- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Por: Verónica Villarreal
Fotografía: Especial
Una mamá en espera
En esta realidad, experimentamos algo único e irrepetible, siendo
como un juego de ajedrez donde cada pieza del tablero tiene un
protagonista.
Trato de mantenerme en casa, trato
de salir sólo para
mantenerme viva,
act iva ment a lmente, sana, pero no dejo de
cuidarme, me tapó la cara con
la mascarilla, me pongo otra
mascarilla, más, a veces uso
dos, a veces me pongo también la careta de acrílico, me
acabo el gel anti bacterial por
el terror de traer el virus a mi
casa y contagiar a mis pequeños, mi mamá.
Hemos decidido seguir
en casa en este nuevo ciclo
escolar 2021-2022, mi intuición me dice que, si podremos
otra vez hacerlo, a pesar de
las frustraciones que pueda
causar cada vez que se va al
Internet, de no comprender
la clase, de pelear cual es la
mejor forma de aprender las
operaciones matemáticas, de
no alcanzar a tomar la palabra
con la maestra, de no poder
abrazarse.
Sigo a este sentimiento de
protección que me dice no los
sueltes, están todavía pequeños, aprovéchale, ¡disfrútalos!
que te vean salir de quicio y
volver a tu centro, mil veces,
mil besos; haremos todo lo
posible y seguimos en línea
las clases.
Entiendo todas aquellas que
piensan que no pueden, que el
trabajo es primero, que confían
en que no les va a pasar nada,
las envidio a veces, de verdad,
quisiera tener ese desapego y
espero que dé buen resultado
el regreso a clases preséncialas
para así nosotros integrarnos
más adelante, pero hoy me
confieso cobarde, no quiero ser
en esta ocasión la primera en la
lista, seguimos esperando en
casa a que los contagios bajen
y la vacunación se expanda a
más población.
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps