Neil Peart:
A Life of Drums
Uno de los más influyentes y reconocidos bateristas de
rock progresivo, muere a los 67 años de edad a causa
de cáncer.
Fue el 10 de enero de 2020 cuando leí la noticia en redes sociales: Neil Peart, baterista
de la legendaria banda canadiense de Rock
Preogresivo Rush, había muerto el día 7 de
enero en Santa Mónica, California a causa de
un tumor cerebral (glioblastoma). Una de las formas
más agresivas de cáncer.
Conocido y reconocido mundialmente como uno
de los mejores y más influyentes bateristas de la historia, nació un 12 de septiembre de 1952 en la ciudad
de Hamilton, provincia de Ontario Canadá, con el
nombre de Neil Ellwood Peart.
Virtuoso de los tambores y letrista principal de
Rush, Neil Peart deja tras de sí un enorme legado
de más de 45 años en la escena musical, donde fue
galardonado a través de los años con 15 premios al
mejor baterista y percusionista, 18 reconocimientos
a la mejor grabación de batería, 4 nombramientos
como el mejor baterista del año por la revista DRUM
y muchos premios más. Además, Peart junto con sus
compañeros de banda: Geddy Lee (bajo y voz) y Alex
Lifeson (guitarra), fueron nombrados Oficiales de la
Orden de Canadá en 1996, llegando así a ser la primera
banda de rock honrada con ese reconocimiento. Y en
2013 se les hizo justicia al ser aceptados en el Salón
de la Fama del Rock & Roll.
Cabe mencionar que grabó 18 de los 19 álbums
de estudio de la banda además de material en vivo,
compilaciones y vídeos.
Siendo un ávido lector, como letrista nos regaló un
sin número de canciones, muchas de ellas altamente
influenciadas por la literatura. En los primeros años
de la banda, abordaba temas como la fantasía, ciencia
ficción, filosofía y mitología. Pero a principios de la
década de los 80, dejó un poco de lado los temas de
ficción para enfocarse más al idealismo, humanismo
y temas personales como inspiración para escribir
sus líricas, siendo el tema “Tom Sawyer”, del álbum
Moving Pictures de 1981 el tema más famoso y reconocido de la banda. Ésta posee un gran virtuosismo
musical y una letra en la que retrata a un rebelde
moderno, un individualista de espíritu libre, que
anda por el mundo de manera decidida y atento a
su entorno. El mismo baterista decía que en ella,
lograba reconciliar a su niño interior con el hombre
que llegó a ser…
Siendo un ávido lector, como letrista nos regaló un
sin número de canciones, muchas de ellas altamente
influenciadas por la literatura. En los primeros años
de la banda, abordaba temas como la fantasía, ciencia
ficción, filosofía y mitología. Pero a principios de la
década de los 80, dejó un poco de lado los temas de
ficción para enfocarse más al idealismo, humanismo
y temas personales como inspiración para escribir
sus líricas, siendo el tema “Tom Sawyer”, del álbum
Moving Pictures de 1981 el tema más famoso y reconocido de la banda. Ésta posee un gran virtuosismo
musical y una letra en la que retrata a un rebelde
moderno, un individualista de espíritu libre, que
anda por el mundo de manera decidida y atento a
su entorno. El mismo baterista decía que en ella,
lograba reconciliar a su niño interior con el hombre
que llegó a ser…
libro “Ghost Rider: Travels on the Healing Road”,
anuncia a sus compañeros de banda que lo consideren
como “retirado” de la música. En el libro, Peart relata
su travesía en motocicleta por el norte y centro del
continente americano, en un viaje de retiro espiritual y autodescubrimiento, en un recorrido de 88 mil
kilómetros desde Quebec, cruzando Canadá, Alaska,
varios estados de la Unión Americana, México, y Belice.
Algo tímido y a menudo reservado, Neil la mayoría
de las veces evitaba las entrevistas y también los “meet
& greet”, para así evitar ser cuestionado acerca de su
vida personal. Las convivencias con los fans de Rush
las dejaba para Geddy y Alex. Gustaba tanto de pasear
en bicicleta, que durante las giras y mientras viajaban
en el Tour Bus entre las ciudades donde tenían compromiso para tocar, pedía al chofer que se detuviera
100 millas (160 km) antes de la ciudad destino para
descender del autobús, tomar su bicicleta y pedalear
la distancia restante.
Así podía tener tiempo para pensar, disfrutar el paisaje y reflexionar sobre la vida. Entonces arribaba
directamente al lugar donde se daría el recital justo
a tiempo para refrescarse y prepararse para dar el
show de esa noche.
¡Pero basta ya de hablar de datos y numeralia!
Comencé a escribir este artículo tratando de hacer
un homenaje a Neil Peart, haciendo un recuento de su
vida y obra, pero para eso también tengo que hacer
justicia al nombrar los logros dentro de su larga
carrera con la banda. Pero él era más que eso… Puede
ser que todos lo conocieran por su gran habilidad
con la batería, pero pocos conocían la vida detrás
del artista.
Y eso me lleva a pensar en lo que él significó para
mí. Mi desarrollo como persona, como músico y como
ser humano. Pues al ser una figura pública, tan cotidianamente presente en mi día a día al escuchar la
música de Rush, llegué a pensar en él como alguien
a quien conocía, no sé, quizá como amigo o al menos
como un conocido. Tal vez como ese “amigo de un
amigo” al que ves a diario en la escuela o el trabajo,
pero que poco sabes de él.
Ese que sabes que estará en la reunión del fin de
semana cuando te reúnes con tus amistades. Ese
personaje callado y de pocas palabras que rara vez
interviene en la plática, pero que cuando lo hace cuenta
el mejor chiste o la mejor anécdota de la noche. Era
como ese tipo que pasaba desapercibido la mayoría
de las veces, pero que cuando no estaba, pesaba por
su ausencia. Reía con él, lloraba con él y muchas
otras veces me hacía pensar y reflexionar. Muy a mi
manera sentía que convivíamos. Escuchaba lo que
tenía que decir pues su lenguaje era la música, y ahí
está… para todos, sin reserva alguna. Armado con
su tambor y su pluma nos regaló melodías hermosas
que perdurarán para siempre.
Ahora que su tambor se ha callado y su pluma
permanece quieta, me doy cuenta del silencio que
causa su ausencia… un silencio que duele. Es la primera vez en mi vida que Rush no está completo. Su
vida se ha apagado y su voz ha callado, pero su obra
hace eco en mi corazón, al igual que lo hace un grito
lanzado desde la ladera de una montaña.
Poco a poco y a lo lejos, puede escucharse en crescendo el redoble de su tambor. Es el redoble de una
marcha… la marcha que marca su entrada al Pantheon
(el lugar de todos los dioses).
“Un espíritu con una visión, es un sueño con una
misión” Neil Peart, “Mission” 1987.
René “Reno” Aldrette
Instagram: @blackmetalmvffin666
FB: @BlackMetalMvffin
Twitter: @blackmetalmvfin
blackmetalmvffin@gmail.com
Arquitecto, artista plástico,
músico y promotor del género del Metal.
Actualmente conduce el canal digital Black Metal Mvffin,
promociona la cultura de la escena musical, así como
realiza reseñas de bandas y eventos musicales del Metal
en México y el mundo.