Por: Víctor Hugo Sánchez Camacho
Fotografía: Especial
Omar Buddy: “Yo quería ser
un Quentin Tarantino”
Omar Baduy produce teatro de breve formato y fomenta
las artes en sus restaurantes, a los que suele llamar Centro
Gastronómico y Cultural.
Omar Baduy revela que ama
ser productor director y
escritor de teatro, aunque
confiesa que gracias a la
película “Cinema Paradiso” amó el cine.
“De hecho, esa película me inspiró
y motivó para estudiar dirección cinematográfica en la Universidad de Boston, pero al tiempo estudiaba actuación
en el Emerson College, pero justo
cuando termino mi carrera, problemas familiares me hicieron regresar
a México y eso me hizo abandonar mi
sueño dorado”.
Buduy confiesa ser muy apegado a
la familia.
“Cuando abandoné mis sueño dorado
fue porque justo mis sobrinas estaban creciendo; mis padres se estaban
divorciando. Recuerdo que yo quería
ser un Quentin Tarantino, un Martin
Scorsese”.
Buddy confiesa que ha visto muchas
veces sus primeros trabajos y sus cortometrajes.
“Esas cosas italianas, de mafiosos…” .
Baduy revela que es tanta su pasión
por el cine que tiene una colección
de más de dos mil películas de todo
el mundo que van del cine de arte y
comercial.
Ha hecho al menos, un cortometraje:
“Feliz cumpleaños”, con Sandra Quiroz
de protagonista, mismo que se puede
ver en Youtube.
Ya en México, Omar tomó clases
de actuación con Patricia Reyes Spíndola, Luis Felipe Tovar, en Casa Azul y,
cuando menos lo pensó, ya estaba en las
filas de actores de TV Azteca, haciendo
anuncios comerciales y generándose
un prestigio y recursos económicos.
Participó en “Tengo todo, excepto a
ti”, “Pobre diabla”, varios capítulos de “Lo
que callamos las mujeres”, “Cada quien
su santo”, “Deseo prohibido”, “Huérfana
con corazón”, “La mujer de Judas”.
También incursionó en decenas de
anuncios comerciales:
“Tuve juanetes, tuve hemorroides,
tuve hongos en los pies, fui médico.
Tuve mucho trabajo en publicidad y
me pagaban muy bien. Muy bien”.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas porque una vez más, los problemas
familiares lo volvieron a sacar del panorama del espectáculo y por ende, volver
a salir de la ciudad.
“Me aventé 8 años como actor, y
cuando falleció mi papá, tuve que
hacerme cargo de sus negocios, de
atender a un hermano menor que vivía
en Sonora, y me tuve que ir a vivir al
norte del país cuatro años para dejar
bien los negocios, que se estaban yendo
a pique…”
¿Y dónde quedó el cineasta?
“Pues sólo en mi imaginación, porque cada vez me alejaba más de mi
sueño”.
¿Sientes que has hecho sacrificios
en aras de apoyar a tu familia?
“No, la verdad es que no. Había un sentimiento de enorgullecer la memoria de
mi padre, cosa que lo logré porque me
hice cargo de mi madre y de mis hermanas… Y, además, en esa época yo ya
tenía un hijo, y tenía que sacar adelante
a todos. Y, además, no tenía otra opción.
Y aunque lo buscaban las televisoras
para ofrecerle personajes, él les decía
que estaba viviendo fuera de la Ciudad
de México.
Su última aparición en la TV fue en
la bio serie de Lupita D’Alessio, donde
interpretó a su abogado.
Actualmente, Baduy produce teatro
de breve formato y fomenta las artes
en sus restaurantes, a los que suele llamar Centro Gastronómico y Cultural
porque, explica, la gastronomía es un
arte, el teatro, el blues y el jazz, el cine,
la pintura, la ópera y las diversas disciplinas artísticas que confluyen y él
promueve en Alessa Café y en Penélope
Café, sus dos lugares, lo hacen sentir
que, al final, “esta es la película que
quiero contar; los lugares que imaginé
de niño cuando veía “Cinema Paradiso”
o “Buenos muchachos”; si te fijas, en
ambos lugares hay mucha ambientación
parecida”.
En sus foros y terrazas, Baduy ha
producido obras escritas por él y por
su esposa, con actuaciones de Sandra
Quiroz, Pedro Sicard, Anna Chiocchetti, Marco Treviño, Tomás Goros,
Wendy de los Cobo y muchos otros
actores que conoció en TV Azteca.
“Corazón demediado” y “Prohibido
molestar en horas de adulterio”, son
algunas de las piezas de formato corto
que ha producido Baduy en sus restaurantes.
“Soy un creador de experiencias;
no sólo es la cena, la comida; es la
atmósfera cuando hay teatro, cuando
hay música; cuando damos funciones
de cine mudo con un pianista en vivo,
o cuando presentamos ópera con cantantes de Bellas Artes…”.
Ya te diste chamba como productor y como escritor, ¿por qué no te das
chamba de actor?
“Sí me voy a dar; ya habrá momento
para hacerlo; ahorita estoy muy contento como productor director y escritor de teatro.
Si pudieras regresar a tus 20 años,
¿qué le dirías a ese Omar?
“Que no se vaya tanto de pachanga
y que ponga manos a la obra”.
Si trae mil en la bolsa, ¿en qué los
gasta Omar Baduy?’
“Si estoy solo, me compro algo de
comer y una película o un libro o algo
que tenga que ver con el arte”.