Cracks del
StoryTelling
La Conjura
de los
Necios
Una farsa con tintes de
humor negro que desafía
al lector a ser capaz de
reírse de sí mismo y de lo
patética e hipócrita que
puede ser la sociedad.
La Conjura de los Necios es una novela tan
absurda y políticamente incorrecta, que por
lo mismo termina por ser un fiel reflejo de la
sociedad moderna y tremendamente divertida.
Si aún no la has leído, aquí te voy a dar cinco
razones para que no dejes de hacerlo. Esta obra
de John Kennedy Toole es sin duda un Crack
del StoryTelling.
Razón número uno: la presentación del
protagonista, Ignatius Reilly, es estupenda.
Desde el principio podemos ver un voluminoso y
repelente personaje que a sus treinta años aún
vive con su madre, con quien lleva una relación
de complaciente toxicidad y ponzoñosa sobre
protección. Irene, la mamá, un poco alcohólica
y otro tanto controladora, ha hecho de su hijo un
soberano fodongo que se cree todo un genio.
En su mundo ordinario, Ignatius transita su
vida entre el cine y la televisión, criticando la
decadencia de la vida moderna. Casi nada es
lo suficientemente bueno como para gozar de
su pedante aprobación.
Razón número dos: el llamado a la aventura se
da en una circunstancia muy divertida. Este
es de los libros que con leer el primer capítulo
te vas a enganchar y no lo vas a querer soltar
hasta terminarlo. Nuestro héroe, Ignatius, en
su ingeniosa faceta de víctima, se libra de ser
detenido por el pintoresco policía Mancuso. En
su escape de la autoridad termina refugiado,
junto con su madre, en el decadente bar Noche
de Alegría. Ahí su mamá se pasa de tragos y
cuando al anochecer quiere conducir su auto,
lo único que logra es terminar estampándolo
contra la entrada de una casa. El reclamo del
dueño de la propiedad dañada por mil dólares
es el incidente que lanza a regañadientes a
Ignatius a tener que buscar un trabajo para
ayudar a su pobre madre a pagar la deuda.
Razón número tres: las aventuras que vive
Ignatius cuando se ve orillado a trabajar, algo
totalmente ajeno a su naturaleza, son de lo más
entretenidas. El pobre hombre vive prisionero de
su válvula pilórica que lo trae en jaque durante toda la obra. Es una metáfora del autor para
ilustrar los caprichos, manipulación y frustración
del histérico personaje que conforme avanza la
historia, se va ganando la simpatía del lector
con base en lo chusco, ridículo e inocente de
sus ocurrencias.
Razón número cuatro: el patético; pero al mismo
tiempo orgulloso, Ignatius se revela como un
idealista que quiere transformar la sociedad
y desterrar la podredumbre del capitalismo
opresor de las minorías y exaltador de la
indecencia, la prostitución y las perversiones.
Este sentido crítico de la obra, aunque escrita
hace más de cincuenta años, continúa vigente y
nos hace pensar en personajes reales de nuestra
contemporaneidad. ¿Cuántos Ignatius, señores
Levy o señoritas Trixie no conocemos en nuestra
vida cotidiana? Pero detrás de estas intenciones
idealistas de nuestro “joven trabajador” hay una
motivación escondida.
Razón número cinco: a nuestro regordete y
bigotón Ignatius lo mueve el amor. Y es que
el amor no es privilegio de la gente bonita y
productiva. Hasta para el mismo Ignatius,
con todo y esos eructos que hacen retumbar
su casa, hay una personita que le ocupa y le
quita el sueño: ella es Myrna Minkoff. El destino
amoroso de nuestro héroe. Ex-compañera y
cómplice en los viejos tiempos universitarios.
Idealista, revolucionaria y sexualmente liberal.
Myrna es la sombra y la motivación de Ignatius.
Es todo aquello que él rechaza y denosta; pero
al mismo tiempo, es su secreto, deseo culposo
con el que lleva una relación de amor y odio.
Myrna personifica a la perfecta antagonista en la
historia de amor que es La Conjura de los Necios.
Toda una farsa con tintes de humor negro,
que desafía al lector a ser capaz de reírse de
sí mismo y de lo patética e hipócrita que puede
ser la sociedad. El gran mérito de esta obra es
que logra proyectar los más risibles ridículos
de la vida real en su abanico de personajes:
la ancianita que ya no ata ni desata; pero que
insiste en su pavo de navidad. El oficial de policía,
que da pena ajena con sus ridículos intentos
para cumplir con su deber. La joven que sueña
con ser vedette; pero que no tiene el talento ni
la menor idea de lo que es la sensualidad. Y la
familia acomodada en la cual sus miembros,
a falta de problemas de mundana economía,
se la pasan peleando por lo que hacen o dejan
de hacer. Nada en esta ficción está fuera de
la realidad.
Si ya has leído La Conjura de los Necios, no dejes
pasar la oportunidad y déjanos un comentario
en este video: http://bit.ly/conjuranecios
¿Qué te pareció, te gustó, no te gustó? ¿Te
cayó bien Ignatius? ¿Identificaste alguno de
los personajes en tu entorno? ¿Te lograste
meter en la dinámica de humor que plantea
el autor? Y bueno, si no lo has leído, aquí tienes
mi recomendación para que lo hagas y luego
nos compartas tu opinión.
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Vas a ver que te va a gustar y después vas a
poder disfrutar más de tus lecturas porque las
vas a entender mejor.
Mi nombre es Xósem Amero, te deseo lecturas
rabiosamente felices.
@xosemamero
xosemamero@gmail.com
Xósem
Fundador y director de StoryTypers, empresa
que enseña a incorporar StoryTelling a la narrativa de tu
negocio. Es escritor, conferencista, tallerista y facilitador
de metodologías de emprendimiento y comunicación.