Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Especial
La versatilidad de los museos
Hace días me enteré por las
noticias que los museos
y las salas de conciertos
en Holanda se convirtieron temporalmente en
salones de belleza y gimnasios, esto,
en protesta por las restricciones que
impuso el gobierno como medida contra
el coronavirus.
“Decenas de espacios culturales
holandeses transformaron sus instalaciones por el día. El Museo Van Gogh,
por ejemplo, convirtió una de sus salas
en un salón de belleza, con cuatro estilistas que le cortaban el pelo y les pintaban
las uñas a sus clientes frente a cuadros
icónicos, al tiempo que dos barberos
hacían lo propio sobre el escenario del
Concertgebouw, la sala de conciertos
más importante de Ámsterdam, mientras la orquesta interpretaba la Sinfonía
n° 2 de Charles Iver”, publicado en “La
Nación” el pasado 19 de enero de 2022.
¿Se pueden imaginar eso? me
hubiera gustado presenciarlo. Y aunque
las razones fueron para manifestarse
en contra de un mandato, resulta una
acción novedosa que podría ser replicada en otros países.
Y es que los museos son vistos como
santuarios, pero eso no significa que
puedan ser multifuncionales; entonces
recordé un par de eventos especiales
en estos espacios en Monterrey, especialmente en el Museo de Arte Contemporáneo MARCO y en el Museo de
Historia Mexicana.
En el 2006 el Museo de Historia
Mexicana albergó a las Momias de
Guanajuato, lo cual fue todo un acontecimiento, porque muchos nuevoleoneses no habían tenido la oportunidad
de viajar a Guanajuato en donde se
encuentran de manera permanente.
Esta Muestra Itinerante registró más
de 200 mil visitantes.
Otra actividad original ocurrió en el
2017 en el Museo MARCO, como parte
de la inauguración de la exposición Re/
Vuelta del artista Héctor Zamora, en la
que un grupo de 17 músicos elaboraron
nieve artesanal en un “performance” al
que asistieron cerca de 200 personas.
Porque desde hace tiempo quedó
atrás la idea de que los museos son
sitios solemnes en los que nada más
se nos permite contemplar cuadros y
esculturas; los tiempos cambian y con
ello la forma de percibir el arte en todas
sus manifestaciones.
En estos dos años de pandemia,
los espacios culturales en general han
tenido que diversificarse, aunque no
han llegado a convertirse en salones
de belleza o gimnasios como lo que
hicieron en Holanda, pero no podría
descartarse algo similar o que se hiciera
como una especie de experimento.
Por otra parte, desde hace años, en
algunos países de Europa, como por ejemplo Holanda o Inglaterra, algunas Iglesias
ahora funcionan como Museos, Bibliotecas o hasta sitios de entretenimiento, lo
que ha provocado mucha polémica por
parte de la grey católica, al considerar
que se están profanando los templos.
Lamentablemente esto se debió a que
los fieles dejaron de acudir a estos centros de oración, pero si lo vemos sin el
juicio religioso, una gran cantidad de
Iglesias son verdaderas obras de arte
y desde esa perspectiva, la belleza no
está peleada con la divinidad.
irma_idalia@hotmail.com