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De regreso a la ‘vieja’ normalidad | IRMA IDALIA CERDA | Mayo 2021

Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Especial


De regreso a la ‘vieja’ normalidad

Las pocas veces que he tenido que salir a la calle porque necesito hacerlo, me he dado cuenta que todo pareciera que la pandemia terminó y que el miedo a contagiarse del coronavirus es cosa del pasado.

Recientemente fui a hacer un pago al banco que está dentro en un conocido centro comercial, que recientemente estrenó su sección nueva y un tercer piso convertido en “food court” (área de comidas), en la que me sorprendió ver el lugar prácticamente lleno, que según un letrero colocado en la entrada, estaba limitado a 319 personas.

Entonces me di cuenta había gente compartiendo sus alimentos en la misma mesa- seguramente eran miembros de la misma familia, amigos o compañeros de trabajo- igual que antes que estuviéramos en confinamiento.

“Yo sólo me limité a comprar una hamburguesa para llevar, pero me quedé pensando en que las cosas se habían relajado mucho y que no sé si para bien o para mal, la gente ya perdió el temor a salir de sus casas, irse de compras o a restaurantes o al cine, como solía hacerlo antes del 2020.

Y hace días, por cuestiones de salud, tuve que ir a un hospital privado a que me revisara un especialista y en el momento que yo llegué no había tanta gente, pero al salir de la consulta ya la sala de espera estaba llena. Claro, hay muchas medidas de higiene y seguridad, pero no dejo de pensar en que pareciera que estamos de regreso a la “vieja” normalidad, con la diferencia de que portamos el cubrebocas.

Y en las pasadas vacaciones de Semana Santa, vimos las filas en los aeropuertos, y una gran demanda en los hoteles de Cancún, Puerto Vallarta, Mazatlán, por mencionar algunos destinos, a donde los mexicanos escaparon para sentirse nuevamente vivos, pues estar tanto tiempo encerrados nos estaba y está bajando la energía cada día, lo que nos hace sentir apagados y desanimados.

Pero, lo importante es que recordemos que el coronavirus se encuentra todavía entre nosotros, que está esperando este tipo descuidos para acecharnos, así que más vale seguirnos protegiendo y no bajar la guardia.

Porque de lo contrario sería inútil que después de haber esperado tantos meses, nos contagiáramos por sentimos confiados y de esa forma, dejar de tomar las mismas precauciones que teníamos al empezar la crisis sanitaria por el COVID-19.

También existe gran esperanza desde que empezaron a aplicar las vacunas a los adultos mayores de 65 años; por ejemplo, a mi mamá quien tiene 81 ya tiene la primera dosis, y el día último de este mes, le aplican la segunda.

Yo confío en que en algunos meses el panorama cambie para bien, pero hasta entonces podremos empezar a recuperar nuestro anterior estilo de vida de manera total, en lo que se refiere a lo social y laboral; por lo pronto tenemos que conformarnos con seguir en modo “virtual” y realizar actividades presenciales necesarias.

irma_idalia@hotmail.com