Por: Roberto Garza
Fotografía: Cortesía Javier Camarena
JAVIER CAMARENA
El tenor que cautivó al mundo
El tenor mexicano Javier
Camarena, se presenta el
próximo 27 de octubre en la
Arena Monterrey, con su tour
internacional Tiempo de Cantar.
El tenor mexicano Javier Camarena se ha
convertido sin duda, en uno de los más
grandes cantantes en la historia de nuestro
país. El actualmente considerado como uno
de los mejores tenores del mundo, es también el único cantante de ópera en haber
logrado bisar en tres producciones de la
Metropolitan Opera House en Nueva York.
El recientemente nombrado Cantante
Masculino del Año, por la prestigiosa organización internacional
Opera Awards, se ha posicionado como uno de los artistas más
destacados del mundo, presentándose con rotundo éxito en las
principales salas de conciertos y casas de ópera del planeta.
A continuación, en interesante entrevista, Javier nos platicará acerca de cómo comenzó su sueño, sobre los valores que
lo llevaron al éxito en su carrera y sobre lo que el público puede
esperar de su presentación en la Arena Monterrey el próximo
27 de septiembre.
¿Quién es Javier Camarena? ¿Cómo se dio tu incursión en
la música Javier?
Soy jalapeño de nacimiento, de la mera capital jarocha. Vengo
de una familia no de músicos, pero sí muy musical. Desde mis
abuelos, tíos y padres, tuve muchísimas influencias musicales
que iban desde el charlestón, el foxtrot, y pasando por los boleros,
con Los Panchos y Eydie Gorme, luego Vicky Car, Julio Iglesias,
Camilo Sesto, ABBA, los Bee Gees y Earth, Wind and Fire. Y
claro, también La Sonora Santanera, Chico Ché y Rigo Tovar.
Recuerdo que yo contaba con mi propio universo musical,
que se centraba en un gran compositor mexicano, Francisco
José Gabilondo Soler, Cri-Cri. También escuchaba Parchís y
a muchos otros artistas infantiles que había en aquel tiempo.
Siempre había música en la casa.
¿Tenías un aprecio en particular por algún tipo de música?
La música clásica fue algo que me fascinó desde siempre y no
precisamente porque mi familia me lo hubieran inculcado.
Recuerdo que había conciertos didácticos, que ofrecía la
Orquesta Sinfónica de Jalapa a las diferentes escuelas de la ciudad.
En uno de ellos estuvieron presentando Pedro y el Lobo, siendo
el narrador Don Rubén Aguirre “El Profesor Jirafales”. Tengo
también muy bellos de un concierto con la música de películas de
cine, entre ellas la de Star Wars, que, al escucharla con orquesta,
se convirtió en algo verdaderamente impresionante.
¿Cuándo decides estudiar música?
Fue hasta después de dos años infructuosos de la carrera de
Ingeniería Mecánica Eléctrica, que tomé la decisión de tomar
las riendas de mi vida y estudiar música.
¿Qué tan difícil fue tu camino al mundo de las artes?
¿Tuviste el apoyo de tu familia?
El primer reto a superar fue el enfrentar a mi familia. Mi padre
me decía: “ya comenzaste, ahora terminas”, “ya cuando termines
haces lo que quieres”. Sin embargo, después de dos años yo dije:
“¿por qué? Estoy perdiendo mi tiempo haciendo algo que no
me está llevando absolutamente a nada y de lo que no tengo la
mínima intensión de vivir”. Eso era algo que no me motivaba
en absoluto y para lo que no tenía vocación tampoco.
El ir en contra de la decisión de la familia de estudiar ingeniería fue muy difícil. Entonces hice todo a escondidas, me di
de baja de ingeniería y me inscribí en la carrera de música a
escondidas. De hecho, me llevó un buen regaño por parte de
mis padres, que me dijeron que, si eso era lo que yo quería, pues
entonces yo me lo pagaba.
Durante los 3 primeros años de carrera, trabajé sacando fotocopias, tocando en bares y amenizando en grupos para fiestas. Y
pues todo esto, con el fin de tener dinero para pagar mis estudios.
Después me mudé a Guanajuato por recomendación de mi
maestra de Jalapa, para seguir desarrollándome con otros maestros. Y no fue fácil al principio, ya que en ocasiones no tenía
dinero para comer y tenía que pedir fiado en la tienda. Después me invitaron a tocar en un cuarteto de cuerdas ahí mismo
en Guanajuato y empecé a cantar en misas, después continué
cantando en fiestas y hasta trabajé en un café internet. La
verdad es que hubo experiencias muy bonitas en esa parte de
“estudihambre” como le decimos comúnmente.
Mi voluntad y deseo de estar en una carrera de música, estaba
por encima de todo.
“Será un
concierto
muy distinto y mucho más
grande, que
estoy seguro que
el público
disfrutará
muchísimo
de principio
a fin
¿Empezaste a estudiar canto con el objetivo de cantar
ópera?
Mi mamá me decía que, si ya cantaba, para qué iba a la escuela,
pero ahora haciendo una analogía con la gente que corre, yo
pudiera decir que cualquiera puede correr, lo cual es cierto;
pero si quieres hacer una carrera, debes de saber cómo calentar,
cómo correr adecuadamente, al igual que cómo administrar
tu energía durante la misma. No te puedes meter de buenas a
primeras a un maratón, porque a los dos kilómetros vas a traer
la lengua “de corbata”.
En lo personal, no empecé a estudiar canto con el objetivo
de cantar ópera. Inclusive, no tenía ni la más remota idea de
ella ya que nunca tuve esa formación en casa. Yo sólo quería
cantar mejor, asistir a mis clases para que me enseñaran cómo
respirar, dónde tenía que colocar la voz para que sonora mejor,
afinación y todo lo relacionado a la labor del canto.
De hecho, empecé a estudiar canto porque ya estaba muy
viejo. Tenía 19 años y ya no tenía edad para estudiar guitarra o piano que era lo que yo quería. En el estudio de la música, el
requisito de la edad es muy importante y en mi caso sólo pude
aplicar a canto. Entonces como yo ya cantaba, pues dije, me
va a permitir cantar mejor.
¿Cuándo te diste cuenta que lo tuyo era la ópera?
Fue al final de mi tercer año de carrera, cuando nuestro maestro
de italiano nos mostró un Laserdisc de Plácido Domingo y Eva
Marton, cantando en la ópera Turandot, en el MET de Nueva York.
Ese fue el mayor descubrimiento de mi vida. Me hizo darme
cuenta para lo que estaba estudiando y me permitió apreciar la
panorámica del significado de la carrera de canto. Y dije: “De
aquí soy y aquí me quedo.
Fue entonces, que después de 3 años, me empecé a interesar
más en la ópera, en buscar piezas que pudiera yo cantar, que
significaran retos progresivos y que me ayudaran también al
desarrollo de mi técnica vocal.
¿Cuándo debutaste profesionalmente en México?
Mi debut profesional fue el año 2004 en el Palacio de Bellas Artes,
con el título operístico La Hija del Regimiento, que en años posteriores me daría muchísimos éxitos y satisfacciones. Recuerdo
que en ese año gané el concurso de canto Carlo Morelli y que
Raúl Falcó y Octavio Sosa, que llevaban la dirección del entonces
Palacio de Bellas Artes, junto con el maestro Enrique Patrón de
Rueda, decidieron proponer la presentación de dicha obra con
los ganadores del concurso de canto.
¿internacionalmente?
Lo primero que canté fuera de México, fue en un concierto que
se llevó a cabo en una iglesia en Guatemala, sin embargo, mi
debut en un contexto más europeo-internacional y dentro de
una sala de ópera, fue en la Ópera de Zurich, Suiza, con una
ópera de Rossini llamada La italiana en Argel en el 2007.
¿En ese momento pasó por tu mente hasta donde ibas a
llegar Javier?
La verdad no. Sabes, siempre lo he pensado como si tuvieras una
gran barda y pones una escalera vertical. Conforme vas subiendo
peldaños en la escalera, vas viendo más allá y el panorama se
va abriendo y aclarando.
Cuando yo empecé a estudiar la carrera de canto dije: “Esto me
gusta, cuando termine, puedo hacer una audición para el coro de
la universidad y trabajar ahí también como empleado, inclusive
dando clases”. Sin embargo, a medida que subía peldaños me
iba dando cuenta que podía hacer cada vez más y mejores cosas.
Todos los pasos que he dado en mi carrera han sido pasos
muy conscientes y sabiendo hacia donde me va a llevar cada uno
de ellos. Definitivamente, aunque uno ve el panorama, lo único
cierto de esta carrera es lo incierto de ella misma, porque aún
viendo el panorama, no sabes si vas a poder llegar hasta ahí.
“Mi debut
profesional
fue el año
2004 en el
Palacio de
Bellas Artes, con el
título operístico La
Hija del Regimiento”
¿Cuál fue la estrategia que seguiste?
La de concentrarme en las cosas que tenía que hacer en primer
plano, con la convicción de que cada paso que daba me acercaba
al objetivo que tenía más adelante. Decía un cantante católico:
“Sueña en alcanzar cosas grandes, haciendo las cosas pequeñas
que te toca hacer hoy”. Yo creo que ha sido así como he tratado
de llevar esta carrera.
En referencia a lo que has logrado. Pudiéramos decir que:
¿se nace? ¿se hace? ¿o ambas?
Definitivamente ambas. Creo que indistintamente al género o
profesión a la que te dediques, talento sin trabajo es algo incompleto. Ejemplos de vida hay muchos, ejemplos de tenacidad,
determinación, de lucha contra adversidades hay también muchos.
Yo no vengo de una familia acomodada, mi familia fue de clase
media y mis padres hicieron todo lo que estuvo en sus manos para
mantenernos y darnos una educación a mis hermanos y a mí.
Ese gran ejemplo es el que tengo de mi padre, que siempre fue
un hombre súper trabajador, alguien que laboraba diariamente
de sol a sol para darnos a nosotros lo mejor.
Definitivamente si tienes un talento, debes trabajarlo para
hacerlo productivo.
¿Qué valores crees que fueron los que te llevaron al éxito
en tu carrera?
Lo que te puedo decir, con base en mi experiencia de vida, es
que primeramente se debe entender que no es una carrera de
velocidad, sino una carrera de resistencia.
Segundo, que las cosas que uno más valora en esta vida, son
las que más trabajo nos cuesta conseguir.
Si yo tomé la decisión de dedicarle mi vida a la música, es
porque eso era lo que me hacía feliz. Siendo por mucho, una
de las claves para lograr el éxito en tu vida, en cualquiera de
sus ámbitos.
Es algo que no estamos acostumbrados a escuchar, eso de
buscar algo que te haga feliz, seguirlo y luchar por ello.
Porque entonces la lucha se vuelve un reto hacia ti mismo,
lo que logras conseguir para seguir adelante se vuelve un reto
personal. Ya no estás compitiendo con nadie ni tratando de
satisfacer a nadie más que a ti mismo. Los retos se vuelven
emocionantes y el trabajo deja de ser trabajo para convertirse
en algo que disfrutas y te hace crecer. Debes buscar lo que te
haga feliz en esta vida y luchar por ello.
La última discusión que tuve con mi mamá cuando me cambié de carrera, comenzó cuando se acercó conmigo y me dijo:
“Bueno, te metiste a música y… ¿qué vas a hacer? ¿de qué vas a
trabajar? Vas a terminar barriendo las calles”.
A lo que contesté: “tal vez, pero voy a ser feliz”, siendo esa la
última vez en que mi mamá me discutió algo con respecto a mi
decisión de haberme cambiado de carrera.
“Las cosas
que uno
más valora en esta
vida, son
las que más
trabajo nos
cuesta conseguir”
En México no hemos podido generar una cultura de
consumo de ópera, quizás porque aún no vemos a la
industria cultural como un generador económico. ¿Dónde
crees que radica el problema?
El problema radica en una falta de comunicación. Te voy a poner
algunos ejemplos que nos hacen ver que el problema no es que
a la gente no le guste la ópera, sino que simplemente hay una
falta de comunicación y entendimiento.
Recuerdo hace poco más de 12 años, que llegó un vendedor de
celulares llamado Paul Potts a competir a un reality show llamado
Britain’s Got Talent. En el programa, él cantó magistralmente
una aria de ópera llamada Nessun Dorma, que resultó en que
todo el mundo lo adorara, y en que después de escucharla, todo
el mundo también conociera dicho tema.
Un segundo ejemplo sería el de Andrea Bochelli, alguien a
quien todos conocemos, que si bien no es un cantante de ópera
per se, su estilo y propuesta vocal, sí son como las de un cantante
de ópera. También tenemos a las exitosas bandas de cantantes
de ópera masculinos, llamadas II Divo e Il Volo.
Esto sin mencionar a los Tres Tenores, que en 1992 hicieron
su primer concierto, logrando sacar a la ópera de contexto y
llevándola a un público más masivo. Fue un fenómeno mundial
impresionante.
Hablar de que en México solamente, no hayamos podido lograr
una cultura de consumo de ópera sería un poco injusto. Esto
es un fenómeno global, es parte de un desconocimiento y de
una falta de comunicación respecto a lo que es la ópera y a lo
que hace un cantante de ópera.
Mucha gente piensa que es aburrida, pero generalmente la
gente que piensa eso, es la que jamás la ha experimentado. La
ópera puede ser un espectáculo tremendamente emocionante.
No digo que todas las óperas sean buenas, como tampoco digo
que todos los discos de Maroon 5 son buenos, ni todas las canciones de una producción musical sean buenas.
Actualmente, estamos acostumbrados a ver la música como
un objeto de adorno y consumo. Por eso, cuando sale un éxito,
lo encuentras hasta “embarrándole la mantequilla al pan”, saturándote y llegando al punto de no soportar escucharlo unos
meses después.
“Nos hace falta una educación artística real dentro
de los planes regulares de
estudio en las escuelas”.
¿Qué es lo que nos hace falta entonces?
Nos hace falta una educación artística real, dentro de los planes
regulares de estudio en las escuelas. Desde los jardines de niños,
hasta las primarias y secundarias.
Hoy, habrá muy pocos casos en los que se tenga una educación artística de valor. Creces ignorando parte de la historia
de la música y el arte. Haciendo esto mucha falta en nuestra
formación, que deja de ser una formación integral.
Desde un inicio, debemos de tener claro, que no todos podrán
ser artistas, pero que todos deberán tener la posibilidad de apreciar las artes, con los medios y las herramientas adecuadas.
Entonces se le daría valor, no solamente a la música y a la
ópera, sino a todas las artes en general y no solamente a lo que
ya está, sino al esfuerzo que hace cada una de estas personas
que quiere dedicar su vida a ello.
¿Qué consejos le darías a los niños y jóvenes? Pero más
importante, a los papás de esos niños y jóvenes.
Yo no tuve la suerte cuando fui niño, de tener una buena formación musical. Mis papás sí vieron mi talento y facilidad para la
música, ya que siempre fui muy afinado y repetía sin dificultad la
música, sin embargo, no tuve la suerte de tener buenos maestros
que me supieran guiar.
Lo que les diría, sobre todo a los papás, es que no tengan
miedo en apoyar a sus hijos en este tipo de actividades, porque
está científicamente comprobado, que realizar cualquier actividad artística, estimula otras áreas de tu cerebro relacionadas
a la creatividad.
La parte que involucra estudiar algún instrumento musical, ya sea la flauta, el piano o el violín, estimula a tu cerebro
a trabajar en diferentes habilidades motrices. Por ejemplo, al
tocar el piano, tu cerebro tiene que saber que va a hacer cada
uno de tus dedos, y también tus manos y brazos. Debe saber
cómo tiene que sonar y la fuerza que tiene que imprimir para
que suene como debe de sonar.
No con esto, quiero decir que todos los niños se van a convertir
en Mozart o Beethoven, pero sí, que estoy convencido que este
tipo de formación y educación, los hará más sensibles, empáticos
y cercanos a su propia realidad.
“Mi voluntad y deseo
de estar en una carrera
de música, estaba por
encima de todo”
Sabemos le guardas un gran afecto a la ciudad de
Monterrey
Después de mi debut en el 2004, la primera ciudad en donde
canté como solista, fue en Monterrey, precisamente en el Teatro de la Ciudad. Hicimos la ópera Don Pasquale de Gaetano
Donizetti en el 2005.
Después he vuelto a Monterrey en varias ocasiones haciendo
las óperas La Scala di Seta, Payasos y La Cenerentola, esta última
ya en el 2012. Todavía en el 2017 fui invitado a cantar en el Museo
de Arte Contemporáneo (MARCO).
Siendo esta tu primera presentación en la Arena
Monterrey, ¿Qué puede esperar el público del evento?
Será un concierto muy distinto y mucho más grande, que incluye
su parte de ópera, claro, pero que también incluye muchos otros
géneros que a mí me fascinan.
Hay una primera parte que obviamente sí la vamos a dedicar
a la ópera, pero después vamos a ir relajando muy rico y de una
manera muy entretenida, a un repertorio mucho más popular.
Vamos a hacer un poco de canción italiana, cantaré seguramente
la canción Funiculí Funiculá y O Sole Mío que son temas más del
dominio público.
Estaré también ofreciendo la Bachata Rosa de Juan Luis Guerra,
canciones de José José, al igual que estará conmigo un Mariachi
acompañándome en algunos temas.
Será un concierto completísimo, muy versátil, con muchas
canciones que la gente reconocerá y en donde la Orquesta Filarmónica de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey,
estará también teniendo sus intervenciones como solista, bajo
la dirección de maestro Abdiel Vázquez.
Estoy seguro que desde el principio y hasta el final, el público
lo disfrutará muchísimo.
“Definitivamente si
tienes un talento, debes
trabajarlo para hacerlo
productivo”
¿Qué sigue para Javier Camarena?
En un lapso de un año vienen cosas muy buenas.
En otoño van a estrenarse dos discos míos, el primero de ellos,
precisamente dedicado a nuestra música mexicana, incluido
bolero y mariachi. Producción que estoy grabando en estos
momentos en la Ciudad de México.
En noviembre se estrena mi segundo disco, totalmente de
ópera, dedicado a un compositor que a mí me gusta muchísimo
llamado Gaetano Donizetti y que grabé en su tierra natal en
Bérgamo, Italia, con la Orquesta y el Coro del Teatro Donizetti.
En noviembre estaré también haciendo la ópera La favorita
en Italia, en diciembre y enero estaré en el MET de Nueva York
cantando El elixir de amor. Terminando me voy a París, para
cantar una ópera llamada Lucia di Lammermoor.
En marzo estaré en Montecarlo cantando por primera vez
la ópera La traviata y en abril estaré en Barcelona, cantando
por primera vez una ópera francesa llamada Manon de Jules
Massenet. En mayo estaré en Berlín y en junio estaré en Zúrich,
Suiza, cantando Los pescadores de perlas.
Finalmente, en las primeras semanas de junio, estaré en
España haciendo varias presentaciones, para luego tomarme
unas buenas vacaciones en el mes de julio.
¿Algo que te gustaría agregar Javier?
La verdad estoy muy emocionado, ya que este concierto será
muy versátil y me ayudará a mostrar que el cantante de ópera
no solamente canta ópera y de una manera seria, como comúnmente se cree.
Estudié para ser cantante, que me haya dedicado a la ópera
es una cosa, pero a mí me sigue encantando nuestra música y
el cantarla todo el tiempo.
Si voy a un Karaoke, lo primero que canto es (entre risas)
Música Ligera de Soda Stereo. Ese tema es el primero que canto
en un Karaoke y ya después me arranco con Mariachi y todo lo
demás. La verdad es que me encanta.
Para concluir, me gustaría sólo agregar que este concierto
me emociona mucho por la posibilidad de cantar todo lo que me
gusta cantar, esperando con todo mi corazón, que el amor por lo
que hago se proyecte y que la gente que asista lo perciba y reciba.