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La historia detrás
del héroe
Margarita
Maza
Callada, entregada,
creyente de las ideologías
de su marido, con juicio
propio y un temple
de acero, ella era
Margarita Maza
Margarita Maza Parada (1826-1871), mejor
conocida como Margarita Maza de Juárez, fue
esposa del presidente Benito Juárez García. En
todas las fuentes que consulté sobre ella se dice
que era una “buena mujer”. En su época (e incluso
actualmente en ocasiones) eso era sinónimo
de callada, sumisa y entregada, por lo que fue
una sorpresa agradable ver que no.
Maza nació en una familia privilegiada que le
permitió exposición a educación de calidad e
ideas liberales, así como el ejemplo altruista
de sus padres. Claro fue el caso cuando
“adoptaron” a un muchacho indígena zapoteco
para ayudarlo a prepararse académicamente
y salir adelante. Quién diría que Margarita y
ese muchacho se casarían unos años después,
cuando él tuviera 37 años y ella 17. Uno no sabe
para quién trabaja, queda claro. Preparada e
inteligente, Margarita se convertiría en pieza
clave del recorrido que Juárez emprendía para
la transformación de México.
Margarita es un personaje muy particular en la
historia nacional, pues como esposa de Benito
Juárez, político controvertido con muchos
seguidores, pero también enemigos, tuvo que
pasar por vicisitudes que incluso para una mujer
del siglo XXI serían sumamente complicado.
Durante los exilios (voluntarios y no), así como
viajes necesarios para su carrera política, Benito
y Margarita pasaron mucho tiempo separados,
quedándose ella a cargo de los hijos.
En algunas de esas ocasiones tomó refugio en
Estados Unidos, otras, en México. Incluso, debido
a la distancia e incertidumbre de la situación
de su esposo, en su natal Oaxaca, Margarita
abrió una tienda pequeña con la que pudo
mantenerse a ella, sus hijos e incluso mandar
dinero a su marido. Tuvieron 12 hijos de los cuales,
desafortunadamente, 5 fallecieron a los pocos
años de vida durante las separaciones de Juárez,
traslados y constantes huidas. Es decir, además
de presenciar la muerte de 5 de sus hijos, fueron
duelos que llevó sola.
Como mencionaba anteriormente, Margarita
Maza no fue sinónimo de callada, ni sumisa, pero
sí entregada. Creyente de las ideologías de su
marido, con juicio propio y un temple de acero, ella
es ejemplo de un caso muy común: la sombra de
la mujer detrás del héroe. Primera Dama, primera
guerrera. Don Benito Juárez podía irse a donde se
le requiriera para seguir con la lucha de su país,
sabiendo que su casa, el fuerte más importante,
estaba cubierto.
Andrea Díaz
Nacida en Victoria, Tamaulipas y Licenciada en Letras por la Universidad de Monterrey. Se ha desarrollado principalmente en los ámbitos de las causas sociales, teniendo dentro de sus áreas de especialidad la violencia de género y la filosofía del lenguaje.
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