
Rafael Perrín, de Miguel Vallejo, Max Albarrán y de tantos más.
Luego, ya que me gradué, me dieron algunos personajes para
Bandamax y de ahí poco a poco se fueron abriendo caminos y
llegaron nuevos retos.
A propósito, ¿Cuál ha sido el principal reto que has
enfrentado en tu carrera, hasta ahora?
Sin duda, cuando dejé de actuar algunos años y me dediqué a la
producción y fotografía aérea con uno de mis mejores amigos,
maestro y prácticamente hermano mayor: Carlos Dragonné.
Todo iba bien, pero añoraba actuar. Un día, estábamos produciendo en Portugal y, recuerdo perfecto, estaba Drago dirigiendo
y al ver que la persona frente a la cámara no daba una, me dije:
“¿Qué hago detrás de cámaras? Tengo que estar frente ellas,
no aquí”. Se lo dije y, como siempre, me apoyó mucho.
El problema vino cuando me dediqué a hacer puro teatro.
Todos sabemos que no es bien pagado. Entonces, sin dinero,
sin departamento en la Ciudad de México, ni nada, pues tuve
que vivir en el coche. Me bañaba en el gimnasio y de ahí me
iba a los castings, luego a ensayo y luego al teatro. Quizá no
fue reto como tal, pues esa experiencia me hizo caer en cuenta
de cuánto amo esto, al nivel que no me importó nada con tal
de poder actuar.
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Manuel Alcaraz en la serie de NETFLIX “Donde Hubo Fuego”. |
¿Y la mayor satisfacción?
La cara de mi mamá y su gesto de felicidad al verme en Netflix.
Mi abuela y mi Tío ya no lo alcanzaron a ver, pero quiero pensar
que están orgullosos.
“Nadie haría nada si
no le hubiera inspirado
algo o alguien. Todo
comenzó
por una inspiración”.
¿Cómo llegaste al elenco de “Donde Hubo Fuego” (“High
Heat”) la serie de Netflix?
Llegó la pandemia y, al cerrar los teatros, me dediqué a mandar
y mandar correos a todos los jefes de reparto. Lo hacía una vez
al mes. En mi cabeza tenía la convicción de que, por lo menos,
uno pegaría en algún momento. Y sí.
En 2021, después de más de un año de estar molestando a
todos, recibí un mensaje de ARGOS, específicamente de Denisse
Mazarraza, a quien le estaré agradecido toda mi vida por haberse
acordado de mí.
Me pidió una foto actual para proponerme para un proyecto.
A las dos horas me mandó una escena, la leí y me fascinó el personaje. Jamás me imaginé el nivel del personaje. E n mi cabeza podría ser uno de un capítulo o dos, pero estaba increíble la
escena.
Grabé un ensayo de lo que presentaría como prueba y lo
mandé por WhatsApp sólo para preguntar si estaba bien así o
si le cambiaba algo para grabar el definitivo. Me dijo que ese
estaba bien y que se lo mandará por WeTransfer. Lo envíe y
estuve monitoreando la descarga. Al ver que no lo bajaban,
sentí que se habían olvidado y pues me resigné.
Cuando me llegó la notificación de que ya lo iban a borrar y
no lo descargaron. No supe qué pensar ni qué sentir. Pasaron
unas semanas hasta que, de pronto, recibí una llamada para
decirme que el personaje era mío. ¡No lo podía creer!
Cuando me enviaron los guiones y los leí, me di cuenta de que
yo tendría el personaje antagónico de la serie. Se me salieron
mis lagrimitas y le grité a mi mamá que yo era el malo de la
serie, compartiendo créditos con Eduardo Capetillo, Esmeralda
Pimentel, Polo Morín, Itatí Cantoral e Iván Amozurrutia, por
referir sólo algunos de los muchos grandes actores y actrices
que participaron en esa producción. Creo que sigo sin poder
describir ese momento.
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Poster de Miss Bandidas. |
¿Qué exigencias te representó ese proyecto?
Quizá podría decirse que el cambio físico. Estábamos en una
lectura Plutarco Haza y yo (hacemos el mismo personaje en
distintos momentos de la línea del tiempo) y me dijo: “Oye Manu,
para ponerme como tú está un poco más tardado. ¿Te podrías
poner un poco más como yo?”. Y, pues, dejé el ejercicio por
todo el tiempo de grabación y comí mucho, no porque Plutarco
esté gordito, sino porque durante toda la pandemia me la pasé
haciendo ejercicio, entonces necesitaba “sacar pancita”, por así
decirlo.
Por todo lo demás, la experiencia fue mágica, espectacular.
Fui el más feliz. Disfruté muchísimo de ese personaje.
¿Prefieres el cine, la TV-streaming o el teatro?
¡Uff! Pregunta extremadamente difícil. Todos tienen su chiste,
su tipo de actuación y sus retos. E n teatro, simplemente no hay
toma dos. No hay margen de error. Te puedes equivocar, pero
tienes que resolver al instante. Hay adrenalina en todo momento.
La TV-Streaming llegas a más países. ¡Eso es increíble! En
cuestión actoral se podría decir que ya se hace también en formato cine, por lo tanto, es mantener la emoción y todo igual en
todas las tomas. Es trabajar con verdad, si no se ve sobreactuado
y eso queda feo. Tienes que buscar ese punto y emoción exactos.
¡Es hermoso jugar con eso!
No sabría qué opción elegir… ¡Amo todo!
¿Cómo ha cambiado el estado de las cosas para los
actores en estos tiempos de postpandemia?
Desde mi punto de vista ha cambiado para bien. Ahora, la mayoría
de los castings se pueden hacer en forma remota. Ahorita hay
muchas producciones y eso implica más trabajo para todos. El teatro
se está reactivando y la gente va más, ya que estuvo mucho tiempo
en casa. Pero ese es mi punto de vista. Quizá algunos dirán que
el cambio ha sido para mal, pero creo que depende de cada uno.
“Como actores, muchas veces
tenemos
que auto
emplearnos y ahí
entra escribir nuestros propios
proyectos”
¿Crees en la inspiración?
¡Sin duda alguna! Nadie haría nada si no le hubiera inspirado
algo o alguien. Todo comenzó por una inspiración.
¿Qué te motiva a seguir en la carrera artística?
El amor a mi carrera. No me veo haciendo otra cosa. No podría
hacer algo más. Si me rindiera sería defraudarme a mí mismo.
Confío en mí y sé de lo que soy capaz. Amo actuar. Imagina
dedicarte toda la vida a algo que no amas. Hay una vida, no se
debe desperdiciar. Además, como comenté antes, mi abue me
lo dijo y no le puedo quedar mal.
¿En qué otras áreas del arte te has movido?
He estado en producción, dirección, fotografía y dramaturgia
Platícame de tu incursión en la dramaturgia y el
guionismo.
Como actores, muchas veces tenemos que autoemplearnos y ahí entra
escribir nuestros propios proyectos. Pero digamos que comencé
un poquito más de lleno, por trabajo y no por hobby. Cuando no
me daban personajes serios, sólo me daban de comedia, así que
escribí una obra para producirla. Se trataba de un thriller psicológico con un personaje esquizofrénico. Esa condición lo llevaría
a convertirse en un asesino serial. Después de esa puesta ya me
dieron “chance”, por así decirlo, de hacer algo más que comedia.
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Manuel Alcaraz con su madre. |
¿Cuáles son los temas que prefieres abordar en tus
proyectos?
Diversos temas. Creo que no me he enfocado a uno en especial.
Lo que sí, es que busco que tenga algún mensaje.
¿Y qué género prefieres?
¡Suspenso! Aunque también la comedia me encanta.
¿Qué uso personal le das a tu capacidad artística? Es
decir… ¿Te sirve de catarsis, de catalizador? ¿O sigues una
técnica particular, desligando el cuerpo emocional de
fondo?
Cuando aún era estudiante, utilizaba el conocido “Método”, en
donde se mezclan tus emociones personales para ayudar a las
emociones del personaje, metiéndote en todos los sentidos en
aras de una interpretación más convincente.
Gracias a Dios, uno de mis maestros fue Juan Antonio Edwards.
Él me enseñó, como actor, a controlar mi cuerpo, mis emociones,
comprendiendo perfectamente al personaje sin mezclarlo con
las cargas personales. No busco afectarme con un personaje,
busco divertirme al interpretarlo, tener la libertad de poder jugar
a placer. Él (Juan Antonio) le llamaba “el actor desfachatado".
“Me da mucho gusto
ver nuevas
generaciones, nuevas
caras. Hay
mucho talento y, a
veces, por
no ser de
renombre,
no les dan
la oportunidad”
¿Qué opinas de las nuevas generaciones de cineastas,
teatristas y figuras televisivas en nuestro país?
Me da mucho gusto ver nuevas generaciones, nuevas caras. Hay
mucho talento y, a veces, por no ser de renombre, no les dan la
oportunidad.
En la parte negativa de las nuevas generaciones, he notado
un poco la falta de respeto hacia los directores. Aclaro que no
generalizo, pero sí he llegado a notar que antes teníamos un
respeto completo hacia ellos. Eso se ha perdido un poco.
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Manuel Alcaraz
durante una
presentación de teatro. |
¿Cuál es tu máximo sueño?
Poder seguir actuando hasta llegar a muy, muy viejito.
Pues ya que hablamos de eso, vamos sobre tus proyectos
inmediatos y a corto plazo.
Anda por ahí una serie que será de temática deportiva y que se
comenzará a grabar dentro de poco. Será para una plataforma
de streaming. También regreso al teatro con la segunda temporada de “Miss Bandidas” y estoy en proceso de un cortometraje
de acción y ciencia ficción muy padre. Ahí va todo, poco a poco.
¿Qué sugieres a quienes quieran incursionar en la
actuación?
Que se preparen muchísimo, que estudien los diversos métodos
de actuación, los prueben y agarren el que mejor les funcione;
incluso los pueden mezclar, no se cierren a uno. Que estudien
diversas disciplinas, entre más preparado esté un actor es mejor, su cuerpo es su instrumento y, sobre todo, pase lo que pase, les
digan lo que les digan, que JAMÁS SE RINDAN.
¿Y a quienes se mueven en el terreno de las letras
(dramaturgia y guionismo)?
Es una carrera hermosa. Prácticamente se juega a “ser Dios”,
se crean universos, personajes y se deciden sus vidas. Usen ese
poder sabiamente.
“Amo actuar. Imagina dedicarte toda
la vida a
algo que no
amas”
¿Quiénes han sido tus principales mentores? ¿Qué
enseñanzas te han dejado?
Juan Antonio Edwards quien, como lo señalé hace poco, fue
quien me enseñó ese manejo de energía y emoción, ese juego
tan bonito que es actuar.
Bob Isaacs. Uno de los mejores maestros que he tenido. Me
enseñó infinidad de cosas, pero, sobre todo, a tener “Hambre”.
Hambre de actuar, hambre de crecer en este medio, hambre de
prepararme, de ser mejor cada día.
Tú mismo, Edui Tijerina Chapa. Además de haber sido mi
maestro de guionismo, te aprendí, principalmente, que en el
medio puedes tener grandes y queridos amigos y que una palabra
de apoyo de alguien a quien admiras tiene un poder que nadie
imagina. Así que gracias por eso, querido maestro.
Y Carlos Dragonné, de quien ya te conté y que ha sido como
un hermano mayor para mí. Me enseñó todo sobre el medio y la
producción. Me enseñó que, aunque a veces podemos cometer
errores, siempre van a pesar más la amistad, la lealtad y el amor
a la familia (aunque no sea sanguínea).
¿Algo que quieras agregar para nuestros lectores?
De entrada, gracias por tomarse el tiempo de leer esta entrevista.
Y ya que siempre me gusta dejar un mensaje, éste sería: “Hagan
lo que hagan, sean felices con ello. No siempre estarán felices
o será de color rosado, habrá momentos complicados, pero con
el tiempo se convierten en increíbles anécdotas. Después de la
Luna, siempre sale el Sol”.