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La exquisitez
de ser nosotrxs
Se trata
de vivir
1. Despertar temprano y no pararme de la cama.
Aprovechar para organizar las acciones del día.
Y los sentimientos.
2. Hacer el ritual del café perfecto. Humeante,
oloroso, motivante. Espacio limpio. Una flor. Una
galleta. Una naranja ácida en trocitos.
3. Descubrir que afuera llueve. Buscar el
paraguas. Y un suéter que no abrigue mucho
para disfrutar un poco de frío.
4. Oler la tierra mojada. Y mirar las gotas que
se posan en las plantas a mi paso.
5. Saludar sin importar conocer. Y si conozco,
abrazar. Desear lo mejor.
6. Llegar al trabajo o a la escuela. Planear para
optimizar. Hacer con método.
7. Cumplir con lo planeado en el día y adelantar
algo del siguiente.
8. Cerrar tareas, libros, apuntes y cajones.
9. Volver a casa.
10. Atender los afectos.
11. Demostrar el cariño desde lo que preparo
para comer y desde las palabras que elijo
para nombrarles. Desde mi manera de mirar
y tocarles.
12. Oler su cabello.
13. Revisar tareas pendientes escolares y de casa.
14. Llamar a mi madre. Hacer que me sienta
cerca.
15. Preparar el cierre del día. Algo que llene de un
olor agradable la casa. Quizás un pastel. Quizás
un guiso. Quizás ponche.
16. Reunirnos. Sumar historias. Pero también
recordar las historias familiares para que no
se olviden. Ese es un tipo de herencia.
17. Empujar sueños en sus cabezas.
18. Poner música. Enseñar e inventar pasos de baile.
19. Reír un rato.
20. Encender un incienso.
21. Sentarme en la sala.
22. Servirme una copa de vino.
23. Leer un poco, pintar un poco, pensar un poco.
24. Agradecer el día y lo que ha traído. Mirar
hacia adelante.
25. Disfrutar el estado horizontal.
Diana Elisa González Calderón
Doctorada
por la Universidad Autónoma de Barcelona.
Es docente e investigadora en la Universidad
Autónoma del Estado de México.