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Éxodo | GABRIELA ARENAS | Septiembre 2019

Por: Gabriela Arenas
Fotografía: Sebastião Salgado



Éxodo

“Si fotografías a un humano, de manera que no se le represente de forma noble, no hay motivo para hacer la fotografía. Esa es mi forma de ver las cosas”
- Sebastiâo Salgado


Desde siempre las mariposas han viajado libremente por el aire, pero eso no ocurre para el ser humano, que no ha encontrado libres los caminos de su éxodo. Todos los años, millones de personas en el mundo salen huyendo de sus países debido a las guerras, al hambre, a la represión y a la violencia. Sebastiâo Salgado (1944) fotógrafo socio-documental y fotorreportero brasileño documentó la historia de la migración humana desde una mirada muy profunda, dándonos a conocer un panorama muy completo de las migraciones contemporáneas a través de sus viajes por 40 países durante varios años. La mayoría de las fotografías captan a los migrantes en su desplazamiento por carreteras pateras, trenes o en los campos de concentración, recorridos que emprenden en ocasiones por supervivencia o en la búsqueda de condiciones de vida mínimamente dignas.



Salgado logra capturar la dimensión de la crisis migratoria con momentos sobrecogedores, comparados con los que vemos en las noticias, donde sólo se convierten en un titular más de la nota periodística. En sus retratos nos encontramos con personas de carne y hueso, que saben a dónde quieren llegar y con otros que simplemente huyen sin conocer su destino, retratando el dolor, pero también la dignidad de cada uno de ellos.

Sus fotografías constituyen un material punzante para sensibilizarnos como sociedad. El fotógrafo puntualiza: “Cada persona que muere, es un pedazo del mundo que muere”, una frase muy profunda y filosófica que nace seguramente de sus numerosos viajes por el mundo, donde por apatía, olvido, racismo, violencia o indiferencia, mueren miles de personas que tienen como único delito, el buscar mejores condiciones de vida para ellos y su familia.

Con cada una de estas personas que muere en el mundo, se pierde parte de la esencia del planeta. Nos comparte el fotógrafo también lo siguiente: “Más que nunca, siento que sólo hay una raza humana. Más allá de las diferencias de color, lenguaje, cultura y posibilidades, los sentimientos y reacciones de cada individuo son idénticas”.