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Poner pausa | IRMA IDALIA CERDA | Marzo 2022

Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Especial

Poner pausa 

Hace unos días el presidente Andrés Manuel López Obrador entre sus muchas “ocurrencias”, dijo en la “Mañanera” que convendría hacer una pausa entre las relaciones entre México y España, provocando una nueva polémica, porque hay que recordar que anteriormente había pedido al rey Felipe VI una disculpa por los abusos cometidos a los pueblos originarios durante la época de la Conquista.

“Si ahora no es buena la relación, y así me gustaría que hasta nos tardamos en que se normalizara para hacer una pausa, que yo creo que nos va a convenir a los mexicanos y a los españoles”, dijo al argumentar que “no nos vean como tierra de conquista”, expresó el pasado 9 de febrero.

Más que abundar sobre este tema-ya muy comentado en su momento-quiero ampliar sobre esto de hacer pausas, pues de alguna manera “suaviza” el término suspensión, o suena un poquito más “políticamente correcto”.

Y me quedé pensando en qué conveniente sería si todos pudiéramos sacarnos de la manga una “pausa” para todo, por ejemplo: ya no quiero trabajar, haré una pausa por un año; o cuando una persona ya no quiere estar con su pareja le dice “hagamos una pausa”; tienes inconcluso un proyecto profesional o personal y te justificas con un: “lo tengo en pausa”.

Realmente sería maravilloso poner pausa en diferentes aspectos de nuestra vida y así evitar pagos, responsabilidades, situaciones difíciles e incómodas, pero no se puede usar la pausa como varita mágica para arreglar problemas, sino que lo único que hace es posponerlos.

Recuerdo en la película “Click: perdiendo el control”, protagonizada por el comediante estadounidense Adam Sandler, que descubre que el control de su televisor podía ser utilizado para su propio beneficio, así que irónicamente el aparato también controla su vida y cuando se da cuenta, es demasiado tarde. Digo, sí se pueden hacer ciertas pausas cuando nos sentimos muy agobiados, agotados y nos merecemos un “break”, pero no para evadir lo que tenemos que resolver de todas maneras.

De hecho, las primeras semanas de la pandemia, estuvimos como una especie de pausa, porque dejamos de hacer las actividades que acostumbrábamos, pero fue un periodo que afortunadamente no se prolongó demasiado.

Y es que poco a poco se tuvieron que buscar soluciones para continuar, porque a nadie nos conviene quedarnos “congelados”. La vida sigue su curso, y nosotros no podemos estar solamente como espectadores.

Cuántos de nosotros hemos hecho pausas inútiles, esperando que el destino sea el acomode nuestros rompecabezas, pero las piezas permanecerán en la misma posición hasta que nosotros decidamos moverlas.

irma_idalia@hotmail.com