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Por: Martín Fuentes
Fotografía: Archivo
Fotografía: Archivo
La cumbia nunca morirá
Tras la muerte de Celso Piña y el reconocimiento
de sus paisanos en Monterrey, se anuncia nuevo
material inédito del artista, el cual podría ver la luz
en cualquier momento.
L
a cumbia sobre el
río dejó de sonar.
La tarde del miércoles 21 de agosto,
el acordeón de Celso
Piña se apagó para siempre. Un
infarto mató a “El rebelde del
acordeón”, quien fue pronunciado muerto en las instalaciones del Hospital San Vicente,
del centro de Monterrey, a las
12:38 horas, después de haber
llegado a la Ciudad, luego de
una serie de presentaciones.
Pionero en el arte de
mezclar diferentes géneros
musicales como la cumbia, el
vallenato, reggae, pop, rock
y rap, Celso tenía 66 años al
momento de su fallecimiento.
Casi inmediatamente después de que se anunció su
deceso, músicos regiomontanos como Pato Machete y El
Gran Silencio, se apuntaron
para realizar un homenaje
musical programado para
el 27 de agosto en la Macroplaza de Monterrey a partir
de las 19:00 horas, un reconocimiento organizado por
el Consejo para la Cultura y
las Artes de Nuevo León.
Sin embargo, los homenajes
a Celso comenzaron prácticamente desde el instante
en el que su muerte trascendió. Músicos improvisados,
armados con botes, guitarras
y acordeones comenzaron a
tocar las canciones del artista,
mientras cientos de fans llegaban a rendirle tributo.
El homenaje musical continuó en las capillas funerarias donde el medio artístico
regiomontano llegó a rendir
tributo al acordeonista, cuyo
deceso fue noticia en Estados
Unidos y Europa.
En los días siguientes a su
muerte, Monterrey enteró salió
a las calles para decir adiós a
Celso, cuyos restos recorrieron
las principales avenidas de la
Ciudad y este sábado llegaron
a la Basílica de Monterrey para
una misa de despedida.
Sin embargo, el legado del
“rebelde” continuará. Antes de
morir, el artista dejó grabado
material inédito, el cual vería
la luz en cualquier momento,
de acuerdo a declaraciones de
su ex mánager, Alejandro Zea.