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El terror domina la razón | MARTÍN FUENTES | Octubre 2019

Por: Martín Fuentes
Fotografía: Martín Fuentes


El terror domina la razón

“Esquizofrenia”, original de Arturo Mariscal y protagonizada por Arol Greta es una estrujante puesta en escena que eriza la piel y deja boquiabiertos a los espectadores.

Amelia es una mujer menuda, de apariencia tímida y gris. A simple vista parece que se va a desmoronar en cualquier momento. 

Tiene la mirada perdida y a cada momento escucha voces. Amelia es, aparentemente, una mujer con trastornos mentales. Esquizofrenia, fue el diagnóstico. Pero hay algo más en esa chica que ha sido capaz de reducir a un hombre que la dobla en peso y tamaño, a jirones de piel ensangrentados, a una mole de sangre y huesos quebrados por una fuerza increíble.

El psiquiatra a cargo está seguro de que hacer un estudio más profundo en la psique de Amelia pondrá al descubierto temas que nunca antes nadie ha podido esclarecer. Ya planea desde este momento escribir un libro sobre el caso y consagrarse como una eminencia en su campo.

“Esquizofrenia” es una estremecedora obra que forma parte de la nueva temporada de Mi Teatro. Arol Greta como Amelia y Arturo Mariscal en su personaje de psiquiatra llevan a los espectadores a los límites del terror.

Ella, con una actuación que raya en lo sombrío y atemorizante; él, interpretando a su personaje con un cinismo infinto.

Original del propio Mariscal, quien también dirige en colaboración con Arol Greta, la pieza mantiene al filo de la butaca.

Toda la acción se desarrolla en un ambiente sombrío, asfixiante y enloquecedor.

Cada palabra pronunciada por Amelia, cada pensamiento del psiquiatra orillan al público a cuestionarse cuál de los dos es realmente el enfermo o... ¿en realidad ella está enferma o hay factores alejados de la ciencia los que la obligan a realizar actos atroces como los que cometió y a consecuencia de esto permanece encerrada en máxima seguridad?

Prisionera de las voces que escucha y le ordenan ejecutar aberraciones, a cada segundo que pasa, la mujer parece engrandecerse durante una simple entrevista médica, mientras que el especialista se derrumba a cada instante ante el poderío que ejerce la paciente.

En la publicidad de la obra se cuestiona: ¿Es ella un ángel o un demonio?

La respuesta la tiene cada espectador.