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Por: Irma Idalia Cerda
Fotografía: Archivo
Fotografía: Archivo
La presencia de
la ciencia en el arte
La exposición se compone de 25 piezas que
constantemente están sorprendiendo a los
espectadores.
Hace algunas semanas, se inauguró
la exposición
“Rafael LozanoHemmer . Presencia Inestable” en el Museo
de Arte Contemporáneo
MARCO, y cómo es costumbre
fui al recorrido especial que
hacen para medios de comunicación un día antes de la
apertura al público.
Debo decir que las exposiciones ocupan un gran porcentaje de mi rutina laboral, así que
ni si quiera puedo imaginar a
cuántas he ido en los años que
tengo como reportera cultural.
Y cabe mencionar que
muchas me han sorprendido ,
agradado, interesado y también
disgustado; pero esta exposición en la que MARCO alberga
las instalaciones creadas por
Rafael Lozano Hemmer y su
equipo, me impresionaron por
su complejidad en la elaboración, pero al mismo tiempo por
su estética minimalista.
Rafael Lozano-Hemmer es
químico de profesión, pero
en los terrenos del arte, se
autodefine como “director
de escena”, ya que cuenta con
un equipo de 15 personas con
diferentes talentos que trabajan para desarrollar los proyectos que les presenta, que
luego serán las instalaciones
de futuras exposiciones.
Entonces el mexicano que
actualmente radica en Canadá,
realiza instalaciones con perfil
de “performances” artísticos
pero con el apoyo de la ciencia
y la tecnología , y la mayoría de
sus obras tienen estas características.
El visitante encontrará
desde un enorme respirador
que captura el aliento de los
visitantes que entran a una
cámara sellada herméticamente “Respiración Circular
y Viciosa (2013)”, y lo hacen bajo
su propio riesgo, ya que pueden
contagiarse de alguna bacteria
o virus del aire ya contaminado
por las anteriores personas que
ingresaron a la cabina.
En otra sala se encuentra “Espiral de corazonadas
(2008)”, una especie de candelabro con 300 focos que están
conectados y cuando el participante toca el sensor, estos
producirán un sonido y se iluminarán en forma circular, de
tal manera que podrá sentir su
propio ritmo cardíaco.
En total son 25 piezas que
constantemente están sorprendiendo a los espectadores, como “Nombras el agua
(2016)”, que consiste en unas
pequeñas fuentes de las que
emergen letras que forman
palabras, como si fuera por
arte de magia, pero en realidad es ciencia.
“En mi equipo la mitad de
nosotros somos científicos; yo
tengo una carrera en Química,
y luego me hice programador,
y luego empecé a trabajar con
teatro y en Artes Visuales.
“Pero en mi equipo tenemos programadores, ingenieros, diseñadores, arquitectos,
músicos, pero también colaboramos con filósofos, lingüistas;
depende de la pieza buscamos a
los especialistas”, señaló Rafael
Lozano-Hemmer.
Aunque el título “Presencia Inestable” , no sugiere
realmente lo que ofrece esta
muestra, sí puedo asegurar es
que es una serie de instalaciones con efectos especiales que
devuelven al público su capacidad de asombro.
irma_idalia@hotmail.com
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