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La Conjura de los Necios | XÓSEM AMERO | Noviembre 2020

Cracks del StoryTelling 

La Conjura de los Necios

Una farsa con tintes de humor negro que desafía al lector a ser capaz de reírse de sí mismo y de lo patética e hipócrita que puede ser la sociedad.

La Conjura de los Necios es una novela tan absurda y políticamente incorrecta, que por lo mismo termina por ser un fiel reflejo de la sociedad moderna y tremendamente divertida. Si aún no la has leído, aquí te voy a dar cinco razones para que no dejes de hacerlo. Esta obra de John Kennedy Toole es sin duda un Crack del StoryTelling.

Razón número uno: la presentación del protagonista, Ignatius Reilly, es estupenda. Desde el principio podemos ver un voluminoso y repelente personaje que a sus treinta años aún vive con su madre, con quien lleva una relación de complaciente toxicidad y ponzoñosa sobre protección. Irene, la mamá, un poco alcohólica y otro tanto controladora, ha hecho de su hijo un soberano fodongo que se cree todo un genio. En su mundo ordinario, Ignatius transita su vida entre el cine y la televisión, criticando la decadencia de la vida moderna. Casi nada es lo suficientemente bueno como para gozar de su pedante aprobación.

Razón número dos: el llamado a la aventura se da en una circunstancia muy divertida. Este es de los libros que con leer el primer capítulo te vas a enganchar y no lo vas a querer soltar hasta terminarlo. Nuestro héroe, Ignatius, en su ingeniosa faceta de víctima, se libra de ser detenido por el pintoresco policía Mancuso. En su escape de la autoridad termina refugiado, junto con su madre, en el decadente bar Noche de Alegría. Ahí su mamá se pasa de tragos y cuando al anochecer quiere conducir su auto, lo único que logra es terminar estampándolo contra la entrada de una casa. El reclamo del dueño de la propiedad dañada por mil dólares es el incidente que lanza a regañadientes a Ignatius a tener que buscar un trabajo para ayudar a su pobre madre a pagar la deuda.

Razón número tres: las aventuras que vive Ignatius cuando se ve orillado a trabajar, algo totalmente ajeno a su naturaleza, son de lo más entretenidas. El pobre hombre vive prisionero de su válvula pilórica que lo trae en jaque durante toda la obra. Es una metáfora del autor para ilustrar los caprichos, manipulación y frustración del histérico personaje que conforme avanza la historia, se va ganando la simpatía del lector con base en lo chusco, ridículo e inocente de sus ocurrencias.

Razón número cuatro: el patético; pero al mismo tiempo orgulloso, Ignatius se revela como un idealista que quiere transformar la sociedad y desterrar la podredumbre del capitalismo opresor de las minorías y exaltador de la indecencia, la prostitución y las perversiones. Este sentido crítico de la obra, aunque escrita hace más de cincuenta años, continúa vigente y nos hace pensar en personajes reales de nuestra contemporaneidad. ¿Cuántos Ignatius, señores Levy o señoritas Trixie no conocemos en nuestra vida cotidiana? Pero detrás de estas intenciones idealistas de nuestro “joven trabajador” hay una motivación escondida.

Razón número cinco: a nuestro regordete y bigotón Ignatius lo mueve el amor. Y es que el amor no es privilegio de la gente bonita y productiva. Hasta para el mismo Ignatius, con todo y esos eructos que hacen retumbar su casa, hay una personita que le ocupa y le quita el sueño: ella es Myrna Minkoff. El destino amoroso de nuestro héroe. Ex-compañera y cómplice en los viejos tiempos universitarios. Idealista, revolucionaria y sexualmente liberal.

Myrna es la sombra y la motivación de Ignatius. Es todo aquello que él rechaza y denosta; pero al mismo tiempo, es su secreto, deseo culposo con el que lleva una relación de amor y odio. Myrna personifica a la perfecta antagonista en la historia de amor que es La Conjura de los Necios.

Toda una farsa con tintes de humor negro, que desafía al lector a ser capaz de reírse de sí mismo y de lo patética e hipócrita que puede ser la sociedad. El gran mérito de esta obra es que logra proyectar los más risibles ridículos de la vida real en su abanico de personajes: la ancianita que ya no ata ni desata; pero que insiste en su pavo de navidad. El oficial de policía, que da pena ajena con sus ridículos intentos para cumplir con su deber. La joven que sueña con ser vedette; pero que no tiene el talento ni la menor idea de lo que es la sensualidad. Y la familia acomodada en la cual sus miembros, a falta de problemas de mundana economía, se la pasan peleando por lo que hacen o dejan de hacer. Nada en esta ficción está fuera de la realidad.

Si ya has leído La Conjura de los Necios, no dejes pasar la oportunidad y déjanos un comentario en este video: http://bit.ly/conjuranecios

¿Qué te pareció, te gustó, no te gustó? ¿Te cayó bien Ignatius? ¿Identificaste alguno de los personajes en tu entorno? ¿Te lograste meter en la dinámica de humor que plantea el autor? Y bueno, si no lo has leído, aquí tienes mi recomendación para que lo hagas y luego nos compartas tu opinión.

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Vas a ver que te va a gustar y después vas a poder disfrutar más de tus lecturas porque las vas a entender mejor. 

Mi nombre es Xósem Amero, te deseo lecturas rabiosamente felices. 


Xósem Amero
@xosemamero 
xosemamero@gmail.com Xósem 

Fundador y director de StoryTypers, empresa que enseña a incorporar StoryTelling a la narrativa de tu negocio. Es escritor, conferencista, tallerista y facilitador de metodologías de emprendimiento y comunicación.