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¿Qué máscara usaré hoy? | IRMA IDALIA CERDA | Julio 2020

Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Especial



¿Qué máscara usaré hoy?

La mascarilla o cubre bocas, nos desfigura y quita el rostro que nos distingue unos de otros y nos permite ser nombrados, identificados y asociados a un sexo, edad y color de piel.

Antes de la pandemia, preguntarse ¿qué máscara usaré hoy? podría entenderse como una metáfora, pero en estos tiempos del coronavirus este cuestionamiento es literal.

Y es que aunque parezca increíble, las mascarillas - especialmente en México- se han vuelto un accesorio de moda, sí, leen bien. Y no me van a negar que amigos, familiares y nosotros mismos , ya tenemos colección de mascarillas o cubre bocas de todos los colores, texturas y diseños.

Están las más comunes, generalmente en color blanco , celeste o azul ; luego tenemos las de tipo industrial, pero después la gente empezó a echar a volar la imaginación y sacaron cubre bocas con bordados de flores; otros con personajes de cómics; con el logo de su equipo de fútbol favorito, e incluso hay quienes las han mandado hacer con su propio rostro impreso sobre la tela.

Y es que se han hecho muchas reflexiones COVID-19, pero también se ha reflexionado sobre su trasfondo social.

En días pasados el antropólogo y sociólogo francés, David Le Breton, como invitado de la Cátedra Alfonso Reyes del Tecnológico de Monterrey, ofreció una conferencia virtual, en la que entre otras cosas habló de las nuevas dinámicas sociales e incluyó un interesante análisis sobre el uso del cubre bocas.

“La mascarilla nos desfigura y quita nuestro rostro y sin embargo, el rostro nos distingue unos de otros, el rostro es lo que nos permite ser nombrados, identificados, asociados a un sexo, a una edad, a un color de piel; pero hoy, cuando uno se pasea en la ciudad hay mucha gente con mascarilla y no podemos saber mucho acerca de ellos.

“Esa desfiguración del rostro induce a una desfiguración social, pues el rostro es el lugar de la ética, es el lugar fundamental del reconocimiento del otro; es lo que hace que vamos a parar una agresividad cuando estamos confrontados al rostro de la otra persona y es el principio de la moral, de la reciprocidad, de la empatía y el hecho de enmascararnos favorece a veces las descortesías en la vida cotidiana”, explicó Le Breton.

Y tiene razón. El uso de una máscara nos otorga el anonimato y aunque muchas veces el cubrir el rostro no es exclusivo de los ladrones, ya que las famosas “Mascaradas” permitían también el uso de antifaces o disfraces para la diversión.

La máscara siempre encierra un enigma, una intriga. Incluso el maquillaje también puede cumplir la función de modificar los rasgos faciales, y para prueba, me remito a los cientos de tutoriales que se encuentran en Youtube para quienes desean lucir espectaculares, sólo que entre el antes y el después hay una diferencia abismal.

Pero regresando al tema de la mascarilla o cubre bocas, pues cómo no sabemos cuánto tiempo durará la cuarentena, o la ochentena como dicen ahora, más vale que tengamos una buena dotación de este accesorio que pasará a la historia como la prenda más versátil de la temporada primavera - verano (¿otoño - invierno?) del 2020.

irma_idalia@hotmail.com