La historia detrás
del héroe
Maximiliano de
Habsburgo
y los chivos
expiatorios
Existen, en mi opinión, pocos personajes
históricos presentados de forma tan sesgada
como Benito Juárez y Maximiliano de Habsburgo.
El resultado de la desinformación no termina
en la malinterpretación de la historia, sino en
las decisiones que tomamos con base en esta.
A Maximiliano le ofrecieron la Corona de México
como se ofrece una galletita para acompañar
el café. El puesto de emperador no tenía
propietario como para ser regalado, pero los
conservadores mexicanos y Napoleón III –rey
de Francia– se tomaron la libertad de hacerlo.
Francia se sentía con este derecho porque tenía
intervenido a México. En 1861 México se negó
a pagar la deuda extranjera que tenía con
España, Gran Bretaña y Francia. Los primeros
dos aceptaron esperar; Francia invadió México
en 1862. Así, en 1864, Maximiliano y su esposa
Carlota llegaron a Chapultepec con sus tiliches
y su ingenuidad. Ambos desconocían, aunque
no tardaron en notar, que la mayor parte del país
no los quería ni los reconocía como autoridad.
La situación no mejoró cuando Maximiliano I
demostró tener inclinaciones progres para su
época. Contrario a lo esperado, implementó
decretos sobre la libertad de credo y la
nacionalización de los tantos y tan preciados
bienes eclesiásticos, ratificando las Leyes de
Reforma; además, reformó leyes agrarias,
consideró a los indígenas en sus proyecciones,
entre otros cambios en favor de la ciudadanía.
Consecuentemente, perdió el respaldo de
Napoleón y los conservadores, y siguió sin el
apoyo de los liberales. Para los primeros era
un traidor; para los segundos, un invasor. Su
tumultuoso mandato duró apenas 3 años.
En 1867 fue aprehendido y fusilado, a pesar
de las múltiples peticiones (nacionales e
internacionales) de indulto. Juárez –entonces
presidente– estaba determinado a subsanar, así
fuera con sangre, los cimientos de la soberanía
de la república.
Maximiliano I fue un chivo expiatorio de los
intereses ajenos. Se esperaba que unificara una
política inestable con intereses encontrados:
Juárez, Francia, los conservadores, los liberales…
No había forma de ganar. Alguien con más
poder decidió, sin consultarle, que él pagaría
los platos rotos, propios y ajenos, librando de
la culpa a los demás.
Hablo de chivos expiatorios y las repercusiones
de la malinterpretación histórica porque, con
las elecciones en puerta, estamos viviendo
momentos clave. Lo único peor que tener
información insuficiente es tener información
incorrecta y/o tendenciosa. ¿Habría Maximiliano
aceptado ser emperador de haber sabido
cómo iba a terminar la historia? La información
adecuada, aun la dolorosa, da poder. Las
decisiones que tomemos con la información
que tenemos hoy seguirán afectándonos los
años siguientes.
Andrea Díaz Nacida en Victoria, Tamaulipas
y Licenciada en Letras por la Universidad de
Monterrey. Se ha desarrollado principalmente en
los ámbitos de las causas sociales, la violencia de
género y la filosofía del lenguaje.