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La conexión de dos genios | GABRIELA ARENAS | Noviembre 2022

Por: Gabriela Arenas
Fotografía: Internet


La conexión de dos genios 

Philippe Halsman y Salvador Dalí fueron dos simbolistas irreverentes, que se absorbían el talento mutuamente.

Gracias a la fotografía, Salvador Dalí fue el primero en darse cuenta sobre la importancia que tenía esta, para la promoción de su imagen y obra.

Dalí no solo fue uno de los artistas más influyentes del siglo XX, sino alguien que traspasó el lienzo para construir un personaje auténtico, irreverente y profundamente excéntrico. De alguna forma, a través de la fotografía, construyó una obra de arte de sí mismo, que, sin duda, lo transformo en una personalidad mediática, en ocasiones mayor a su propio trabajo.

Salvador Dalí conoció al fotógrafo Philippe Halsman en la década de los 30, pero empezaron a trabajar juntos hasta la segunda mitad de los años 40. De esa relación nació Dalí Atomicus, su obra más conocida, surrealista y divertida. Imagen que fue publicada en la revista Life, pero también repro - ducida, impresa e incluso parodiada en infinidad de ocasiones. A través de los años, se convertiría en uno de los cinco íconos fotográficos del siglo XX.

Para Philippe Halsman, la fotografía era algo serio, pero también algo divertido: “El tratar de captar algo tan esquivo como la verdad, con una cámara, pudiera convertirse en una tarea bastante frustrante, pero intentar crear una imagen que no existiera en la realidad, sino sólo en la imaginación, era algo excitante”, mencionaba Halsman.


“Y yo disfrutaba de ese juego con Salvador Dalí. Éramos unos compinches. Cada vez que se me ocurría una idea fuera de lo común, le pedía a Dalí que fuera el héroe de la foto”, relataba también Halsman.

El mejor ejemplo de la desbordada imaginación de los dos fue: Dalí Atomicus, fotografía que se realizó en seis horas, 28 intentos y con muchos colaboradores. Ivonne la esposa de Halsman, era la que detenía la silla, los asistentes de un lado lanzaban el agua, mientras que los asistentes del otro lado lanzaban los gatos. Dalí debía brincar en el momento preciso y Philippe hacer el disparo de la cámara. La fotografía sorprendió al mundo de aquella época, en la que no existía el Photoshop.

Los proyectos más fascinantes del archivo de Halsman, fueron los que realizó con Dalí, ya que juntos llevaron al surrealismo a extremos insospechados. Hay varias series maravillosas, como una colección fotográfica, cuyo tema principal eran los bigotes de Dalí. 

Sin embargo, las fotografías más famosas fueron las de La Muerte Voluptuosa, en donde se combinaba el trabajo fotográfico de Halsman, con la practica surrealista de Dalí. Obra que mezclaba el erotismo con la muerte, expresando también la fragilidad de la vida, el placer y la belleza.

Philippe Halsman es considerado uno de los diez fotógrafos más importantes de la historia. Fue precursor del retrato psicológico y con su método fotográfico reveló mucho de algunas de las más grandes personalidades que retrató, entre ellos políticos, artistas e intelectuales. Por su lente pasa - ron Marilyn Monroe, Marlo Brandon, Alfred Hitchcock, Pablo Picasso, Winston Churchill y Albert Einstein, entre muchos otros. Su estilo era inconfundible, quedando sus imágenes grabadas en el imaginario colectivo.


Halsman se caracterizaba por buscar obsesivamente los ángulos, para conseguir tomas que fueran sorprendentes, reflejando así belleza, misterio, solemnidad, elegancia y alegría.

Halsman y Dalí fueron dos simbolistas irreverentes, que se absorbían el talento mutuamente. El primero, un fotógrafo profesional especializado en retrato y publicidad y el segundo un artista que cincelaba su propia imagen a la perfección, para autopromocionarse. Dalí aportaba la materia prima y Phi - lippe la transformaba a la perfección. 

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