JULIA LAGE | La música como propósito y poder transformador | ROBERTO GARZA | Abril 2024

JAVIER CAMARENA | El tenor que cautivó al mundo | ROBERTO GARZA | Septiembre 2022

Por: Roberto Garza 
Fotografía: Cortesía Javier Camarena




JAVIER CAMARENA 
El tenor que cautivó al mundo

El tenor mexicano Javier Camarena, se presenta el próximo 27 de octubre en la Arena Monterrey, con su tour internacional Tiempo de Cantar.

El tenor mexicano Javier Camarena se ha convertido sin duda, en uno de los más grandes cantantes en la historia de nuestro país. El actualmente considerado como uno de los mejores tenores del mundo, es también el único cantante de ópera en haber logrado bisar en tres producciones de la Metropolitan Opera House en Nueva York.

El recientemente nombrado Cantante Masculino del Año, por la prestigiosa organización internacional Opera Awards, se ha posicionado como uno de los artistas más destacados del mundo, presentándose con rotundo éxito en las principales salas de conciertos y casas de ópera del planeta.

A continuación, en interesante entrevista, Javier nos platicará acerca de cómo comenzó su sueño, sobre los valores que lo llevaron al éxito en su carrera y sobre lo que el público puede esperar de su presentación en la Arena Monterrey el próximo 27 de septiembre.


¿Quién es Javier Camarena? ¿Cómo se dio tu incursión en la música Javier?

Soy jalapeño de nacimiento, de la mera capital jarocha. Vengo de una familia no de músicos, pero sí muy musical. Desde mis abuelos, tíos y padres, tuve muchísimas influencias musicales que iban desde el charlestón, el foxtrot, y pasando por los boleros, con Los Panchos y Eydie Gorme, luego Vicky Car, Julio Iglesias, Camilo Sesto, ABBA, los Bee Gees y Earth, Wind and Fire. Y claro, también La Sonora Santanera, Chico Ché y Rigo Tovar.

Recuerdo que yo contaba con mi propio universo musical, que se centraba en un gran compositor mexicano, Francisco José Gabilondo Soler, Cri-Cri. También escuchaba Parchís y a muchos otros artistas infantiles que había en aquel tiempo. Siempre había música en la casa.

¿Tenías un aprecio en particular por algún tipo de música?

La música clásica fue algo que me fascinó desde siempre y no precisamente porque mi familia me lo hubieran inculcado.

Recuerdo que había conciertos didácticos, que ofrecía la Orquesta Sinfónica de Jalapa a las diferentes escuelas de la ciudad. En uno de ellos estuvieron presentando Pedro y el Lobo, siendo el narrador Don Rubén Aguirre “El Profesor Jirafales”. Tengo también muy bellos de un concierto con la música de películas de cine, entre ellas la de Star Wars, que, al escucharla con orquesta, se convirtió en algo verdaderamente impresionante. 


¿Cuándo decides estudiar música?

Fue hasta después de dos años infructuosos de la carrera de Ingeniería Mecánica Eléctrica, que tomé la decisión de tomar las riendas de mi vida y estudiar música.

¿Qué tan difícil fue tu camino al mundo de las artes? ¿Tuviste el apoyo de tu familia?

El primer reto a superar fue el enfrentar a mi familia. Mi padre me decía: “ya comenzaste, ahora terminas”, “ya cuando termines haces lo que quieres”. Sin embargo, después de dos años yo dije: “¿por qué? Estoy perdiendo mi tiempo haciendo algo que no me está llevando absolutamente a nada y de lo que no tengo la mínima intensión de vivir”. Eso era algo que no me motivaba en absoluto y para lo que no tenía vocación tampoco.

El ir en contra de la decisión de la familia de estudiar ingeniería fue muy difícil. Entonces hice todo a escondidas, me di de baja de ingeniería y me inscribí en la carrera de música a escondidas. De hecho, me llevó un buen regaño por parte de mis padres, que me dijeron que, si eso era lo que yo quería, pues entonces yo me lo pagaba. 

Durante los 3 primeros años de carrera, trabajé sacando fotocopias, tocando en bares y amenizando en grupos para fiestas. Y pues todo esto, con el fin de tener dinero para pagar mis estudios.

Después me mudé a Guanajuato por recomendación de mi maestra de Jalapa, para seguir desarrollándome con otros maestros. Y no fue fácil al principio, ya que en ocasiones no tenía dinero para comer y tenía que pedir fiado en la tienda. Después me invitaron a tocar en un cuarteto de cuerdas ahí mismo en Guanajuato y empecé a cantar en misas, después continué cantando en fiestas y hasta trabajé en un café internet. La verdad es que hubo experiencias muy bonitas en esa parte de “estudihambre” como le decimos comúnmente.

Mi voluntad y deseo de estar en una carrera de música, estaba por encima de todo.

“Será un concierto muy distinto y mucho más grande, que estoy seguro que el público disfrutará muchísimo de principio a fin

¿Empezaste a estudiar canto con el objetivo de cantar ópera?

Mi mamá me decía que, si ya cantaba, para qué iba a la escuela, pero ahora haciendo una analogía con la gente que corre, yo pudiera decir que cualquiera puede correr, lo cual es cierto; pero si quieres hacer una carrera, debes de saber cómo calentar, cómo correr adecuadamente, al igual que cómo administrar tu energía durante la misma. No te puedes meter de buenas a primeras a un maratón, porque a los dos kilómetros vas a traer la lengua “de corbata”.

En lo personal, no empecé a estudiar canto con el objetivo de cantar ópera. Inclusive, no tenía ni la más remota idea de ella ya que nunca tuve esa formación en casa. Yo sólo quería cantar mejor, asistir a mis clases para que me enseñaran cómo respirar, dónde tenía que colocar la voz para que sonora mejor, afinación y todo lo relacionado a la labor del canto.

De hecho, empecé a estudiar canto porque ya estaba muy viejo. Tenía 19 años y ya no tenía edad para estudiar guitarra o piano que era lo que yo quería. En el estudio de la música, el requisito de la edad es muy importante y en mi caso sólo pude aplicar a canto. Entonces como yo ya cantaba, pues dije, me va a permitir cantar mejor.


¿Cuándo te diste cuenta que lo tuyo era la ópera?

Fue al final de mi tercer año de carrera, cuando nuestro maestro de italiano nos mostró un Laserdisc de Plácido Domingo y Eva Marton, cantando en la ópera Turandot, en el MET de Nueva York.  

Ese fue el mayor descubrimiento de mi vida. Me hizo darme cuenta para lo que estaba estudiando y me permitió apreciar la panorámica del significado de la carrera de canto. Y dije: “De aquí soy y aquí me quedo.

Fue entonces, que después de 3 años, me empecé a interesar más en la ópera, en buscar piezas que pudiera yo cantar, que significaran retos progresivos y que me ayudaran también al desarrollo de mi técnica vocal.

¿Cuándo debutaste profesionalmente en México? 

Mi debut profesional fue el año 2004 en el Palacio de Bellas Artes, con el título operístico La Hija del Regimiento, que en años posteriores me daría muchísimos éxitos y satisfacciones. Recuerdo que en ese año gané el concurso de canto Carlo Morelli y que Raúl Falcó y Octavio Sosa, que llevaban la dirección del entonces Palacio de Bellas Artes, junto con el maestro Enrique Patrón de Rueda, decidieron proponer la presentación de dicha obra con los ganadores del concurso de canto.

¿internacionalmente?

Lo primero que canté fuera de México, fue en un concierto que se llevó a cabo en una iglesia en Guatemala, sin embargo, mi debut en un contexto más europeo-internacional y dentro de una sala de ópera, fue en la Ópera de Zurich, Suiza, con una ópera de Rossini llamada La italiana en Argel en el 2007.

¿En ese momento pasó por tu mente hasta donde ibas a llegar Javier?

La verdad no. Sabes, siempre lo he pensado como si tuvieras una gran barda y pones una escalera vertical. Conforme vas subiendo peldaños en la escalera, vas viendo más allá y el panorama se va abriendo y aclarando.

Cuando yo empecé a estudiar la carrera de canto dije: “Esto me gusta, cuando termine, puedo hacer una audición para el coro de la universidad y trabajar ahí también como empleado, inclusive dando clases”. Sin embargo, a medida que subía peldaños me iba dando cuenta que podía hacer cada vez más y mejores cosas.

Todos los pasos que he dado en mi carrera han sido pasos muy conscientes y sabiendo hacia donde me va a llevar cada uno de ellos. Definitivamente, aunque uno ve el panorama, lo único cierto de esta carrera es lo incierto de ella misma, porque aún viendo el panorama, no sabes si vas a poder llegar hasta ahí.

“Mi debut profesional fue el año 2004 en el Palacio de Bellas Artes, con el título operístico La Hija del Regimiento”

¿Cuál fue la estrategia que seguiste?

La de concentrarme en las cosas que tenía que hacer en primer plano, con la convicción de que cada paso que daba me acercaba al objetivo que tenía más adelante. Decía un cantante católico: “Sueña en alcanzar cosas grandes, haciendo las cosas pequeñas que te toca hacer hoy”. Yo creo que ha sido así como he tratado de llevar esta carrera.


En referencia a lo que has logrado. Pudiéramos decir que: ¿se nace? ¿se hace? ¿o ambas?

Definitivamente ambas. Creo que indistintamente al género o profesión a la que te dediques, talento sin trabajo es algo incompleto. Ejemplos de vida hay muchos, ejemplos de tenacidad, determinación, de lucha contra adversidades hay también muchos.

Yo no vengo de una familia acomodada, mi familia fue de clase media y mis padres hicieron todo lo que estuvo en sus manos para mantenernos y darnos una educación a mis hermanos y a mí.

Ese gran ejemplo es el que tengo de mi padre, que siempre fue un hombre súper trabajador, alguien que laboraba diariamente de sol a sol para darnos a nosotros lo mejor. 

Definitivamente si tienes un talento, debes trabajarlo para hacerlo productivo.

¿Qué valores crees que fueron los que te llevaron al éxito en tu carrera?

Lo que te puedo decir, con base en mi experiencia de vida, es que primeramente se debe entender que no es una carrera de velocidad, sino una carrera de resistencia.

Segundo, que las cosas que uno más valora en esta vida, son las que más trabajo nos cuesta conseguir.

Si yo tomé la decisión de dedicarle mi vida a la música, es porque eso era lo que me hacía feliz. Siendo por mucho, una de las claves para lograr el éxito en tu vida, en cualquiera de sus ámbitos.

Es algo que no estamos acostumbrados a escuchar, eso de buscar algo que te haga feliz, seguirlo y luchar por ello. Porque entonces la lucha se vuelve un reto hacia ti mismo, lo que logras conseguir para seguir adelante se vuelve un reto personal. Ya no estás compitiendo con nadie ni tratando de satisfacer a nadie más que a ti mismo. Los retos se vuelven emocionantes y el trabajo deja de ser trabajo para convertirse en algo que disfrutas y te hace crecer. Debes buscar lo que te haga feliz en esta vida y luchar por ello.

La última discusión que tuve con mi mamá cuando me cambié de carrera, comenzó cuando se acercó conmigo y me dijo: “Bueno, te metiste a música y… ¿qué vas a hacer? ¿de qué vas a trabajar? Vas a terminar barriendo las calles”.

A lo que contesté: “tal vez, pero voy a ser feliz”, siendo esa la última vez en que mi mamá me discutió algo con respecto a mi decisión de haberme cambiado de carrera. 

“Las cosas que uno más valora en esta vida, son las que más trabajo nos cuesta conseguir”

En México no hemos podido generar una cultura de consumo de ópera, quizás porque aún no vemos a la industria cultural como un generador económico. ¿Dónde crees que radica el problema?

El problema radica en una falta de comunicación. Te voy a poner algunos ejemplos que nos hacen ver que el problema no es que a la gente no le guste la ópera, sino que simplemente hay una falta de comunicación y entendimiento.

Recuerdo hace poco más de 12 años, que llegó un vendedor de celulares llamado Paul Potts a competir a un reality show llamado Britain’s Got Talent. En el programa, él cantó magistralmente una aria de ópera llamada Nessun Dorma, que resultó en que todo el mundo lo adorara, y en que después de escucharla, todo el mundo también conociera dicho tema. 

Un segundo ejemplo sería el de Andrea Bochelli, alguien a quien todos conocemos, que si bien no es un cantante de ópera per se, su estilo y propuesta vocal, sí son como las de un cantante de ópera. También tenemos a las exitosas bandas de cantantes de ópera masculinos, llamadas II Divo e Il Volo.

Esto sin mencionar a los Tres Tenores, que en 1992 hicieron su primer concierto, logrando sacar a la ópera de contexto y llevándola a un público más masivo. Fue un fenómeno mundial impresionante.

Hablar de que en México solamente, no hayamos podido lograr una cultura de consumo de ópera sería un poco injusto. Esto es un fenómeno global, es parte de un desconocimiento y de una falta de comunicación respecto a lo que es la ópera y a lo que hace un cantante de ópera.

Mucha gente piensa que es aburrida, pero generalmente la gente que piensa eso, es la que jamás la ha experimentado. La ópera puede ser un espectáculo tremendamente emocionante. No digo que todas las óperas sean buenas, como tampoco digo que todos los discos de Maroon 5 son buenos, ni todas las canciones de una producción musical sean buenas.

Actualmente, estamos acostumbrados a ver la música como un objeto de adorno y consumo. Por eso, cuando sale un éxito, lo encuentras hasta “embarrándole la mantequilla al pan”, saturándote y llegando al punto de no soportar escucharlo unos meses después.  


“Nos hace falta una educación artística real dentro de los planes regulares de estudio en las escuelas”.

¿Qué es lo que nos hace falta entonces?

Nos hace falta una educación artística real, dentro de los planes regulares de estudio en las escuelas. Desde los jardines de niños, hasta las primarias y secundarias.

Hoy, habrá muy pocos casos en los que se tenga una educación artística de valor. Creces ignorando parte de la historia de la música y el arte. Haciendo esto mucha falta en nuestra formación, que deja de ser una formación integral.

Desde un inicio, debemos de tener claro, que no todos podrán ser artistas, pero que todos deberán tener la posibilidad de apreciar las artes, con los medios y las herramientas adecuadas.

Entonces se le daría valor, no solamente a la música y a la ópera, sino a todas las artes en general y no solamente a lo que ya está, sino al esfuerzo que hace cada una de estas personas que quiere dedicar su vida a ello.

¿Qué consejos le darías a los niños y jóvenes? Pero más importante, a los papás de esos niños y jóvenes.

Yo no tuve la suerte cuando fui niño, de tener una buena formación musical. Mis papás sí vieron mi talento y facilidad para la música, ya que siempre fui muy afinado y repetía sin dificultad la música, sin embargo, no tuve la suerte de tener buenos maestros que me supieran guiar.

Lo que les diría, sobre todo a los papás, es que no tengan miedo en apoyar a sus hijos en este tipo de actividades, porque está científicamente comprobado, que realizar cualquier actividad artística, estimula otras áreas de tu cerebro relacionadas a la creatividad.

La parte que involucra estudiar algún instrumento musical, ya sea la flauta, el piano o el violín, estimula a tu cerebro a trabajar en diferentes habilidades motrices. Por ejemplo, al tocar el piano, tu cerebro tiene que saber que va a hacer cada uno de tus dedos, y también tus manos y brazos. Debe saber cómo tiene que sonar y la fuerza que tiene que imprimir para que suene como debe de sonar.

No con esto, quiero decir que todos los niños se van a convertir en Mozart o Beethoven, pero sí, que estoy convencido que este tipo de formación y educación, los hará más sensibles, empáticos y cercanos a su propia realidad.

“Mi voluntad y deseo de estar en una carrera de música, estaba por encima de todo”

Sabemos le guardas un gran afecto a la ciudad de Monterrey

Después de mi debut en el 2004, la primera ciudad en donde canté como solista, fue en Monterrey, precisamente en el Teatro de la Ciudad. Hicimos la ópera Don Pasquale de Gaetano Donizetti en el 2005. 

Después he vuelto a Monterrey en varias ocasiones haciendo las óperas La Scala di Seta, Payasos y La Cenerentola, esta última ya en el 2012. Todavía en el 2017 fui invitado a cantar en el Museo de Arte Contemporáneo (MARCO).

Siendo esta tu primera presentación en la Arena Monterrey, ¿Qué puede esperar el público del evento?

Será un concierto muy distinto y mucho más grande, que incluye su parte de ópera, claro, pero que también incluye muchos otros géneros que a mí me fascinan.

Hay una primera parte que obviamente sí la vamos a dedicar a la ópera, pero después vamos a ir relajando muy rico y de una manera muy entretenida, a un repertorio mucho más popular. Vamos a hacer un poco de canción italiana, cantaré seguramente la canción Funiculí Funiculá y O Sole Mío que son temas más del dominio público.

Estaré también ofreciendo la Bachata Rosa de Juan Luis Guerra, canciones de José José, al igual que estará conmigo un Mariachi acompañándome en algunos temas.

Será un concierto completísimo, muy versátil, con muchas canciones que la gente reconocerá y en donde la Orquesta Filarmónica de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, estará también teniendo sus intervenciones como solista, bajo la dirección de maestro Abdiel Vázquez.

Estoy seguro que desde el principio y hasta el final, el público lo disfrutará muchísimo.

“Definitivamente si tienes un talento, debes trabajarlo para hacerlo productivo”

¿Qué sigue para Javier Camarena?

En un lapso de un año vienen cosas muy buenas.  

En otoño van a estrenarse dos discos míos, el primero de ellos, precisamente dedicado a nuestra música mexicana, incluido bolero y mariachi. Producción que estoy grabando en estos momentos en la Ciudad de México.

En noviembre se estrena mi segundo disco, totalmente de ópera, dedicado a un compositor que a mí me gusta muchísimo llamado Gaetano Donizetti y que grabé en su tierra natal en Bérgamo, Italia, con la Orquesta y el Coro del Teatro Donizetti.

En noviembre estaré también haciendo la ópera La favorita en Italia, en diciembre y enero estaré en el MET de Nueva York cantando El elixir de amor. Terminando me voy a París, para cantar una ópera llamada Lucia di Lammermoor.  

En marzo estaré en Montecarlo cantando por primera vez la ópera La traviata y en abril estaré en Barcelona, cantando por primera vez una ópera francesa llamada Manon de Jules Massenet. En mayo estaré en Berlín y en junio estaré en Zúrich, Suiza, cantando Los pescadores de perlas

Finalmente, en las primeras semanas de junio, estaré en España haciendo varias presentaciones, para luego tomarme unas buenas vacaciones en el mes de julio.


¿Algo que te gustaría agregar Javier?

La verdad estoy muy emocionado, ya que este concierto será muy versátil y me ayudará a mostrar que el cantante de ópera no solamente canta ópera y de una manera seria, como comúnmente se cree. 

Estudié para ser cantante, que me haya dedicado a la ópera es una cosa, pero a mí me sigue encantando nuestra música y el cantarla todo el tiempo. 

Si voy a un Karaoke, lo primero que canto es (entre risas) Música Ligera de Soda Stereo. Ese tema es el primero que canto en un Karaoke y ya después me arranco con Mariachi y todo lo demás. La verdad es que me encanta.  

Para concluir, me gustaría sólo agregar que este concierto me emociona mucho por la posibilidad de cantar todo lo que me gusta cantar, esperando con todo mi corazón, que el amor por lo que hago se proyecte y que la gente que asista lo perciba y reciba.