Monter platica con haitianos
en Monterrey
¿Por qué Haití es un
país pobre?
El estancamiento económico es
el resultado de inapropiadas
políticas económicas, inestabilidad política, escasez de
tierras cultivables, deterioro
medioambiental, uso continuo de tecnologías inadecuadas, falta de inversión
pública en recursos humanos, migración de grandes grupos de la población
calificada. La ONU estima que casi 4
millones de haitianos, de cerca de 11,5
millones, padecen inseguridad alimentaria. Un quinto de la población,
cerca de dos millones de personas, se
ha visto forzado a emigrar. El 80% de
todos los haitianos son pobres (54% se
encontraban en extrema pobreza) y el
47,1% son analfabetos. El PBI per cápita
de Haití es menos de una sexta parte
del de República Dominicana.
¿Por qué huyen los haitianos? La isla
sufrió la peor deforestación de la región,
como lo muestra el hecho de que no se
haya recuperado en cuatro siglos; hoy día,
su territorio está 98 por ciento deforestado. La mayoría de la población depende
de la tala para cocinar, lo que hace la
recuperación casi imposible y, con esto,
las tragedias climáticas cada año son
más desastrosas: sin árboles, las lluvias
y los huracanes provocan deslaves que
arruinan la tierra arable y hacen más
vulnerable a la población ante la potencia de las tormentas de las últimas dos
décadas por crisis que le han impedido
superar su prolongada pobreza.
Estos son datos duros. Sin embargo,
cuando me enteré que cientos o miles
de haitianos están llegando a Monterrey decidí platicar con ellos. Los
encontré en 3 alberges ubicados en la
zona metropolitana de esta ciudad, los
cuales son Casa INDI, Casa Monarca y
Casa Nicolás.
Pude platicar con algunos de ellos,
gracias al apoyo y traducción de Jacob,
quien llego junto con un grupo. Actualmente se estima hay alrededor de 5 mil
y se espera en los próximos días otra
oleada de cientos más que huyen de la
frontera de EUA. Por razones de prudencia cambie sus nombres, pero no
el contenido de sus historias.
Plática con Jacob. Nació en Puerto
Príncipe, tiene 26 años es ingeniero
agrónomo graduado en República
Dominicana, trabajaba exitosamente
hasta que lo acusaron falsamente de
robo y lo deportaron, todo por envidias de sus colegas de trabajo y de su
jefe, habla perfecto español, dejo a su
familia, para llegar a EUA y poner en
práctica de su profesión, me confeso que
está pensando en quedarse en México,
si consigue los papeles del INM.
Plática con Jean. Nació en Gonaives,
tiene solo 19 años, es pescador y arregla
lanchas, decidió salir ya que su familia
perdió todo a raíz de la última tormenta
llamada Grace, tomo la decisión de irse
a través del mar, para llegar a Honduras y a partir de ahí caminar miles
de kilómetros, cruzando Guatemala y
México, para llegar a EUA. El dinero
se le acabo y los “coyotes” lo abandonaron en San Luis Potosí, ahí conoció
a otro grupo que venía al norte y se
integró con ellos, la paga fue su cuerpo,
es decir se prostituyo, lo cual para él
ha sido dramático. Me hizo jurar, que
no pondría su nombre en este relato,
pues le daría vergüenza que su padre
y madre se enteren. Está pensando ir a
Tampico por trabajar en lo que él sabe,
pescar y arreglar lanchas.
Plática con Giselle. Nació en Pentionville, muchacha de 21 años, bonita, espigada, pero con la tristeza en su carita.
Ha viajado con su mama y hermano de
16. Su padre se quedó allá, pues estaba
muy enfermo. Por cierto, se enteró que
falleció hace pocas semanas, llevan 8
meses de travesía desde Honduras. Con
lágrimas dijo que sus papas tuvieron
que vender a su hermanita de 14 años, a
los traficantes de blancas, para hacerse
de dinero. Giselle, se opuso al trato y le
rogo a sus papas que mejor la vendieran
a ella, pero los traficantes respondieron que estaba muy vieja. Para ella, ha
sido un dolor intenso, no saber dónde
y cómo esta su hermana. Cuando platico conmigo, sus ojos eran un mar de
lágrimas y su rostro la imagen clara de
la frustración y desilusión.
Plática con Marie. Nació en Maniche,
ubicada en zonas altas de Haití, donde
la desforestación ha arrasado con todo,
incluyendo su casita, el sembradío de
su familia, así como la pequeña iglesia que describe como el lugar que le
daba paz. Viene sola, porque en el trayecto murieron sus dos hermanos en
manos de los “coyotes”, debido a una
fuerte discusión de dinero. Su padre
también pereció, ya que se enfermó de
COVID-19 y no lo quisieron atender en
ningún hospital, es más su cuerpo no
lo pudo rescatar y dar sepultura, pues
le pedían miles de pesos, que no tenía.
Actualmente se mantiene, cuidando a
los niños de las familias que van en el
mismo grupo y comparten con ella los
pocos alimentos que tienen.
Ahora estoy convencido que el ser
humano es el depredador más peligroso.
Quisiera compartir más historias,
pero estoy seguro que con estos pequeños relatos, podrán darse cuenta, que la
vida de estas personas es sumamente
complicada, por ello los invito a ser
caritativos y acudir a estos centros de
ayuda humanitaria a inmigrantes.
- Casa Nicolás, teléfono (81) 2169 8232.
Horario de atención: 17:00 a 21:00 horas Emiliano Zapata 4417, esq. con Serafín
Peña, Col. Guadalupe Victoria, Guadalupe, Nuevo León, 67180
- Casa Monarca, Calle Hidalgo No 100,
Col Centro. Santa Catarina, teléfono:
8183906305.
- Casa INDI. Avenida Bernardo Reyes
2404, Bella Vista, 64440 Monterrey,
Nuevo León, teléfono: 81 8374 7221.
raul.monter46@gmail.com
Instagram: @monterraul
Facebook: monter.raul
Coordinador
de Campañas Electorales a nivel
Federal, Estatal y Municipal. Editorialista,
observador y activista de la vida política
nacional. Promotor de las libertades
constitucionales de los mexicanos. Es
también Catedrático y vicerrector de la
Escuela Superior de Procesos Electorales.