Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Especial
Entre manzanas y girasoles
L
a manzana es la impronta de
la pintora Martha Chapa. Ella
supo que sería su estandarte
desde que hizo sus primeras obras, ya que, según sus
propias palabras, la manzana simboliza
la vida y el amor, dos de los grandes
pilares de la existencia humana.
El pasado miércoles 26 de octubre, la
artista regiomontana recibió la Presea
“Pinacoteca de Nuevo León”, como un
reconocimiento a una vida entregada
a la promoción del arte y la cultura.
Además, se inauguró la exposición -
homenaje “Semillas de imaginación” bajo
la curaduría de Rocío Castelo, que reúne
más de 50 cuadros de diferentes épocas,
en los que invariablemente está presente
una manzana como elemento principal,
o algunas veces en segundo plano.
También ha plasmado en sus lienzos
el Cerro de la Silla, para mostrar con
orgullo el gran símbolo de la tierra que
la vio nacer, por lo que instituciones
como Conarte en colaboración con la
Universidad Autónoma de Nuevo León
presentan esta exposición en la Pinacoteca de Nuevo León, ubicada en el
interior del Colegio Civil Centro Cultural Universitario.
“Me encuentro con obras que han
estado aquí, entonces es muy bello
hacer ese recorrido profesional y brindárselo a mi tierra natal; yo siempre he
pintado, vivo en México, viajo mucho,
pero mi corazón y todo mi ser está
aquí en Nuevo León, en Monterrey”,
expresó la también escultora y escritora en entrevista.
Y así como Martha Chapa ha vuelto
a la manzana poderosa, artísticamente
hablando, el pintor Vincent Van Gogh lo
hizo -en su época- de manera similar
con los girasoles; de ahí que hago esta
conexión, a propósito de la muestra que
actualmente se exhibe en los Bajos del
Palacio Municipal de Monterrey
“Van Gogh. The immersive experience”, es un espectáculo artístico
multisensorial en el que el espectador
“viaja” al mundo del pintor holandés,
cuya obra ha sido apreciada en todo
el mundo.
A través de óculos de alta tecnología,
el visitante recorrerá la ciudad donde
vivió y los lugares que lo inspiraron
para sus obras. Este paseo virtual dura
12 minutos.
Van Gogh pintó la serie de Los girasoles en entre 1988 y 1989, y aunque
había hecho muchos cuadros con diferentes motivos, estas flores amarillas
se convirtieron en su sello distintivo.
Creo que en el arte, lo más sencillo
puede deslumbrar a quien contempla un
cuadro; una simple manzana o un jarrón
con girasoles, despiertan todo tipo de
sensaciones que sólo la mano que trazó
el pincel tuvo la magia para hacerlo.
irma_idalia@hotmail.com