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Atrapados en una realidad “material” | LUG GOGA | Noviembre 2020

Atrapados en una realidad “material”

Uno de los hallazgos más importantes que se han descubierto en los últimos años referente a nuestros ancestros, es que nuestra raza humana fue intervenida genéticamente por seres más avanzados.

Hoy en día estamos viviendo una era muy importante, ya que están despertando muchas conciencias de seres humanos que estaban dormidas súpitamente en un sueño de muchos siglos. La realidad que estamos experimentando, está llena de enigmas, lugares mágicos, secretos ancestrales y temas que poca gente conoce.  

Uno de ellos fue el que modificó y desvío la línea de tiempo de nuestros antepasados. Fue la gran intervención a la que fuimos sometidos hace más de 10,000 años. Se dice que fue por seres de civilizaciones más avanzadas, pero no precisamente del espacio exterior, sino que pudieron haber sido civilizaciones que ya radicaban en este mundo y que estuvieron paralelamente viviendo con nosotros, pero en áreas recónditas y de poca accesibilidad.

En las civilizaciones antiguas, se realizaron construcciones de gran impacto, similar a como sucedió más adelante con la cultura egipcia, donde se edificaron monumentos que actualmente podemos visitar y admirar. Investigadores del tema han llegado a la conclusión de que esas obras maestras fueron realizadas con ayuda de seres más avanzados. Incluso existe evidencia del grado de exactitud tecnológico que tenían en ese entonces, lo cual se puede apreciar en la colocación y corte de las piedras que forman parte de sus edificaciones. 

Actualmente con nuestra tecnología, sería muy difícil llegar a esa precisión y poder levantar esos bloques tan pesados a decenas de metros de altura. No cabe duda, que definitivamente fuimos asistidos por seres más avanzados.

Gracias a los últimos descubrimientos realizados utilizando escaneos con ultrasonido, ya sabemos que en varias partes del mundo existen monumentos que aún no han sido rescatados y que se encuentran aun en mares o selvas.

Uno de los hallazgos más importantes que se han descubierto en los últimos años referente a nuestros ancestros, es que nuestra raza humana fue intervenida genéticamente por seres más avanzados, con el propósito de manipularla para dominar la faz de la tierra. Esa intervención consistió en la inclusión de un código genético en nuestro ADN, el cual realiza ciertas operaciones inconscientes y nos hace crear una realidad que nos aleja de la conciencia absoluta. 

En otras palabras, nos manipularon para que nosotros viéramos las cosas como ellos querían de las viéramos. Ese código genético nos hizo creer que somos independientes y que podemos sobrevivir sin la necesidad de una interacción con alguien y de creer que nosotros somos un “ego” el cual tiene como fin, satisfacer continuamente sus deseos de tener más, de ser más y de no importarnos los demás. Un sentimiento que nos hace completamente materialistas de una materia ilusoria, ya que todo es energía y por consiguiente nos hace creer en algo que simplemente no existe, siendo la conciencia absoluta y nuestras experiencias lo único presente.  

Un ejemplo muy representativo, son las grandes obras de arte, que no son más que una manifestación de una persona conectada a la conciencia absoluta. Esto debido a que estás ligado a esa inteligencia todo fluye, queriendo decir que nosotros somos un instrumento para crear una expresión. Es por eso que cuando un artista deja fluir lo que siente, deja también plasmados sus sentimientos y percepción en su obra. En otras palabras, es como si fuera una esponja que absorbe todo a su alrededor y lo deja plasmado a la realidad con su arte; convirtiéndose a su vez en experiencias que se quedan grabadas en la gran nube de la conciencia absoluta.

Sin embargo, debido a la intervención que he comentado anteriormente, nos volvimos una raza competitiva, seres que deseamos tener muchas cosas materiales, que nos han hecho olvidar nuestro verdadero propósito y función en este planeta.

Necesitamos ir desactivando lo que tenga que ver con nuestro “ego”, aunque de antemano sepamos que éste solamente pueda ser controlado y no eliminado por completo debido a que es parte de nuestro ADN. ¿Pero cómo controlarlo? Creyendo en nosotros mismos, buscando lo que realmente nos gusta y llena, meditando todos los días, dando gracias por todo lo que tenemos y evitando emitir críticas.

Tenemos que tener cuidado de la contraparte, representada por el caos y la oscuridad, conceptos que siempre estarán creándote dudas y conflictos y que se encuentran enlazados a tu inconsciente. Se pudiera decir que nos metieron miedo, un miedo que nos aleja de lo que realmente queremos y de la conciencia absoluta que es Dios. Sin embargo, el miedo no existe, nosotros mismos lo creamos con nuestros pensamientos. Es por eso que las decisiones que tomes en la vida deberán ser no con tu mente, sino con el corazón, logrando así una conexión directa con Dios.


Luis González “Lugi Goga”
 
ing.luis.gonzalez.g@gmail.com

Ingeniero Civil con especialidad en Desarrollo e Innovación Empresarial por el ITESM. Ha participado en diferentes proyectos con base en ingenierías de valor y optimación de procesos.